Sebastián Paredes C.

Katherine Solís es la presidenta de la junta de Vecinos N°42 A, que comprende los sectores de Los Ventisqueros y San Rafael de Playa Ancha.

Hace ya varios meses que Katherine y los demás vecinos de la calle Cabrería han dejado en manifiesto su inconformidad con la garita de la línea 602 de la empresa Central Placeres que se encuentra en el sector.

Y es que según denuncia Katherine Solís y otros vecinos "la situación es insoportable. Recién el lunes pasado dejaron una micro sin enganchar y botaron una barrera; ahí está todavía la barrera tirada, nadie hace nada".

Los reclamos no son sólo por los hechos que ocurren en los alrededores de la garita, sino que también con algunos de los choferes. "Algunas veces las micros van pasadas a trago o marihuana. A nosotros nos consta que hay algunos que compran droga en el mismo sector y nosotros tenemos que estar expuestos a todo esto", agrega con rabia Katherine Solís, quien señala que "más encima muchos no llegan hasta donde termina el recorrido, sino que mucho antes les dicen en no muy buenos términos a los pasajeros que se bajen y por lo mismo, muchos han sido víctimas de robos y asaltos".

Una de las afectadas por estos hechos fue Priscilla Osorio, a quien uno de los micreros le chocó su auto Chevrolet Sail.

"Estaba estacionado y me lo chocaron por detrás. Nadie hizo nada y nadie dio la cara. Puse una demanda, pero no pude seguir porque no tenía los medios, es decir, salí para atrás con todo estoy y ellos no hacen nada", señaló Priscilla al diario la Estrella de Valparaíso.

"Hemos estado en reuniones con los dueños de la línea y la empresa. Prometen que tomarán medidas, pero en todo este tiempo aún no pasa nada y eso que las reuniones partieron en agosto. Estamos chatos y cansados y la próxima semana iniciaremos nuevas acciones legales para que definitivamente saquen esta garita de acá", señaló Katherine Solís.

La Estrella de Valparaíso intentó tomar contacto con los dueños de la empresa sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no se obtuvo una respuesta por parte de ellos.

300 choferes aproximadamente trabajan en la garita. "No todos son malos", dicen los vecinos.