Secciones

Con dardos y cerbatanas controla a perros

Luis Samuel Molina utiliza esta milenaria técnica para poder ayudar al control y tratamiento de perros asilvestrados a lo largo de todo Chile.
E-mail Compartir

Sebastián Paredes C.

Luis Samuel Molina asegura que en sus 42 años nunca ha salido de Chile, pero que su técnica la replicó de modelos europeos.

Y es que el hombre oriundo de Chillán, pero que es un viajero constante a lo largo de todo Chile, utiliza la milenaria técnica de la cerbatana y los dardos para poder capturar a perros asilvestrado o a quellos que requieren algún tipo de tratamiento médico con suma urgencia.

En conversación con el diario La Estrella de Valparaíso, Molina asegura que es la única persona en Chile que ocupa esta técnica para ayudar a los animales. "Lo he hecho durante años. Yo fabrico mis propias cerbatanas y mis dardos y me asesoro con algún veterinario".

El experto agrega que lo contactan "desde municipios hasta grupos animalistas, cuando se les hace difícil el control de algunos animales, no sólo perros".

Molina afirma que decidió dedicar gran parte de su tiempo a esto porque "sentía que nadie hacía esta labor. Mi idea no es eliminar al animal como muchos lo hacen, sino que darle una nueva oportunidad para que sea adoptado o viva tranquilo. Me decidí a hacerlo porque también me di cuenta que algunos cobraban hasta 140 mil pesos por disparar un dardo y eso no está bien. Yo cobro entre 20 y 25 mil y sólo es para gastos de transporte desde Chillán y algo para el veterinario que me acompaña. Me interesa ser una ayuda, ser una solución".

Técnica

Luis Samuel Molina señala que no es fácil dominar la técnica de la cerbatana y los dardos.

"Tienes que calcular muchos factores que pueden influir en tu disparo, como por ejemplo el viento y la capacidad de soplo de la persona que usa la cerbatana. Un principiante puede disparar un dardo a seis metros aproximadamente, mientras que alguien con más experiencia y ayudado por el viento puede llegar a los 20 metros. También es importante en qué sector del animal disparar, ya que si el dardo penetra en algún órgano le puedes causar daño o hasta matarlo. La intención es siempre que el animal esté en las mejores condiciones posibles, por eso no uso rifles, porque con ellos siempre puede pasar algo de más o caer en manos de personas que no saben manejarlos".

Quinta Vergara

Luis Samuel Molina señala que uno de sus casos más emblemáticos es el que llevó a cabo en la Quinta Vergara de Viña del Mar. Allí una agrupación animalista lo contactó para poder cazar a Ojitos, un perro que tras sufrir un accidente en uno de sus ojos no permitía que ningún humano se acercara a más de cinco metros.

"Pasó mucho tiempo con el ojo malo y no permitía que lo tocaran. Estaba grave y necesitaba atención, pero no se dejaba"; señaló Molina, quien agregó que "le lancé un dardo con anestesia y después de correr por un tiempo se quedó dormido y lo pudimos atender. Son ese tipo de cosas las que hacemos y creo que mi amor por los animales me ha llevado a pasar más tiempo preocupado de ellos que de las otras cosas que hago".