Conozca las clases que personas de la tercera edad hacen a escolares
Aunque no son una alternativa remunerada, hacer tutorías a estudiantes puede ser beneficioso tras la jubilación.
Jonás Romero Sánchez
Existe una interrogante mayor para aquellas personas que, en Chile, cumplen con su edad de jubilación.
¿Optar por el descanso o intentar matenerse activo con trabajos y actividades?
La primera alternativa remite a la discusión sobre el monto de las pensiones, y la segunda muchas veces no llega a ser una oportunidad.
Según cifras del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica, entre 2020 y 2050 en Chile se duplicará la cantidad de mayores de 60 años, pasando a 6,4 millones.
Pero, como destaca el diario Pulso, la tasa de participación laboral es "especialmente baja" a esta edad. Incluso, los mayores de 65 años ganan 28% menos frente al ingreso medio para el total de ocupados. Y para mujeres mayores de 60 años, el escenario puede ser peor.
Y, aunque todavía no son remuneradas, existen alternativas voluntarias para quienes deseen mantenerse activos.
Voluntarios
Desde hace algunos años, el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), entidad dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, ha desplegado el programa de voluntariado Asesores Senior, iniciativa orientada a que personas mayores entreguen apoyo escolar a niños y niñas de familias vulnerables de distintos lugares del país, en ramos donde tengan competencias.
En el comunicado emitido por el servicio, Rubén Valenzuela, su director, apuntó los beneficios que persigue el proyecto.
"En esta iniciativa se encuentran dos generaciones, lo que permite que puedan compartir y traspasar sus experiencias. En el caso de los mayores, ellos demuestran que son un aporte para la sociedad y contribuyen a que los niños mejoren sus capacidades escolares", sostiene.
Menos depres
Además del director del Senama, otros expertos realzan los beneficios de que los adultos mayores se relacionen con escolares, tras la jubilación.
Sandra Pérez, docente de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad del Pacífico, señala que "el cuidado ocasional de un niño es un estímulo para los adultos mayores, porque con eso se reconoce su utilidad y se sienten considerados y valorados, lo que es muy importante en este ciclo de vida".
Por último, Pérez destaca que, esta actividad puede disminuir los riesgos de padecer enfermedades asociadas a la vejez.
"Se ha visto que para los abuelos esta relación tiene un efecto psicológico importante, pues quienes tienen una estrecha relación con sus nietos, por ejemplo, suelen padecer menos depresiones, puesto que se sienten amados, influyendo directamente en su felicidad", dice.
474 niñas y niños del país recibieron tutorías a través del programa del Senama, en 43 comunas, en 2016.