Carla Olivares Rojas
Se sabía que la jornada sería tensa en Villa Alemana porque la última semana de campaña los candidatos a alcalde de la comuna se habían dicho de todo. Hubo mofas, hubo anuncio de querellas y publicaciones hechas entre los principales candidatos al sillón, José Sabat y Gianni Rivera.
Ayer anduvieron toda la jornada "pisándose los callos" como se dice en buen chileno hasta que coincidieron pasado el mediodía en el Colegio Nacional Santa Ana donde José Sabat fue a votar y Gianni Rivera concurrió a acompañar a sus candidatos a concejal a emitir su sufragio.
El primero en llegar fue el actual alcalde acompañado de su círculo más cercano, quien recibió los saludos de los vecinos. Sin embargo, en la puerta se encontraba de punta en blanco el ex concejal y candidato a alcalde del Pacto Alternativa Democrática, Alonso Fierro, quien saludó cordialmente al jefe comunal. Intercambiaron algunas palabras de buena crianza y se despidieron.
La votación
Tras la votación, José Sabat se refirió al momento que vive y se emocionó hasta las lágrimas al recordar el apoyo que ha recibido por su esposa, la señora Andrea Srur.
"Desde las 9.00 de la mañana que estuvimos recorriendo los locales, nos encontramos con un fuerte faltante de votantes", dijo el jefe comunal y eso lo atribuyó a las prácticas que ha tenido el mundo político.
Respecto de su adversario, Sabat habló de los adelantos en su gestión y señaló que "cuando uno en 12 años no tiene ninguna ida a contraloría ni a la justicia es porque hay credibilidad. El resto, los insultos que se han hecho, dejo que sea un lamento boliviano. Me hubiese gustado que el resto de los candidatos hubiesen demostrado cuál es su historia de vida, cuál ha sido su aporte a la ciudad. Cuando yo aún no era autoridad, me sentía obligado a hacer aportes a la comunidad y eso hizo que en algún minuto me presentara como concejal y alcalde. Aquellos que se han dedicado a enlodar, a mentir a manchar la imagen de la ciudad y que ni siquiera han sido ciudadanos de acá, los dejo con su envidia y Dios quiera que todo el odio que han repartido, no le repercuta a su familia".
La arremetida
La llegada de Gianni Rivera al Colegio Nacional no fue nada de tranquila. Se encargó de saludar a todos los presentes, -menos a uno-, y fue recibido con aplausos.
Adherentes y asesores aplaudieron a su llegada, generándose un gran alboroto, lo que hizo que la delegada de la junta electoral fuera donde el candidato a pedirle que controlara a su gente. "No les puedo amarrar las manos si ellos quieren aplaudir", dijo Rivera algo molesto y ella amenazó con echarlos si la situación continuaba así.
A la salida, el democratacristiano señaló respecto de Sabat que "de su boca siempre se escuchan palabras soeces y desagradables, pero lo importante acá es que la gente entienda que ese estilo se acabó, el estilo de patrón de fundo ya no existe, la gente quiere un alcalde cercano, un alcalde que dialogue y en eso estamos. De mi boca nunca salió un mal comentario, en cambio, permanentemente nos denostaban, pero no reclamo, estoy enfocado en que la gente escoja al mejor alcalde", dijo.