Carla Olivares Rojas

Fue a eso de las 20.00 horas del domingo cuando los vecinos de calle Nueva Las Rosas, en cerro Las Cañas de Valparaíso, se percataron de que salía humo desde uno de los departamentos ubicado en el primer piso de la propiedad signada con el número 2676. De inmediato llamaron a Bomberos, con la preocupación de que las llamas del incendio se propagaran a departamentos vecinos.

Los voluntarios trabajaron rápidamente en el lugar y extinguieron el fuego, que habría comenzado en uno de los dormitorios, pero grande fue la sorpresa cuando, una media hora después, se percataron de que había una persona fallecida en el lugar.

Se trataba del dueño de casa, un arquitecto de 42 años, quien había sido visto por vecinos en compañía de un amigo unas horas antes de ocurrida su muerte.

Se trataba de Iván Marcelo Cáceres Gómez, quien vivía junto a su madre en Viña del Mar, pero que los fines de semana pernoctaba en el departamento número 5, perteneciente a su familia y donde él había pasado los primeros años de su vida.

Pero lo que arrojó la investigación posterior fue aún más sorprendente: el cuerpo, que estaba semi quemado, presentaba 16 puñaladas en la zona torácica y cuello, estaba atado de pies y manos y vestido sólo con ropa interior, sobre la cama.

Se desconoce móvil

Durante toda la noche, la mañana y parte de la tarde, personal de la Brigada de Homicidios junto a funcionarios del Laboratorio de Criminalística de la PDI trabajaron en el sitio del suceso para recolectar la mayor cantidad de evidencia que hubiera dejado el fuego y que sea posible de analizar.

"Se realizaron peritajes de diversa índole, químicos, mecánicos, además de fotográficos y planimétricos para levantar evidencia que sea útil para la investigación. El cuerpo estaba en ropa interior y había vestigios de algunas prendas que fueron afectadas por el fuego; aquí hubo un incendio que afectó de manera significativa el cadáver, razón por la cual se está haciendo el peritaje de rigor a fin de lograr la identificación de la persona", señaló el jefe de la Brigada de Homicidios, subprefecto José Araneda.

El oficial civil sostuvo que el arquitecto utilizaba el departamento para guardar algunos de sus trabajos y también para reunirse con familiares y amigos. Pese a que reconoció que el fallecido estuvo acompañado en momentos previos a su muerte, se reservó de entregar mayores antecedentes de esta persona.

"Estamos en proceso de identificación de la persona que estuvo con él momentos antes a objeto de detenerla, pero sabemos que no está inubicable", señaló Araneda.

La fiscal adjunta de Valparaíso, María Loretto Herrmann, acudió al sitio del suceso y, tras confirmar el hallazgo del cuerpo, señaló a Canal 74 que "la persona estaba fallecida cuando partió el incendio". Consultada sobre si el fuego se habría generado para ocultar el crimen, Herrmann señaló que "es lo más probable", acotando que se están realizando diligencias para determinar cómo, cuándo, y quienes generaron el fuego.

Consternación

Sus vecinos no dan crédito a lo ocurrido: todos lloran la partida del arquitecto, a quien conocían desde pequeño y que nunca dejó de relacionarse con quienes lo vieron crecer.

"Era muy linda persona, muy tranquilo, una bellísima persona; yo había llegado hace como diez minutos antes del incendio, pero no escuché nada. Yo conozco a su familia desde hace muchos años, lo conocí a él chico, era una persona buenísima, que no le hacía daño a nadie, un profesional... Su madre, una mujer encantadora que lo crió súper bien, eran de una familia conocida en Valparaíso y estoy dolida. Tengo un sentimiento encontrado, podríamos habernos quemado todos gracias a la irresponsabilidad de algunos y lo que le ocurrió a él fue terrible. Ninguna madre puede soportar un golpe con esa noticia, anoche ella vino y fue muy triste abrazarla", dijo muy acongojada Gloria Soler, vecina del fallecido.

La mujer espera que la investigación llegue pronto al responsable de la muerte del arquitecto y que se haga justicia en contra de él o los homicidas de Iván Cáceres.

Otro de los vecinos, que pidió no ser identificado, señaló que lo conocía hace más de 30 años y también soltó algunas lágrimas por su partida y la crueldad de los hechos.

"Lo conozco hace más de 30 años que vivo aquí, lo vi crecer junto a mis hijos y es una gran pérdida. Tenía problemas para dormir, se llenaba de pastillas y vivía de noche. Nunca había pasado esto en el barrio, nunca... Es terrible, es como si hubieran matado a mi hijo", señaló en medio de sollozos. Luego agregó que era una persona tranquila, sin problemas con nadie. "No merecía morir así", se lamentó.

Otra vecina que llegó al lugar dijo sentirse en shock. "No se vio nada raro antes del incendio, ninguna cosa, tampoco se escuchó ninguna pelea, yo creo que a lo mejor le taparon la boca porque que no pudo gritar. Quizás será pasional, droga, y la gente pensará que este barrio es complicado, pero nada, es terrible", señaló.