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Alumnas eternas no se separan de su profesora

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Salieron de octavo básico hace bastante tiempo (tienen entre 47 y 48 años), pero nada las ha separado de su querida profesora Yolanda Bustamante, que el próximo 4 de diciembre estará de cumpleaños.

Son las ex alumnas de la Escuela 15 de Viña del Mar, que sólo por el cariño que le tienen, siguen juntándose con ella una vez al mes. "El próximo 26 de noviembre nos juntaremos de nuevo con ella para compartir un almuerzo. Algunas van a viajar de Santiago sólo para esto, porque de verdad que la queremos mucho. Ahora somos mamás, papás y algunas hasta tienen nietos, pero la seguimos viendo por el reconocimiento de todo lo que nos dio y enseñó", explica Carolina Ormeño, una de las ex alumnas.

"Hoy está jubilada, tiene dos hijas, pero todas nosotras también lo somos.

Esta jubilada, nosotros estmaos pendiente de ella, dos hijas tiene. Fue una muy linda época de nuestras vidas y ahora hasta conoce a las familias que hemos formado. Fue una excelente profesora, con vocación, por eso la cuidamos y estamos en constante contacto", agregó feliz.

Chef porteño integró staff de lujoso crucero culinario

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"Hemos hecho desde sopaipillas hasta cordero, pasando por langosta, productos al pil pil, parmesanos, salsa verde e incluso realizamos un asado chileno hasta con longanizas de Chillán, así que ha sido muy completo, siempre llevándolo a un nivel internacional, más gourmet, pero cuidando que no deje de representar a la comida típica nuestra". Así describió el chef porteño, Adolfo Precht, su experiencia como integrante del staff culinario del crucero "Silver Explorer" que esta semana recaló en la ciudad de Valparaíso luego de realizar una travesía que se inició el pasado 31 de octubre en Guayaquil (Ecuador) y que tuvo como finalidad que sus pasajeros conocieran la cultura y tradiciones gastronómicas de Sudamérica.

Precht, quien es instructor de las carreras de Hotelería, Gastronomía y Turismo del Liceo María Luisa Bombal de Valparaíso, fue invitado por la compañía norteamericana Silversea Cruises para preparar una variedad de platos nacionales, además de dictar charlas, realizar demostraciones y degustaciones de vinos chilenos, durante la travesía culinaria que se prolongó por dos semanas.

Lo que se pide para las fiestas de graduación

Productores de eventos explican que los cursos quieren ambientes separados de los padres y harto cotillón. "Ya parecen matrimonios", dicen.
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Cinthia Matus O.

La fiesta de graduación, que despide para siempre la enseñanza media, es uno de los momentos más emotivos para los estudiantes. Es por eso que tanto padres como apoderados, se dedican con tiempo a buscar la mejor opción del mercado.

En este sentido, la alternativa más solicitada es la de contratar una productora que se encargue de todo. Es decir, de la cena, la música y los detalles como tener una cabina fotográfica o cotillón.

Kathy Silva, que lleva más de ocho años trabajando con "Graduaciones Doña Anita" en Olmué, señala que para este 2016, la tendencia es que en el recinto existan dos ambientes: uno para padres y otro para los jóvenes. "Para los colegios es una de las cosas más importantes porque después de compartir la cena, todos quieren bailar y pasarlo bien. Así que en el recinto se preparan dos salones para que tanto los papás como sus hijos disfruten. El ambiente de los chicos se diferencia por la música reggaetón y el flúor, que es una persona que los está pintando en la noche para que con la iluminación se vean las figuras que se hacen en el rostro y cuerpo. El de los papás es de su onda, con música de su época. Después se unen para los momentos de cotillón y baile entretenido", explica.

Casi matrimonios

Franco Ferj, deejay y también productor de eventos en Villa Alemana, declara que las fiestas se están pareciendo cada vez más a los matrimonios. "Los colegios contratan un pack que incluye todo, las fotos, el video, el baile especial y una cena de lujo. Por eso se están pareciendo harto a los matrimonios porque además de todo eso, se hacen shows con temáticas en donde salen personas disfrazadas de personajes de películas y animan la fiesta. También la cabina de fotos que está muy de moda ¡y hasta el limbo!", declara.

La otra opción que también se está dando este año, es la de contratar las dependencias de una discoteque para celebrar simbólicamente que esa es la última noche en que se es escolar. "La típica tendencia es que para fin de año se arriende un lugar para que, con vestidos de gala, se cierre una época. Pero lo otro es que la gente vaya a la disco. Como por lo general los chicos tienen entre 17 y 18 años, muchos de ellos no han ido, entonces en vez de hacerlo en local, van a la disco como una de sus primeras experiencias", detalla Rick Valenzuela, del Club Karma en Valparaíso.

Terno con zapatillas

De esta manera, los jóvenes pueden tener a su disposición una discoteque, sin que nadie más los moleste. "Como las discos se abren prácticamente de jueves a sábado, éstas fiestas se hacen martes o miércoles cosa que no se topen con los días ni con la gente mayor de la disco normal. Así los padres se ahorran de juntar plata, de hacer algo un poco más elegante y los estudiantes tampoco están preocupados del traje o nerviosos porque simplemente es un carrete con el colegio entero", aseguró.

No obstante, si el curso prefiere la fiesta, Kathy Silva manifiesta que el traje o vestido que se usa ahora es mucho más relajado. "Antes era todo más formal, pero los jóvenes incluso van de terno blanco y zapatillas y las chicas con vestidos cortos y colores bien llamativos y veraniegos", comentó.