Drama de lolo de Placilla que quedó tetrapléjico por una bala
Uno de sus agresores salió antes de la cárcel y amenazó a la familia. Tampoco le han pagado indemnización decretada por el tribunal.
Con la sensación de lograr justicia a medias está una atribulada familia de Placilla.
Durante las Fiestas Patrias de 2013, Mauricio Alejandro Vega Castillo, fue a una celebración a una casa de Placilla Viejo, donde se produjo una riña entre dos asistentes. El no estuvo implicado. Minutos después de retirarse, uno de los pendencieros regresó a la fiesta con un familiar armado, el que por encima de una reja disparó hacia el grupo.
Lamentablemente el tiro dio en la región cervical de Mauricio, que ingresó de extrema gravedad al Van Buren, donde se mantuvo en la UCI con riesgo vital por casi un mes. Allí se confirmó el lapidario diagnósico: el disparo le provocó una tetraplejia espástica, que no le permitiría jamás mover sus extremidades del cuello hacia abajo. Allí comenzó un largo proceso de recuperación que lo mantuvo casi un año en el centro asistencial. Fue derivado a su domicilio con un respirador artificial, para posteriormente entrar a rehabilitación por un tiempo en el instituto Teletón.
En el aspecto legal la policía detuvo al autor de los disparos y a dos cómplices, entre ellos una mujer. Los varones fueron a la cárcel, pero el autor material del disparo acaba de salir a la calle.
Amenazas
En el juicio, el abogado de Mauricio pidió 10 años de cárcel, pero finalmente lo condenaron a cinco años, pero tras un año y medio de reclusión consiguió la libertad. "Me enteré tres semanas atrás cuando este tipo, acompañado de su hijo, fue a mi trabajo y me reclamó porque no acepté la oferta que me hizo en el juicio, de recibir medicamentos y traslados gratuitos en vehículo a mi hijo. Me hizo gestos obscenos asegurando que jamás pagaría una indemnización, y también hizo el ademán de sacar un arma. Me dijo 'te voy a matar a ti y a toda tu familia'", afirma Ana Castillo, madre de la víctima, que afirma hubo varios testigos del incidente.
Añade que hubo un segundo episodio de amedrentamiento del sujeto, con amenazas de muerte hacia su nuera que iba con sus hijos. Ana sostiene que hizo la denuncia a Carabineros y la Fiscalía. "Carabineros no hace las rondas periódicas, dicen que no tienen tiempo, que consiga una orden de alejamiento o que tome la justicia en mis manos, lo que es insólito", asevera la mujer.
Otra situación que ofusca a la familia es que no se ha cumplido el dictamen del Tribunal Oral en Lo Penal, que condenó al responsable del hecho al pago de 10 millones de pesos como indemnización por las lesiones graves gravísimas. No se ha cancelado un peso. "Mi hijo debe tomar medicamentos especiales de por vida, tener útiles de aseo, cremas anti escaras y necesita más rehabilitación porque no estira las piernas. Se las debemos amarrar para sacarlo en silla de ruedas". Estima que por último debieran cancelar la deuda en cuotas. "Nunca imaginé que el autor principal y confeso saliera antes. Debiera pagar en cárcel como corresponde ya que dejó a mi hijo preso en su propio cuerpo". Por las amenazas y los gastos ocasionados por el estado de Mauricio, la familia puso en venta su propiedad.
"Siento rabia, impotencia y pena que este tipo haya salido libre y se esté riendo de nosotros. Mi mamá tiene dos trabajos y no alcanza para mis medicamentos, no tenemos ayuda de nadie y me da pena ver a mi familia sufrir. Sufro trastornos del sueño, crisis de pánico, depresión y hasta he pensado en el suicidio. Se esfumaron todos los sueños que tenía. Lo único que pido es una justicia verdadera", manifestó angustiado el joven Mauricio de apenas 26 años.