"Campaña de la Cartera" es el nombre de una generosa iniciativa impulsada por una mujer de El Melón, quien quiere atender las necesidades de las mujeres damnificadas por los incendios que azotan al país.

Katherine Eschert está corriendo la voz en el interior de la quinta región para reunir enseres para los afectados por el fuego en la séptima región, y dentro de varias ayudas que está gestionando, surgió con una idea para cubrir necesidades que pudieron haber pasado desapercibidas.

Toallas higiénicas, predual, desodorante, ropa interior nueva, espejos, pinzas y crema, son algunas de las cooperaciones que se está solicitando para enviar a la zona afectada.

La impulsora de la campaña cuenta que estarán recibiendo cooperaciones hasta el día de hoy en la parroquia Santa Isabel de Hungría de El Melón para partir mañana con tres camiones.

"Lo que pasa es que yo he estado pendiente de las noticias y me caló muy hondo lo que está pasando, es muy terrible. He visto tantas historias de gente que lo ha perdido todo y me dio mucha tristeza lo que está pasando, así que decidí hacer algo", cuenta la melonina, quien además está retirando las donaciones a domicilio a quienes la contactan a su número (984194896).

"La idea es ir a los lugares donde no estén recibiendo tanta ayuda de los voluntarios", señala.

Matías Valenzuela

Un total descriterio acusa un porteño luego de que dos farmacéuticos se negaran a vender el producto que fue a comprar de emergencia.

El viernes pasado, Boris Kuleba estaba con su esposa en una cena de la empresa en que ella trabaja cuando la mujer tuvo una emergencia. Le había llegado el periodo, razón por la cual Boris fue rápidamente a buscar algún lugar donde comprar tampones.

El joven, cuenta que eran cerca de las 23.00 horas y estaba todo cerrado, excepto una farmacia de turno ubicada en la calle Villanelo. Se acercó a la ventanilla y pidió los tampones pero el hombre que lo atendió le dijo que no podía venderle ese producto porque es considerado como un ítem de perfumería, y en ese horario la farmacia no puede vender productos de ese tipo.

"Como el tipo no me quiso atender, le pedí a la farmacéutica que me vendiera, pensando que ella iba a ser más empática, pero tampoco me quiso vender, y dijo lo mismo que el otro tipo", recuerda Boris, quien siguió insistiendo para que le vendieran lo que necesitaba, luego se le unió otra joven que quería comprar toallas higiénicas y tampoco le quisieron vender a ella, argumentdo la misma razón.

"Se estaba formando una fila ya y un cabro detrás preguntó si le podían vender un preservativo y le dijeron que sí, que eso si era considerado un producto de emergencia. Me parece insólito que los farmacéuticos no hayan tenido el criterio para venderme los tampones que obviamente eran para una emergencia. Lo peor de esto es que las políticas públicas avalan este tipo de hechos y le dan preferencia a los hombres antes que las mujeres, eso es machismo", enfatiza Boris Kuleba quien grabó todo y lo subió a Facebook.