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Desconocido baleó en el rostro a joven de 22 años

Alcanzó a cubrir su cara con su brazo derecho, el cual le quedó practicamente destrozado.
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Sebastián Paredes C.

Internado en el hospital Carlos van Buren en estado grave, se encuentra el joven de 22 años identificado con las iniciales L.F.M, quien la noche del lunes sufrió un cobarde y violento ataque por parte de un desconocido.

Los hechos ocurrieron específicamente a eso de las 23.30 horas de la noche del martes, cuando L.F.M transitaba a pie por la Avenida Bernardo O'Higgins del cerro San Roque.

Sin previo aviso, al llegar a calle Jorge Kenrick y tras sentir un violento frenazo de un automóvil que viajaba a alta velocidad, el joven de 22 años vio como un sujeto desconocido a rostro descubierto le propina a quemarropa un balazo a matar a la altura del rostro.

L.F.M sólo atinó a cubrirse el rostro con su brazo derecho, sin embargo de igual manera cayó tendido al suelo debido al impacto del proyectil.

Cuando estaba malherido vio cómo su desconocido agresor subía nuevamente al auto desde donde descendió y se daba a la fuga.

Alertados por el disparo los vecinos del sector llamaron en forma rauda a carabineros, quienes llegaron hasta el lugar. Al ver la magnitud de las lesiones del joven de 22 años, efectivos policiales solicitaron la presencia de una ambulancia en el sector para trasladarlo lo antes posible al malherido joven, quien tiene domicilio en el sector, hasta la urgencia del hospital Caros van Buren de Valparaíso.

Una vez en el recinto asistencial se determinó que L.M.F de 22 años presentaba lesiones de carácter grave en su rostro a la altura del labio inferior, mientras que su brazo derecho, a la altura del codo, quedó prácticamente destrozado. Fue el mismo brazo que utilizó para cubrirse el rostro cuando vio el inminente ataque de su agresor.

El fiscal de turno determinó que la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones adoptara e procedimiento y comenzara la realización de las primeras pericias para tratar de dar con el autor del disparo que casi acaba con la vida de L.M.F.

Hasta el momento no se ha podido dar con el paradero del autor del disparo y determinar si es que iba solo o acompañado. Tampoco se saben los motivos que originaron el ataque.

sebastian.paredes@estrelalvalpo.cl

Olor a fecas inunda la Inspección del Trabajo

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Paradojalmente, pésimas condiciones laborales aseguran estar viviendo los trabajadores de la Inspección Regional del Trabajo de Valparaíso quienes denuncian que la rotura de la cámara de aguas servidas tiene inundado uno de los subterráneos y el archivo de la institución.

Fue a eso de las 14.00 horas del lunes cuando se percataron de un olor nauseabundo a aguas servidas al interior del edificio ubicado en calle Brasil.

Marcela Fernández, dirigente de la Asociación de Funcionarios señaló que son alrededor de 30 funcionarios afectados y que es pasado el mediodía cuando se siente más el olor.

"Muchos usuarios llegan al mediodía, esto se llena y con el calor el olor es horrible, ayer era tremendo. No podemos usar los baños para el personal ni para los usuarios", señaló la dirigenta.

Ayer fueron visitados por un prevencionista de riesgos quien entregaría un informe a la jefatura que determinará si se mantiene la atención o es necesario suspenderla.

Falta mantención

Los funcionarios aseguran que se trata netamente de una falta de mantención porque cada cierto tiempo pasan por esta misma situación.

"Las bombas no funcionan hace 30 años y funciona por gravedad, hace un tiempo teníamos guarenes que recorrían en edificio", relató uno de los afectados. En el subterráneo inundado se encuentra el archivo que podría perderse en caso de continuar esta situación y conexiones eléctricas por lo que está prohibido el acceso a ese lugar.

"Nuestro deber es brindar atención a los usuarios, pero tenemos que resguardarnos a nosotros y a ellos. Cuando tenemos estos problemas se ha dado solución a la contingencia, pero esto vuelve, da la impresión que no es algo definitivo y la cámara de los residuos sigue colapsando", sostuvo Marcela Fernández.

Las soluciones entregadas fueron la apertura de las ventanas, el traslado de una funcionaria embarazada y en caso de que un funcionario quiera ir al baño, acudir al quinto piso del edificio vecino donde está la dirección regional.

"Lo insólito es que si esto ocurre en el restaurante del frente, tengo que ir a clausurarlo hasta que no haya una solución definitiva y nosotros tenemos que seguir aguantando trabajar así", reclamó otro funcionario.

Junto con lamentar lo ocurrido, Miguel Jiménez, director (s) de la Inspección del Trabajo señaló que esperan subsanar la situación lo antes posible.

"El problema fundamentalmente es para nuestros funcionarios, pero no ha habido mal olor porque el problema es en un segundo subterráneo. La empresa llega a trabajar hoy y esto se soluciona, esto es puntual", dijo.