Mirian Mondaca Herrera. - La Estrella de Valparaíso.

Los nervios de punta por estar pegado en un taco y depender de cuánto avance el vehículo que le antecede para llegar al trabajo o de regreso a casa, es cosa de todos los días en avenida España y las principales vías de Valparaíso o Viña del Mar.

A esa estresante experiencia diaria estamos condenados inevitablemente todos los que usamos el transporte tradicional. Pero, están los defensores de las dos ruedas, que abogan por la bicicleta como una alternativa válida para el día a día y no sólo como parte de un paseo recreativo.

Dificultades

A diferencia de lo que pasa en Chile, en países europeos como Finlandia, Dinamarca, España, Inglaterra y Francia, el uso de la bicicleta como medio de transporte es una política pública impulsada ampliamente por los gobiernos. Acá, sin embargo, apenas se está avanzando a paso lento en la construcción de ciclovías a lo largo del país.

En la región, Viña del Mar y Valparaíso concentran la mayoría de los cerca de 20 kilómetros de ciclovías habilitadas. Cifra muy menor, si se considera que en Santiago existen 230 kilómetros: más del 50% del total nacional.

Ese es el principal problema estructural que han detectado las agrupaciones que buscan instalar la discusión sobre las cualidades de la bicicleta como transporte urbano. "Es una silenciosa revolución y, como la mayoría de la veces ocurre, las autoridades no tienen la celeridad que deberían para tratar estos temas", comenta Jaime Peña, director ejecutivo del colectivo Chile Pedaleando.

A este problema, se suma también la escasa existencia de estacionamientos para bicicletas en lugares estratégicos de la ciudad.

El segundo inconveniente, tan determinante como el primero, tiene que ver con la escasa tolerancia que demuestran los conductores de vehículos motorizados con los ciclistas. Un comportamiento que se traduce en no respetar la distancia adecuada con quien guía la bicicleta (1,5 metros) y, por consiguiente, la ocurrencia de accidentes, incluso fatales.

Propuesta

La agrupación dirigida por Peña tiene presencia en todo el país y tiene especial atención en la región de Valparaíso -entre otros motivos- por los constantes viajes de su director ejecutivo a la zona.

Acá, han constatado en terreno que las ciclovías tienen desniveles y están destrozadas en ciertos puntos como el Paseo Wheelwright o , simplemente, no están interconectadas. "Se sabe que en viajes de hasta 8 kilómetros, la bicicleta es el medio de transporte más eficiente. Que no estén conectadas hace que la persona no pueda continuar su viaje y tenga que transitar por la calle, con la inseguridad que hoy existe", reflexiona Peña.

Lo ideal sería que las comunas estuviesen interconectadas de manera eficaz por kilómetros de ciclovías, pero, eso es significa una tarea de largo plazo. Primero, por los costos. Segundo, por la voluntad gubernamental de dar una prioridad mayor a estas iniciativas. Tercero, por el hecho de que al ser proyectos impulsados por los municipios, se dificulta la interconexión con las comunas vecinas.

En ese sentido, considerando que es una alternativa más económica y rápida de implementar, Chile Pedaleando ha impulsado a nivel nacional la implementación de ciclobandas. Éstas son zonas segregadas dentro de las vías vehiculares, que permiten interconectar de forma más natural las comunas. "Así es más fácil la coordinación entre ellas", asegura Peña.

Aunque en el papel y, a juzgar por los favorables resultados en otras latitudes como Norteamérica y Europa es una buena solución, la duda surge a la hora de considerar la reacción de los conductores. Más que mal, significaría una disminución en el espacio para circular que tendrían los vehículos.

Pero acá Peña es tajante, y no duda en decir que el cambio tiene que ir de la mano con la educación y la empatía con quienes se comparte la vía. "Tiene que haber un cambio de switch,a dejar el auto en la casa y atreverse a apostar por la bicicleta", indica.

Hoy no están las condiciones para usar la bicicleta de forma segura como medio de transporte en el Gran Valparaíso, pero con iniciativas como éstas se instala la discusión de lo necesario que es tener estas alternativas. El desarrollo de un país no se mide solamente por su crecimiento económico, ya que la calidad de vida también tiene algo que decir. Lamentablemente, hoy parece que nos hemos olvidado de eso.