Carla Olivares y - Nicole Valverde
Viento. Todos corren, los ojos se llenan de tierra y humo, dan ganas de llorar y el viento sigue arrastrando pequeñas partículas que se pegan en los ojos. Mucha gente tiene la cara tapada, corren despavoridos, algunos con niños, otros con animales y otros con muebles.
Los vehículos de emergencia hacen malabares para esquivar los pequeños autos de la gente que quiere irse y de otros tantos que quieren llegar a ver a sus familias, sus animales y sus casas.
El bandejón central se transforma en un tremendo obstáculo y nadie lo respeta, autos pasan de un lado a otro, a veces avanzan en contra del tránsito y otras a favor, algunos lo hacen con precaución y otros con desesperación. Todo es un caos mientras el viento sigue arrastrando el humo y las llamas.
En una silla llora una mujer junto a sus pertenencias, no sabe nada de sus hijos ni de su casa, está desolada, desesperada, todos la intentan consolar mientras a unos metros, una mujer se enfrenta a otra, no está claro el motivo, pero gritan y quieren pegarse combos, las tratan de separar hasta que una toma una enorme piedra y se la quiere tirar por la cabeza. De un lado y de otro logran calmar los ánimos.
En la vereda un hombre llora abrazado a su perro, le acaban de informar que perdió todo, nada lo consuela, algunos intentan darle palabras de ánimo mientras el perro cuida celoso que nadie se le acerque en ese complicado momento.
Los bomberos están casi de brazos cruzados, miran como se acercan las llamas y no tienen una gota de agua en los grifos. "Han llegado 50 camiones entre aljibes y carros bomba de Villa Alemana, Quilpué y Viña, con eso hemos ido controlando, pero la red está seca", comentaba un voluntario.
Ese era parte del panorama que se vivió la tarde de ayer en la parte alta de Playa Ancha, en Valparaíso, luego del incendio forestal que partió pasadas las 15.00 horas frente al Parque Quebrada Verde, en el camino a Laguna Verde, y que al cabo de una hora ya había alcanzado viviendas en los sectores de Pueblo Hundido y Puertas Negras, en la parte alta de Playa Ancha.
Las cifras
Según el balance entregado por el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, un total de 100 viviendas fueron destruidas por el fuego durante la jornada de ayer, la mayoría en el sector de Puertas Negras, el más afectado.
La Oremi decretó en el sector la evacuación preventiva de unas 400 personas, aunque muchas de ellas habían comenzado previamente a sacar sus enseres, ante el avance arrasador del fuego, alimentado por ráfagas de viento que promediaban los 60 kilómetros por hora. Esto, sumado a las altas temperaturas de la tarde y la sequedad de los pastizales, fue la combinación perfecta para que el incendio creciera en pocos minutos.
Tras presidir la reunión del Centro de Operaciones de Emergencias (CEO), que convocó a todas las autoridades de la comuna, el intendente Gabriel Aldoney aclaró que el incendio comenzó en el sector de El Plateado, camino a Laguna Verde, y que alrededor de 500 viviendas del entorno estuvieron bajo riesgo.
Respecto a las personas lesionadas, el subsecretario Aleuy reportó que son 19, 16 de ellos con problemas respiratorios por inhalación de humo y tres bomberos con contusiones.
"Vamos a trabajar hasta que tengamos certeza absoluta de que el incendio esté apagado y controlado. Actualmente nos ha informado Bomberos que el sector de viviendas prácticamente está siendo contenido. Pero ha rebrotado el barrio ecológico, que es el mayor riesgo que tenemos hasta el minuto", precisó el intendente Aldoney, en relación a una comunidad ecológica de alrededor de cien personas, ubicada en el camino a Laguna Verde, y que fue la primera en ser afectada por las llamas y evacuada del sector.
Investigación
Personal de la Fuerza Aérea se hará cargo del resguardo del único albergue (Polideportivo de Playa Ancha) y los otros dos centros de acopio de enseres, con el fin de liberar a Carabineros en la labor del orden público.
Mientras que la Fiscalía de Valparaíso determinó que la Brigada de Delitos Ambientales de la Policía de Investigaciones se haga cargo de la investigación que aclare las causas del incendio.
El alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, manifestó que "son precisamente los sectores más alejados del plan, los sectores más excluidos los que sufren siempre el avance inclemente de los siniestros. Para ellos, toda mi solidaridad".
"En conjunto a las demás autoridades de emergencia, la municipalidad de Valparaíso -a través de su Departamento de Emergencia- puso a disposición todos los elementos de emergencia necesarios para que Bomberos haya realizado su labor. Pusimos a disposición cinco camiones aljibes. Nos apersonamos en terreno para coordinar la medidas de emergencia con la Intendencia, Gobernación, Carabineros, la Armada y la Onemi".
La municipalidad de Viña del Mar también colaboró con camiones aljibe para abastecer a los aviones y helicópteros que ayudaron a combatir el incendio.
Según precisó el subsecretario Aleuy, en la emergencia colaboraron 49 unidades de bomberos, provenientes de las ciudades de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana, Quintero, Quillota, La Cruz, La Calera, Olmué, Puchuncaví e Hijuelas. Asimismo, operaron 5 brigadas de Conaf y 10 aeronaves aljibe (siete helicópteros y tres aviones).
La emergencia obligó a la Onemi a decretar Alerta Roja para Valparaíso.
Grifos sin agua
Uno de los problemas que se repitió en las poblaciones de Puertas Negras y Montedónico, amenazadas por el fuego, fue la falta de agua en los grifos, lo que hizo desesperar a los vecinos. Aunque el comandante de Bomberos Rodrigo Romo señaló que se trabajó con recursos hídricos de la institución y en coordinación con Oremi y Esval, fue evidente en distintos puntos que no había presión de agua en los grifos y que los voluntarios por momentos no tenían con qué apagar el fuego. De hecho, los vecinos hicieron cadenas humanas para llevar agua en baldes hasta las casas.
La concejala Zuliana Araya, quien muy nerviosa recorrió los pasajes del sector de Puertas Negras apoyando a los vecinos, participó en una de esas cadenas.
"Esto a mí me mata, lo he vivido ya tres veces y me acuerdo de lo que pasó en Rodelillo, en el cerro La Cruz y revivo todos los gritos y la desesperación de la gente", dijo temblorosa mientras los vecinos se le acercaban a buscar algún tipo de apoyo.
"Todos dicen que no hay agua, los grifos están secos. ¿Sabes cuánto he peleado por los grifos? El municipio paga a Esval la mantención, no hay agua en los cerros, en la población no hay nada de agua, están todos secos y es mi pelea desde que inicié mi primer periodo", reclamó la concejala.
Al respecto, la empresa sanitaria informó que "tras el corte preventivo de energía eléctrica en la zona, se registró una baja en los niveles de los estanques de agua potable, por lo cual Esval activó sus grupos de respaldo eléctricos para mantener la continuidad del suministro de agua en la zona afectada. Hasta ahora - agregaba ayer el informe -, sólo en Montedónico no se ha podido recuperar en un 100% el nivel del estanque, por lo cual se registra intermitencia en el servicio.
Personal de Esval se mantenía ayer en terreno apoyando la labor de emergencia. "En estos momentos, la prioridad operativa de Esval está concentrada en que la zona afectada tenga la mayor cantidad de agua posible para las labores de extinción del fuego", dijo el gerente de clientes de Esval, Cristian Vergara.
Ayuda en cadena
Avenida Baden Powell es la calle principal del sector y donde se instaló una piscina en que carros y camiones aljibes depositaban miles de litros de agua. Los vecinos buscaron tarros y se comenzó una ayuda en cadena donde participaron hombres y mujeres, además de la concejal Zuliana Araya y el párroco de la Parroquia Buen Pastor, Víctor Godoy.
"La gente busca contención, está desesperada, estamos apoyando a las familias que están más afectadas. Yo estoy hecho pedazos con esto. El incendio se veía tan lejos y en un dos por tres llegó acá, el padre Víctor está ayudando con el agua y del obispado se están organizando con Caritas Chile", dijo el padre Maurice Alvarado.