Teléfono fijo: el "milagro" que transportaba la voz nació en Valpo
En 1880 calle Prat recibió a la Compañía Chilena de Teléfonos Edison. De ahí una expasión que cruzó el mar y que hoy resguarda en Telefónica un viñamarino.
No sólo la televisión, la radio, el diario, y el fútbol tuvieron su primera vez en Valparaíso: la telefonía también. Fue en 1880 cuando la Compañía de Teléfonos de Edison nació, e instaló las bases de lo que sería CTC Chile y hoy Telefónica Chile.
La historia -que suma ya 136 años- es rica en detalles y sabrosa en anécdotas. Dice el relato urbano que en algún momento llegaron a existir dos teléfonos para la larga distancia directa en Valparaíso, uno para contactarse con Inglaterra, y otro con Suecia: no había más opción.
Quien conoce la historia al dedillo es Roberto Muñoz, gerente general de Telefónica Chile, y quien carga con la emoción de ser un hijo de la Región de Valparaíso. Un dato extra, en Telefónica lo contrató en 2001 otro viñamarino, Felipe Gómez, hoy gerente general de Sony en Chile.
Criado en el barrio Miraflores de Viña del Mar, ex alumno del Mackay, Muñoz ha hecho su vida laboral en la ex CTC. Lideró áreas de marketing, ventas y planificación estratégica, y viajó a España donde fue responsable de las área de Estrategia e Innovación de Telefónica Internacional. En 2012 fue nombrado CEO de Telefónica en Chile, y más tarde se ubicó con propiedad en el piso 30 de la torre Telefónica a metros de Plaza Italia de Santiago.
Hoy es gerente general de la compañía que posee más del 50% de los suscriptores domiciliarios de telefonía en todo el país.
Ahí en su oficina, es donde la compañía guarda el patrimonio de la telefonía en Chile, esa que termina por ser la base del tráfico que hoy -sólo en Telefónica- genera 16 millones de llamadas diarias.
Los inicios
El teléfono fue patentado en 1876 por Alexander Graham Bell. Fue uno de los avances revolucionarios del último cuarto del siglo XIX.
A Chile llegó de la mano de José Dottin Husbands, quien tras firmar un acuerdo con Edison en Nueva York, vio en Chile un lugar para comenzar a instalar el negocio. Traía un micrófono de carbón inventado y patentado por Edison, el mismo de la ampolleta y el fonógrafo.
Husbands se instaló en calle Prat 73, ahí acomodó una oficina central tan buena como las que estaban en Estados Unidos. Así transmitió desde el país del Norte noticias, servicios religiosos y hasta conciertos. Había que dar cuenta del "milagro que transportaba la voz".
El 28 de abril de 1880 se realizó un llamado entre Santiago y Valparaíso, y ahí todos terminaron de cautivarse del servicio. Siete años más tarde, un cable uniría en 145 kilómetros ambas ciudades.
Valparaíso y Santiago concentraban el 46% de la población urbana por esos días, pero Valparaíso cumplía con el perfil de tener "hombres de negocios". Acá había casi 100 mil habitantes, se hablaba en numerosos idiomas, circulaban varias monedas, y la necesidad de comunicación cada vez más rápida era imperiosa.
Así Husbands clamó los derechos exclusivos de explotación, y los logró en abril de 1880 al gobierno de Aníbal Pinto. Tenía 8 años para instalar su empresa, dotar de teléfonos a la población, y entregar en solitario su servicio.
El Palacio de la Intendencia de Valparaíso fue la primera oficina pública en tener el servicio, pero meses antes empresarios de la zona ya lo tenían. Igual que bomberos, e instituciones como el Club La Unión, el Café de la Bolsa, dos médicos, y un dentista. Los primeros clientes ingleses y norteamericanos. El primer listado tenía 46 abonados, 27 de ellos a través de una central, 5 con líneas particulares -sólo podían hablar entre sí- y otros 14 en espera. Los números luego aumentarían, y también la exigencia. Se necesitaba persona en la central, ahí llegaron las telefonistas.
Telefonistas
Los llamados necesitaban de una telefonista. Alguien tenía que -literalmente- conectar los cables. Roberto lo explica: "Las centralitas y conmutadores manuales fueron parte icónica de la expansión de la telefonía fija en Chile. Las centralitas manuales permitieron establecer las redes telefónicas tanto a nivel local como internacional".
Acá es donde la imagen se trasforma en realidad. "Estas responden a un tipo de tecnología electromecánica que debía ser operada por una telefonista, que insertaba en una entrada la clavija que unía la llamada del emisor con el receptor".
La primera central prestaba servicio a 21 abonados y 8 líneas telefónicas individuales compartidas por 2 o más abonados.
En 1980 fueron reemplazadas por el discado directo, sin embargo, en 1985 aún había cerca de 25 mil líneas de conmutación manual mayormente en regiones, las que se mantuvieron hasta comienzos de los 90', con el inicio de los multicarriers.
Esta fórmula transformaba a la operadora en vital en casos de emergencia. Ante saturación de peticiones, ellas eran quienes, sobre todo en las zonas rurales, debían informar catástrofes, comunicar noticias, conectar a familiares a partir de datos imprecisos.
Esta vocación de servicio también quedaba de manifiesto en situaciones como un terremoto o temporal, en que ellas se presentaban voluntariamente a sus puestos de trabajo.
Locura por el teléfono
La década de los 60's se inicia con una verdadera modernización de la industria telefónica a través de fuertes inversiones en terrenos, equipos, edificios, cables, teléfonos, etc.
A pesar de que se registraron fuertes avances ligados a la expansión de la telefonía fija, en este período (50, 60 y 70) las listas de espera para conseguir un teléfono se prolongaban por varios años.
En 1985 los índices continuaban mostrando un retraso importante. Mientras los chilenos tenían 6 líneas por cada 10 habitantes, en Uruguay había 12 y en México 9 de cada 10.
Durante la segunda mitad de los 80's aparecen las grandes instalaciones de redes. En este nuevo escenario, la línea ya no se extendía de punto a punto (central-casa), sino que el cableado salía desde la central, llegaba a un "armario" y desde ahí se repartía a varios hogares. Ahí, la expansión fue total.
Así estamos hoy
Del teléfono fijo, migramos al celular y el smartphone cada año debe ser reemplazado. Hoy estamos en la llamada 4.5G, una tecnología que llegó para quedarse.
Esta velocidad de tráfico de datos no sólo permite ver videos en calidad HD en los smartphones, sino que sumarse a tecnología como la realidad aumentada, esa que nos permite simular estar en un lugar y decidir para donde mirar gracias a los lentes VR.
La conectividad ya nos permite avanzar a un mejor servicio, y en una mayor comodidad. Este 2017 la videollamada llegará para quedarse, y las transmisiones en vivo será cada vez más habituales: la red, está preparada para entregar velocidad que soporte este envío cada vez mayor de datos.