Sebastián Paredes C.
Son las 12.00 del día y Tablón, el perro que vivía a los pies del edifico siniestrado para el 21 de mayo, se encuentra recostado plácidamente en plena esquina de Las Heras con Pedro Montt, en el centro de Valparaíso.
A su espalda se realizan los primeros trabajos para reconstruir el edificio destruido internamente por completo por manifestantes.
Sin embargo lo anterior no parece importunar a Tablón. El tranquilo animal disfruta de su momento de gloria y se deja querer por los porteños que diariamente lo regalonean con un platito de comida o una que otra galleta.
Fernando Padilla, trabajador del sector por más de 14 años, dice que él le puso el nombre de Tablón. "Es que si se para su espalda es recta, igual a un tablón", señala.
El comerciante asegura que "hasta chuletas fritas de cerdo le vienen a dejar. Él se deja querer no más, disfruta su momento".
Para Patricio Figueroa, quien también trabaja en el sector, Tablón es un perro sumamente inteligente y feliz.
"En las mañana él no se estresa. Se levanta como a las diez y después se va paseando de una esquina a otra. A veces busca la sombra y otra veces el calor. Como a eso de la hora de almuerzo se va a las carnicerías que están más arriba por Las Heras y ahí también ya es casero", señaló Patricio Figueroa.
También va a la feria
Lo más curioso de Tablón es que los domingos camina desde calle Las Heras hasta la Avenida Argentina con el fin de llegar a las ferias de las pulgas.
"Recorre todo el centro de Valparaíso para llegar a la Feria de las Pulgas. Ahí también lo conocen y le regalan anticuchos y otras cosas para comer", señaló Patricio Figueroa, quien agrega que "hasta le van a hacer aseo a domicilio", en alusión a que todos los días por la mañana distintas personas le van a sacudir su manta y a dejar su casa bien limpia.
Las personas que transitan por el centro de Valparaíso conocen a Tablón y siempre recibe uno que otro cariño. "Él tiene una mirada feliz. Todo el cariño de la gente y toda la comida que le regalan le sirven de terapia después de lo del incendio", dice Fernando Padilla al diario la Estrella de Valparaíso.
El comerciante dice que seguirá preocupándose por el can que hasta desayuno en la cama recibe.