¡Indignante!: liceano dio feroz paliza a un no vidente porteño
Se molestó porque el discapacitado lo pasó a llevar con su bastón retráctil. Lo golpeó y dejó con el rostro ensangrentado delante de su hija de 7 años. Alumno se refugió en su plantel educacional donde fue arrestado por Carabineros.
El de ayer será un día inolvidable para Edwin Olivares, trabajador y padre de familia discapacitado que fue víctima de una cobarde agresión por parte de un estudiante.
A este hombre de 36 años, un glaucoma y una uveitis bilatelar le quitaron la visión durante su infancia. Sólo distingue luces y sombras, y desde hace cinco años que utiliza un bastón retráctil que le sirve de guía para desplazarse por la ciudad. "Camino con bastón para evitar chocar con alguien, y que este alguien reaccione de mala forma. Siempre transito con respeto, si paso a llevar a alguien le pido permiso y ofrezco mis disculpas", explica.
A diario este hombre se levanta temprano para llevar a su hija de 7 años hasta el colegio San Ignacio en la avenida Argentina, donde la pequeña cursa segundo año básico. Ambos salieron ayer desde su hogar en el cerro Polanco, y cerca de las 07.30 horas caminaban por la citada avenida, cuando en una esquina Edwin chocó a un joven que le obstaculizaba el camino, mientras hablaba por celular. "Había que bajar a la vereda y lo paso a llevar, entonces comenzó a insultarme de una manera muy flaite", recuerda.
Aparte de los garabatos proferidos, el sujeto le recordó su condición de ciego, en una abierta acción discriminatoria. Con el paso de las horas, Edwin reconoce fue un error encarar al individuo por su repudiable actitud. "Le pregunté que onda, que le sucedía, si yo lo había pasado a llevar accidentalmente con el bastón que llevaba estirado y que todos veían".
Cobarde ataque
Pero el que fuera recriminado por el discapacitado exacerbó el ánimo del sujeto, que se abalanzó en su contra y tras unos forcejeos comenzó a golpearlo. "Me tiró al suelo y parece que me dio primero con el celular, y después patadas y combos. Todo delante de mi hijita que le pedía no me pegara más... 'mi papá, no ve, mi papito no ve' le decía al tipo. Quedó muy afectada, llorando preocupada al ver mi cara ensangrentada". El atacante huyó mientras Edwin se levantó con la ayuda de su pequeña lazarillo.
Afortunadamente un motorista fue testigo del incidente y siguió al desalmado, que resultó ser alumno del Instituto Superior de Comercio (Insuco), plantel al que entró a buscar refugio. Hasta ese lugar llegó el testigo a identificarlo, acompañado de la víctima. El agresor individualizado como F.M.A.M., de 18 años, se negó a salir de la sala de clases, por lo que fue necesaria la presencia de Carabineros de la Tercera Comisaría Norte. "Al momento del arresto no expresó ningún ápice de arrepentimiento, al contrario, mantuvo una actitud desafiante en todo momento. Escupió a los carabineros y al testigo al que amenazó", añade Edwin.
Los funcionarios del Insuco no estaban sorprendidos por la acción del alumno. "Los profesores que me atendieron me hubieran dicho que este niño nunca había reaccionado así, que a lo mejor estaba afectado por algo, pero todo lo contrario, el mismo profesor jefe señaló que era un delincuente que ha tenido problemas en todo momento. Que no lo pueden expulsar por la nueva Ley de Inclusión", remarcó el afectado.
Descartan daños
Edwin Olivares fue llevado hasta el hospital Carlos Van Buren donde constataron que estaba policontuso, con múltiples hematomas por los golpes en su cabeza y la zona dorsal. La mayor preocupación era la lesión contuso cortante en la ceja de su ojo izquierdo, donde tiene implantada una válvula. Por ello fue revisado por un oftalmólogo, que felizmente descartó que el dispositivo se haya visto dañado por el ataque. Tras permanecer en observación fue dado de alta y remitido con reposo a su domicilio, pero no quiso perderse sus clases en un plantel de la zona.
Respecto de lo acontecido, Edwin Olivares quiere que el responsable reciba una sanción de los entes correspondientes. "Imagínese que le hubiera pasado algo a mi hija o que el portara un cuchillo y me lo entierra. Voy a llegar hasta las últimas consecuencias, hacer todo lo que tenga que hacer. Ojalá se haga justicia", recalcó el no vidente, que es masoterapeuta y con experiencia en el rubro de los call center, pero que por ahora se encuentra cesante.
La Estrella se comunicó con el Insuco, donde se comprometieron a entregar una versión de lo acontecido, pero al cierre de esta edición ello no se produjo.


