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Yoga: la disciplina que prende en la sintonía corporal perfecta

Más que rendir un culto al cuerpo, se trata de una actividad física, mental y espiritual donde se logra establecer una conexión con uno mismo. Conozca de un nuevo lugar en Concón donde su práctica lo hará volver… por más. "Ommm".
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Guillermo Ávila N. - La Estrella de Valparaíso

Su cabeza está apoyada sobre el piso, mientras los brazos hacen de piernas, como andamios que sostienen al cuerpo. Si el mundo estuviera al revés, quizás esta sería la postura ideal.

Y ese mundo existe. Al menos para el yoga. 'Sirsasana' se llama aquella postura de inversión capaz de estimular a nuestras glándulas superiores (pineal).

Pero aquí, las emociones fluyen más allá. Enfocarse. Nutrir el vacío espiritual. Decir adiós al estrés. Y ojalá ser feliz.

En estos tiempos en que se vive a contra reloj, ¿será eso posible? Si no lo cree, sólo atine a lo siguiente. Junte las manos. Flexione las piernas. Cierre los ojos. Respire profundo (nariz no boca). Sienta sus pulsaciones. Déjese llevar por la mente…

Quien escribe, también sucumbió -y en coordinación in situ- al reto de entusiasmarse con las 'asanas'. O, que podría ser lo mismo, el cuerpo alineado con la postura correcta. El camino a un nuevo comienzo. Así le llaman. Así convencen.

Aparecida en la India hace 3000 años (algunos hablan incluso de 6000), el yoga ha sido adoptado por Occidente como un bálsamo que pone freno a todo tipo de males.

Es cierto, ya con la mira en épocas más recientes, por ejemplo, en los sesenta, la contracultura de la mano de los hippies puso en órbita mundial las asanas (posturas). Clave fue el 'surya namaskar' o saludo al sol. Algo que hasta el mítico personaje publicitario Don Traper de la serie Mad Men aplicó para así reinventarse en el éxito. Claro, no sin antes entonar con aguda concentración aquel mantra a ritmo de un extenso "om" energético.

Hoy el yoga la rompe. En Valparaíso, el interés ha ido en ascenso. Sólo en Santiago, en 2013, funcionaban alrededor de 140 centros de yoga. Si no cree su auge, ojo: en 2015 las Naciones Unidas decretó el 21 de junio como Día Mundial del Yoga.

En nuestro país, establecimientos la han incorporado dentro del plan de estudios. También como actividad complementaria en jardines infantiles para niños de 3 a 6 años de edad. Incluso muchos centros de yoga ofrecen clases especializadas para embarazadas.

Filosofía espiritual

Ahora, dejamos en claro una cosa, el yoga se ha expandido por el planeta como fitness y no como lo que realmente debería ser: una filosofía espiritual que, practicada desde el cuerpo, encuentra la calma mental.

Y esa es la premisa por la que aboga una instructora viñamarina. Marcela Zamora Zúñiga es su nombre. Desde hace más de ocho años trabaja la disciplina del yoga de cuando laboraba en un consultorio de salud. Pero la conexión le hizo click antes, a los 17 años y con los porrazos de la vida, cuando supo que esto era su hoja de ruta. De autodescubrimiento y conocimiento.

En estos momentos, como en un trance, Marcela está sumergida en un sueño, hecho realidad. Y quien escribe, observa alrededor. A través de un generoso ventanal, se aprecia un deslumbrante exterior: palmeras se mecen en armonía, mientras de fondo suaves rompientes de olas evocan placidez en Playa Amarilla, comuna de Concón.

Al interior del ventanal, una sala minimalista de unos 20m2 permite mayor oxigenación, clave en el manual de esta actividad. A un costado, la imagen de un buda invita a establecer una conexión espiritual con la meditación. La vela morada hace juego con una alfombra lila sobre la que está sentada nuestra guía, mientras se escucha una música hindú, la misma que hubiese hecho deleite al Beatle George Harrison, propicia para la concentración total.

También pegada a la pared hay una 'mandala', que es un tipo de espejo circular en mosaico, en este caso, confeccionado por una de las chicas del yoga. En su centro, el símbolo sagrado con la sílaba del pranam OM, síntesis del universo. Y una planta que destella al verde esperanza. El "Omm" se extiende.

"Nos resulta acogedora y ad hoc con nuestra actividad. Permite que no hayan distracciones". Para Marcela Zamora, quien además trabaja como terapeuta de reiki donde aplica otras técnicas energéticas como radiestesia. Al final, herramientas de conexión con el momento presente. "Se logra canalizar energía sagrada y sanadora desde el universo hacia alguien más", cuenta con la postura propia de un zen.

Las asanas del yoga son ejercicios sicofísicos. Por ejemplo, en la práctica, trabajar con flexiones ayuda a activar el aspecto femenino de la polaridad energética. Con ello, la mente se torna más suave. Así se equilibra la rigidez en los criterios.

También están asanas de activación: inyectan polaridad masculina. Es decir, mayor estabilidad y firmeza, aplicable a psiquis.

Para la tutora, "la práctica de las asanas estimula nuestro organismo de forma positiva". Cada postura masajea, tonifica, oxigena órganos, músculos, fibras, nervios y articulaciones de todo el cuerpo.

En una sesión de yoga, aquí normalmente asisten 15 personas en promedio, como grupo. Todos acatan. Todos se relajan. Llegan tensos y salen nuevos. Se apunta a un público de todas las edades. "Para las tres etapas de la vida", como prefiere llamarlo Marcela Zamora.

Postura correcta

Requiere de músculos tonificados para sostener el esqueleto. De lo contrario, se caen los hombros, comprime el pecho y se pierde la posibilidad de una buena respiración.

Para la instructora de fe cristiana pero mística oriental, la importancia de la respiración en el yoga es clave. Hacerle un correcto uso o el 'pranallama'. El no lograrlo, merma la salud de todos los órganos y genera trastornos emocionales.

Sucede que cada célula del organismo necesita suministro permanente de oxigeno para que funcione al 100%. Con el yoga, se logra alcanzar el principio denominado prana (energía) que está presente en todo lo que existe. También la llama (control). Y no es todo: aprendemos a expandir energía a través de técnicas de respiración.

"El cuerpo físico es la parte más densa de lo que somos. Existimos en otros planos que se alimentan a través de la respiración", acota Zamora. Por eso que lograr una adecuada respiración es indispensable: oxigena, aclara el pensamiento y otorga una mayor resistencia física.

Lo aconsejable es realizar la sesión, que dura en total una hora y quince minutos, con los pies descalzos. ¿La razón? Se obtiene una mejor adherencia al piso y no pierde la estabilidad con los movimientos.

¿Y por qué practicarlo? Para Zamora, resulta claro, como su serena mirada: "Es el momento de conexión con el instante presente en este vehículo físico que sufre los estragos de perderse en el ir y venir de la mente. Pasado y futuro; recuerdos y proyecciones".

Si le interesa ser parte de este purificador estilo de vida, déjese llevar por la buena vibra que aquí se percibe en grande. Horario: lunes, miércoles y viernes de 10 a 11:15 AM. Costo: dos veces por semana, 25 mil pesos. Una vez por semana, 15 mil. Contacto: 82036436. Dirección: Avenida Borgoño, 23032, justo frente a Playa Amarilla. Edificio Playa Paraíso.