Priscilla Barrera Ll.
Con la mirada clavada en las cenizas de lo que fue su local de bisutería, Claudia comenzó ayer la dura jornada sin su local. La mujer, madre de dos hijas, tiene la mirada perdida y las lágrimas caen por sus mejillas. Hace 7 años que tenía su local al interior de la Galería Claudio Vicuña, la misma que este lunes se vio afectada por un voraz incendio que redujo a cenizas 10 puestos artesanales y afectó gravemente a otros 4 locales de material sólido.
De ser una de las más nuevas en sus inicios, Claudia se había convertido en la más antigua entre sus colegas. Por lo mismo se hacía cargo de llevar las cuentas de luz y agua. Todos se conocían y se cuidaban pues sabían que allí estaban sus herramientas para salir adelante.
De ahí la tristeza en los rostros de estos pequeños comerciantes que ayer debieron enfrentarse a la dura realidad tras el siniestro que en cosa de minutos destruyó gran parte de la galería comercial, ubicada en pleno centro de Quilpué.
A pesar de la dura realidad del día después, los comerciantes mantienen la fe en que volverán a levantarse y que el dueño de los locales los apoyará reconstruyendo sus puestos.
"No hemos tenido contacto con el dueño de la galería. El día del incendio hubo contacto con él pero dentro de todo el caos no se pudo conversar, pero esperamos poder hacerlo porque queremos continuar acá. No queremos perder los módulos, estamos céntricos, no pagábamos precios tan elevados, a lo mejor por eso pasó todo esto, nuestra esperanza aún sigue acá, de hecho todos los días vamos a venir para acá, para ver qué solución tenemos, aunque tengamos que estar todo el día parados acá como que viniéramos a trabajar, porque imagínese, ésta es nuestra fuente de trabajo, somos todas mujeres que vivimos de esto y ahora quedamos de brazos cruzados", declaró Ingrid Apablaza quien hace 4 años tenía su local de venta de ropa americana en la galería.
María es otra de las locatarias damnificadas. "Mi local era el número 4 y mire en lo que quedó convertido. No quedó nada. Es muy fuerte. Ayer (el día del incendio) no lloré, estaba en schock con todo lo que estaba pasando. Recién a las 5 de la mañana me puse a llorar y me di cuenta de la realidad. Es muy terrible ver la feria como quedó. Ver las máquinas sacando los escombros y ver tu mercadería convertida en escombros", comentaba ayer María.
"Esta era mi fuente de ingreso, mi esperanza es poder volver acá, porque en otro lugar es muy caro...No sabemos qué pasó, dicen que fue una explosión, pero lo que haya sido, lo que queremos es poder volver a levantarnos", manifestó la comerciante.
Ayudar a los colegas
Corina Riquelme estaba en el banco cuando le avisaron que la galería comercial donde hace 26 años funciona su peluquería se estaba incendiando.
"Yo venía saliendo del banco cuando me dicen 'apúrese que los locales de ustedes se están incendiando'...yo tengo Parkinson y no podía dejar de temblar, fue espantoso...ahora sufro y tengo mucha pena por los vecinos porque perdieron todo pero hay que levantarse de alguna forma", compartió Corina en su local que, por fortuna, no se vio afectado por el fuego ni tampoco por el agua. "Yo esto no lo veo como buena o mala suerte, lo veo como cosas que pasan y de las que hay que levantarse con fe...Eso le decía a las colegas, les dije que tratemos de hacer algo para volver a levantarnos...Hace 26 años eran menos los locales, pero igual había mucho movimiento", precisó la locataria.