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El calvario diario de los guardias de supermercados en Bellavista

Golpes y fuertes amenazas tienen que aguantar todos los días los trabajadores.
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Carolina Pinuer A. - La Estrella de Valparaíso.

Combos, patadas, insultos, escupos y amenazas son algunas de las tantas agresiones que viven a diario los guardias de los supermercados porteños, especialmente en el sector Bellavista.

Los desórdenes aumentan los fines de semana durante la mañana (en especial el domingo) y son producidos por personas en estado de ebriedad o drogadas que entran a robar o comprar alcohol, y al ser descubiertos reaccionan violentamente. También hay bandas de mecheros que entran en grandes grupos a delinquir y cuando los encargados de seguridad intentan sacarlos del lugar oponen resistencia.

La situación está crítica, sobre todo en estas fechas donde el flujo de personas es mayor en los centros comerciales, y los trabajadores ya no dan más. Gran parte de quienes llegan, después de un tiempo optan por buscar otro trabajo y retirarse de ese ambiente, temiendo por su integridad física, dicen los trabajadores.

La Estrella intentó dialogar con la administración del supermercado Líder Express de Bellavista, sin embargo no accedieron a entregar información.

Sin embargo un guardia quien trabaja en un supermercado del sector, que no quiso dar a conocer su identidad, contó que tanto él como sus compañeros de trabajo viven todos los días aterrados. "A diario le pido a Dios volver sano y salvo a la casa", dice. También relata que cada vez que sale de su lugar de trabajo se va lo más rápido posible a tomar locomoción para su casa, temiendo toparse con alguno de los delincuentes que tantas veces lo amenazaron.

La última grande que quedó fue el jueves en la tarde (...), cuando ingresó un grupo de jóvenes en estado de ebriedad y descaradamente fueron al pasillo de los licores y empezaron a tomar cerveza ahí mismo. Los guardias, cumpliendo con su deber, actuaron rápidamente sacando al grupo del lugar, pero la situación se descontroló a tal nivel que los delincuentes comenzaron a tirar las latas de alcohol que habían robado y rompieron todos los vidrios de las puertas de la entrada principal, sin importarles la presencia de clientes dentro del local. El problema es evidente en la mayoría de los supermercados que hay en el sector.

Falta apoyo

Para José Marchant, Secretario Nacional de la Federación de Trabajadores de Seguridad y Servicios de Chile (FETRASECH), es ilógico que ellos tengan que dedicarse a brindar seguridad, siendo que a ellos nadie los protege. "No hay ningún aspecto legal que apoye al trabajador del área de seguridad privada", dice molesto.

El hombre, que también presta servicios como guardia de seguridad en un banco, cuenta que "actualmente es el OS10 el encargado del área de seguridad privada, pero no brindan ningún tipo de apoyo". Lo peor de todo es que "si los trabajadores hacen mal un procedimiento deben irse en el mismo carro policial que los delincuentes, ni siquiera tienen un poquito de criterio como para llevarlos adelante".

Esperan ley

Ya desesperanzados, los funcionarios de seguridad sólo esperan que se apruebe la Ley de Seguridad Privada, que renueva el marco legal en el que pueden operar los trabajadores, refuerza las medidas de seguridad y entrega capacitaciones adecuadas.

Pero José cuenta que el proyecto "está hace años durmiendo en el Senado y el Gobierno nunca da una respuesta apresurado en los temas de seguridad privada", entonces son pocas las expectativas que tienen del tema.

También, según el secretario, se necesita que los trabajadores despierten y se den cuenta del problema que están viviendo, que no tengan que pasar más tragedias para que por fin reaccionen. Sólo de esta forma se podrán hacer sindicatos, organizaciones y federaciones que puedan trabajar en conjunto para combatir la inseguridad.