Espinel y sus "chiquilines" se quedaron sin bencina al final
Wanderers no pudo imponer sus términos ante un Huachipato que con mayor ambición -y un mejor fútbol- se llevó los puntos desde Playa Ancha.
Era el último partido de Wanderers en condición de dueño de casa y, de ganarlo, las posibilidades de alcanzar uno de los ocho cupos que tendrán los equipos chilenos en los torneos internacionales del próximo año eran realmente grandes para el Decano. Sin embargo, para alimentar tales ilusiones, había que superar física y futbolísticamente a Huachipato. Y en ambas faenas, los "chiquilines" de Eduardo Espinel... fallaron.
Y es que el 2-0 en favor de Huachipato resultó tan justo como inapelable, independiente a lo señalado por el técnico caturro, quien, al parecer vio "otro" partido al asegurar que su equipo jugó todo el segundo tiempo en el arco rival, lo que si bien, habría que analizarlo... no se condice con las múltiples llegadas que tuvieron los acereros, al margen del tanto marcado por Omar Merlo en el minuto 58 de partido.
De ese "mejor" segundo tiempo wanderino, sólo apuntamos -como llegada clara- la impresionante volea de Matías Fernández, tras un centro llovido desde el sector izquierdo, que provocó una gran reacción con el pie del golero Lampe. Las otras... que no fueron tantas, sólo aproximaciones.
Huachipato por su parte tuvo varias, partiendo por los dos cabezazos que falló -a boca de jarro- el paraguayo González en el primer tiempo y las posibilidades que se generó Angelo Sagal, que complicó con su velocidad.
Lo de Wanderers, poco. El elenco porteño no hizo un buen partido y sumó su cuarta derrota de la temporada en casa (antes había caído ante Antofagasta, Everton y la Unión Española), lo que no dejó para nada conformes a los hinchas. Además, la falta de variantes se hace más que evidente y tras el cierre de torneo ante O'Higgins (el viernes 9), los dirigentes tendrán que abocarse de lleno a reforzar un equipo que al parecer... se ha quedado sin bencina.