La delincuencia no da tregua a los comerciantes del Barrio Puerto. Esta vez atacaron en calle Bustamante.

Arturo Parraguez descubrió ayer que su verdulería "Arturito" fue visitada por antisociales. De madrugada un grupo forzó la cortina metálica para entrar a la sala de ventas. Allí se dieron un festín sustrayendo 200 mil pesos en quesos, una cifra similar en carnes, además de abarrotes, leche, dulces entre otros artículos comestibles, de perfumería y aseo, así como sencillo de la caja. En la incursión generaron daños en infraestructura y destrucción por aplastamiento de verduras como paltas y tomates. Las pérdidas superan el millón de pesos. Arturo recuerda que el pasado 21 de diciembre sufrió un robo similar, además que ya lo había perdido todo -casa y negocio- en un incendio en mayo a escasos metros del lugar.

"Acá no existe nada de vigilancia, son varios locatarios de esta calle afectados por delincuencia. Estamos todos enrejados y las autoridades nos tienen abandonados", comenta. Los comerciantes de Bustamante formaron una asociación, y exigen a la autoridad la instalación de cámara de vigilancia que prevenga delitos, y pesquise el creciente microtráfico en el barrio, especialmente en el pasaje La Matriz.

Fabián San Martín D.

Una turista trasandina fue víctima de la delincuencia en caleta Portales. La oportuna intervención de Carabineros permitió el arresto de los antisociales y la recuperación de lo sustraído.

El mayor Roberto Saravia, jefe de la Tercera Comisaría Norte, señaló que tras recibir denuncias de delitos similares en el citado balneario, se dispuso un servicio focalizado preventivo.

La medida surgió efecto cuando a través de la Central de Comunicaciones (Cenco), fueron alertados de un robo por sorpresa que afectó a una visitante argentina de 46 años, cuando descansaba en la playa Portales.

Un hombre que vestía polera, short y zapatillas, en compañía de una mujer, le arrebataron la cartera a la trasandina y escaparon a pie. En la avenida España abordaron un bus de la locomoción colectiva. Los hampones se sentían a salvo, pero motoristas de la comisaría baronina averiguaron con testigos las características físicas y de vestimenta de los sospechosos, así como la empresa y número de la máquina de pasajeros, y tras un patrullaje lograron interceptarla en el servicentro Shell frente a la remodelación Balmaceda.

Iban de pasajeros

Sentados en la parte trasera de la micro estaban los delincuentes, quienes al advertir la presencia policial arrojaron al piso la evidencia, pero de todas maneras fueron aprehendidos y llevados hasta el cuartel policial, donde fueron reconocidos por la víctima. La mujer estaba agradecida del actuar de los uniformados, que recuperaron su cartera con dos celulares, alhajas, documentos y tarjetas de crédito, además de 124 pesos argentinos.

Los imputados fueron identificados como A.T.L., de 35 años y la joven K.J.U., de 29, poseedores de nutrido prontuario policial.

El fiscal de turno dispuso que ambos fueran derivados al tribunal de garantía porteño, para ser formalizados por el delito de robo por sorpresa.