Carla Olivares Rojas
Antonella es una niña alegre y extrovertida, tiene 8 años y cursa segundo básico en el colegio Cristiano de Quilpué. Pero después de este fin de semana su ánimo no es el mismo, está asustada, algo traumatizada y con un cabestrillo en su bracito derecho tras ser agredida por un guardia de un supermercado en el centro de Quilpué la noche del lunes.
Según relató su mamá, Lorena Martínez, ese día habían ido en familia a comprar al supermercado Santa Isabel de calle Los Carrera. "Compramos, echamos las cosas al carro y en la caja, la Anto nos pide que le compremos un chocolate, un trencito de 399 pesos. Pagamos y salimos, yo iba con el carro y la Anto iba delante mío, ella pasa por la entrada y sonó la alarma", relata la madre que es interrumpida por la pequeña, "y el guardia viene y me tira el brazo y mire como me dejó (muestra un moretón en su muñeca). Me sonó el hueso de una manera muy fea, me dolió mucho y me dijo ladrona, ven a devolver el chocolate que te robaste", recuerda con miedo aún.
Con lesiones
Mientras el guardia le apretaba el brazo a la niña que no entendía nada y sólo lloraba, el papá de la pequeña discutía con el encargado de la seguridad por el error que estaba cometiendo.
"Le mostramos la boleta y la niña estaba atacada, nerviosa, con mucho dolor. Bajó el supervisor de los guardias que habló con mi marido, le dijo que se calmara, que el tipo era nuevo, que lo iban a sacar y más encima no tenía en curso OS10", señaló Lorena.
Hicieron el reclamo por escrito y fueron a constatar lesiones. Según el diagnóstico del sapu de Pompeya el guardia la dejó con "edema, dolor e impotencia funcional muñeca derecha. Lesiones menos graves". Al día siguiente fueron a la fiscalía a estampar la denuncia.
Demanda
La familia ya se está asesorando con abogados e interpondrán querellas en contra del guardia, de la empresa Suport Service y del supermercado quienes no asistieron a la familia en apuros .
"Yo entiendo el trabajo de los guardias, pero si ve que es una niña chica que va con los papás, él debió acercarse a nosotros y pedir la boleta, pero se abalanzó al tiro sobre ella, es una niña de 8 años, cero sentido común. Ella ha estado muy nerviosa, esa noche le costó mucho dormir, estaba en shock y habla sólo de ese tema, está asustada y no quiere ir nunca más al supermercado", relató la madre.
En tanto que la pequeña Antonella recuerda con mucho temor, "me puse a llorar, tenía miedo de lo que me pasó, él me trató muy mal. Me dijo que yo era una ladrona y dijo garabatos. Mi papá se puso muy enojado, le quería pegar y el guardia le decía pégame, pero mi mamá lo tranquilizó. Es difícil, cuando me acuerdo me da miedo", relató la pequeña que está con reposo en su casa.