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Miles de personas gozaron del pasacalles de los Mil Tambores

Organización se mostró satisfecha con la convocatoria que este año reunió a más de 70 mil personas. Bailes Sudamericanos le robaron el protagonismo a los cuerpos pintados.
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Nicole Valverde S.

Un mar de gente se reunió ayer en la Av. Altamirano, todo para gozar del gran pasacalles que marca el fin del Carnaval Cultural Mil Tambores 2016. Familias enteras -hasta con guagua en coche- bailaron al ritmo de las batucadas y las bandas de bronce de las danzas Latinoamericanas.

Una fiesta que duró tres días y que congregó a más de 70 mil personas en la ciudad Puerto. Razón por la que sus organizadores se mostraron satisfechos con el desarrollo del evento artístico-cultural. Sin dejar de reconocer que aún hay temas en deuda.

"Este año el programa abarcó talleres y diálogos ciudadanos. Más este gran pasacalles al que se suman los barriales de los cerros que se realizaron el sábado", dijo Santiago Aguilar, director artístico del carnaval.

Y agregó: "creo que lo más importante de esta jornada es que logramos avanzar en la asociatividad y la colaboración de distintos estamentos del Estado. Porque nosotros solicitamos el cierre de las playas y fuimos acogidos por la Gobernación Marítima. Pedimos una restricción a la venta de alcoholes en botillerías, y nos parece muy bien estar dialogando con el municipio y que haya hecho un esfuerzo mayor por el tema del aseo. Hemos asociado empresas de emprendimiento por el tema del reciclaje que dieron muy buen resultado".

Pasión sudamericana

Si en las versiones anteriores los cuerpos pintados se robaban la película del gran pasacalles, este año destacaron las organizaciones culturales y barriales, quienes se presentaron en comparsas que alzaban la bandera de lucha por problemáticas sociales como los animalistas y el cuidado del medio ambiente. Incluso, las Brujas de la Kalahuala impulsaban a los asistentes a que cooperaran con la limpieza y se hicieran cargo de su basura. Y cómo no hacerles caso con sus coquetos vestidos y sombreritos.

Mientras, los Tambores Rebeldes de la batucada hacían bailar hasta al más tieso del público con los sensuales movimientos de las garotas y garotos.

Y la exótica danza de los tobas -oriunda de Bolivia- llamó la atención de todos con sus plumas coloridas. Lo mismo que la fuerza y agilidad del tinku y el caporal.

Esto refleja que sin duda alguna, este año los protagonistas fueron las agrupaciones que trabajan en la difusión de las distintas expresiones artísticas de Sudamérica.

Positivo balance

La directora del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes Región de Valparaíso, Nélida Pozo, hizo un positivo balance comparando con los años anteriores.

"Hay que destacar que son más de 3.500 personas que conforman estas comparsas, y hay un ambiente muy tranquilo y familiar. Creo que esta es una actividad que no hay que terminarla, con lo que hay que terminar es con la delincuencia y el maltrato a la ciudad. Porque Valparaíso tiene una imagen de ciudad abandonada y donde cada uno hace lo que quiere, y eso es de responsabilidad de la administración municipal".

Y subrayó que "por lo tanto, yo hago el llamado a todas las instituciones públicas y organizaciones culturales para que sigamos trabajando de manera coordinada para que Mil Tambores se destaque por el trabajo con las escuelas. Y que los espacios públicos son para este tipo de manifestaciones artísticas y culturales".

El punto negro de la jornada fue la caída de una persona a las rocas de la Av. Altamirano y que habría sido trasladada al Hospital Carlos van Buren, pero que al cierre de la edición se desconocía su identidad y estado de salud.