Fabián San Martín D.

Algunos años atrás el pisco sour y otros denominados tragos dulces reinaban en nuestras mesas en la previa a una comida.

Pero esa tradición ha ido cambiando radicalmente en el tiempo, y en especial en la época veraniega es posible apreciar que en los "happy hour" se privilegia cada vez más el consumo de espumante, especialmente entre el público femenino.

"Creo que ha habido de tres años y medio a esta parte un gran desarrollo de los vinos espumantes, hay mucha bodega produciéndolos en Casablanca. Hay mucha gente que lo ha ido incorporando en su portafolio de productos, y ha reemplazado bastante al pisco sour como aperitivo", explica Hernán Amenabar, ingeniero agrónomo enólogo, que ha participado en varios proyectos en Casablanca.

El especialista se refiere a las razones de este boom del espumante. "Es un vino que tiene burbujas producto de una segunda fermentación y en los caso de los Brut o extra Brut, que son bastante secos, no tienen mucha calorías ni un grado alcohólico muy alto ni grandes cantidades de azúcar. Todo esto lo hacen muy diferente desde el punto visto gustativo y energético", recalca.

Si va a degustar un espumante, Amenábar recomienda que el maridaje perfecto se da con todo tipo de mariscos y algunos frutos del mar fuertes como centollas, camarones y también las carnes blancas.

El destacado enólogo intervino en la creación del espumante "Bruto", que lanzó esta semana la estancia El Cuadro. Se trata de un ensamblaje con 45% de uvas Pinot Noir y un 55% de uvas Chardonnay. Fue elaborado de una forma tradicional, fermentado en botella y estuvo 24 meses sobre las levaduras. "Es un espumante mas bien seco, de mucho cuerpo, y aroma evolucionado. En boca es muy potente y no solo es recomendable como aperitivo. Estamos recién en etapa de crecimiento fuerte y tenemos espumantes por mucho tiempo más", advierte el experto, que destaca que la influencia costera ha colaborado mucho para que en Casablanca aparezcan espumantes de primer nivel.

Más que a la producción masiva de vinos, en la estancia El Cuadro, ubicada en el kilómetro 14 del camino La Vinilla, apuestan por ser un proyecto turístico y centro de eventos. Sus botellas no están en supermercados ni restaurantes, sino que en su propia tienda. Sus producciones están enfocadas a las variedades de syrah, carmenere, Pinot Noir y una linea reserva con Chardonnay y Sauvignon Blanc. Pero quisieron diversificar la oferta y acaban de lanzar su espumante "Bruto"...pero de corazón noble, como dice la parte posterior de la etiqueta.

"En Casablanca hace tiempo que esta desarrollando y cobrando fuerza el espumante, más que una moda. Estaba enfocado al público femenino al tener menor graduación alcohólica, pero queremos romper esos esquemas y queremos que el consumo sea transversal, tanto para hombres como mujeres. Que ellos no se sientan avergonzados por tomar algo light", señala Roberto Meiss, gerente de estancia El Cuadro, que enfatizó que el producto se encuentra disponible en su Wine Shop y la botella tiene un valor de 16 mil pesos. En esta viña se ofrecen tours que van desde una hora hasta el Full Day, que considera actividades como paseos por los viñedos en carruaje -coches para 24 personas tirados por caballos y que fueron traídos desde Francia-, conocer un jardín de cepas con 26 variedades de uvas, un Museo del Vino donde se enseña el proceso de vinificación con figuras talladas en madera; degustaciones, maridajes y ensamblajes donde los visitantes mezclan sus vinos en botellas. Los niños menores de 12 años no pagan. "Nuestro desafío es convencer a la gente que ir a las viñas no es caro, no es del otro mundo, es entretenido", sentencia Roberto Meiss.