Dale alegría, alegría a tu corazón...
Desde hace dos años una veintena de viñamarinos integra el Club de la Sonrisa, y viajan por la zona y el país regalando cariño a los pequeños más necesitados.
En un mundo cada vez más individualista y competitivo, resultan loables los esfuerzos quijotescos de entidades que se preocupan de los demás de una forma desinteresada.
Un bonito ejemplo de ello es la acción desarrollada desde hace un par de años por una veintena de viñamarinos; familiares, amigos y algunos simplemente conocidos, en su mayoría residentes del sector de El Olivar, que quisieron plasmar su espíritu altruista y empático en una organización sin fines de lucro. Acordaron bautizarla como Club de la Sonrisa. "Nace en 2014 con un grupo de voluntarios dedicado a la acción social, y específicamente a intervenciones infantiles en distintos puntos vulnerables de la V Región", explica Vanessa Pineda, secretaria de la entidad que cuenta con personalidad jurídica.
El objeto primordial de sus integrantes es dibujar una sonrisa en un niño en riesgo social, algo más que satisfactorio para el espíritu. Para ello escogieron campamentos y poblaciones donde no es tan visible la ayuda estatal o municipal, donde llevan a cabo sus intervenciones. Estas consisten en jornadas de esparcimiento. En principio las fiestas eran de horas, pero ahora duran casi todo un día. Considera juegos inflables, disfraces, un escenario con animador y espectáculo musical, regalos y hasta degustaciónde ricos comestibles y bebestibles. La interacción es a nivel grupal e individual con los infantes, a quienes conocen y se preocupan de sus inquietudes. "Eso es lo que promovemos, llevar un día de entretención con juegos, bailes, compartir con ellos, solidarizar y sobre todo entregar amor", indican.
La primera intervención del club fue durante Fiestas Patrias en un campamento en Miraflores. Desde ahí no han parado, y se han movilizado hasta los cerros de Valparaíso y otros puntos de la zona como Villa Alemana, Peñablanca y Olmué. Pero la región les quedó chica, y ya acudieron a "fabricar sonrisas" en los pequeños afectados por el aluvión de la Región de Atacama y hogares de menores en la Region Metropolitana.
Aportes anónimos
No cuentan con financiamiento de entidades privadas o públicas, todo nace de aportes anónimos y el bolsillo de los integrantes, que sacrifican su vida familiar los fines de semana para las intervenciones, a la que acuden muchas veces con sus hijos, que conocen in situ otras realidades que los harán crecer como personas. "La última intervención fue en el polígono de Nogales, donde llegaron cerca de 200 niños que estaban muy agradecidos, al igual que sus padres", acota Vanessa.
Ahora la entidad está enfocada en la preparación de la fiesta de Navidad, sin duda la festividad más importante del año. En esta ocasión escogieron la nortina localidad de Salamanca. Desde ya están organizando rifas, eventos deportivos y otras actividades recreativas, que les permitan reunir fondos necesarios para el traslado, obsequios y sorpresas a los menores. "Estamos convencidos que a futuro vamos a llegar a muchos lugares no sólo de la región. Nuestra meta es tratar de expandirnos entre Arica y Punta Arenas. Es una visión a largo plazo pero de apoco hemos ido avanzando. Somos un grupo bien unido, más que todo un familia", añade entusiasmada Vanessa.
Claro que la joven admite que deben lidiar con la desconfianza que reina hoy en nuestra sociedad, por el descrédito de algunas personas o entidades inescrupulosas que lucran a través del engaño o la estafa, escenario que propició que particulares o privados sean renuentes a colaborar con entidades incipientes y algo desconocidas como es el Club de la Sonrisa. "Nosotros grabamos y fotografiamos las intervenciones y las publicamos en nuestras redes sociales. Estamos abiertos a recibir a nuevos integrantes que tengan ganas de aportar. La idea es que la gente se entusiasme y participe y conozca nuestra labor y con qué fin lo hacemos. Llevarles un día de alegría a los niños y la sonrisa de cada uno de ellos es impagable", sentencia Vanessa Pineda.