Fabián San Martín D. y Guillermo Ávila N.

Recluido en su lugar de trabajo, el complejo penitenciario de Valparaíso, quedó ayer un gendarme que fue sorprendido en una transacción de droga.

Cerca de las 11.00 horas, motoristas de la Segunda Comisaría Central patrullaban por avenida Brasil con calle 12 de febrero, cuando vieron a dos sospechosos que intercambiaban especies. Al ver a los policías, uno ocultó en un bolso deportivo dos bolsas plásticas negras. Les realizaron un control de identidad donde registraron sus vestimentas y equipaje, y descubrieron marihuana disuelta. Fueron llevados al cuartel policial donde fueron identificados como P.H.L.C., 22 años, domiciliado en Angol, quien portaba 174 gramos y 600 milígramos de cannabis sativa, equivalentes a $696.000.

El segundo arrestado fue identificado como H.P.B.D., 21 años, funcionario de Gendarmería activo, domiciliado en el Quinto Sector de Playa Ancha. Al revisarle su equipaje le encontraron marihuana prensada separada en diferentes bolsas plásticas de supermercado, además de un rollo de bolsas plásticas para dosificar droga. Portaba 102 gramos con 800 miligramos, avaluada en $412.000. Personal del OS-7 en una prueba de campo verificó que era marihuana, por lo que el fiscal de turno, José Miguel Subiabre, determinó que ambos fueron detenidos por tráfico de drogas.

Les incautaron sus celulares y en el caso del gendarme -con dos años de servicio en la institución y de dotación del complejo penitenciario de Valparaíso- las prendas fiscales que portaba en una maleta. Ayer los imputados fueron formalizados por narcotráfico. La investigación de la Fiscalía indagara el destino de la droga, ya que una hipótesis apunta a que el gendarme la ingresaba a la cárcel para comercializarla.

A sumario

Respecto de este caso, el teniente coronel Rubén Pérez, director regional (s) de Gendarmería, confirmó ayer que resolvieron la introducción de un sumario administrativo, designándose a un fiscal con un objetivo: establecer y hacer efectiva la eventual responsabilidad administrativa de este funcionario de gendarmería que se desempeñaba como centinela y que al día de su captura estaba de franco.

La resolución al respecto forma parte de las facultades que tiene el fiscal administrativo, de acuerdo a los antecedentes que se tienen disponibles del caso. En tanto, el Ministerio Público -que lleva a cabo la investigación- apeló a la resolución inicial de libertad del tribunal de garantía.

Ante ello, el teniente Pérez aclaró: "Es un ámbito en el cual nosotros no podemos irrumpir. Pero independiente de esa situación, desde el punto de vista administrativo, vamos a adoptar todas las medidas en la postura del Gobierno y nuestra autoridad superior del servicio en materia de probidad y disciplina del personal de Gendarmería", dijo.

Para el director regional de Gendarmería, "esto se trata de un hecho aislado que no enloda ni mancha la imagen de Gendarmería de Chile".

La oportuna intervención de un oficial de Carabineros permitió que una madre y su hija salieran indemnes en un improvisado alumbramiento.

El suceso se produjo cerca de las 16.30 horas, cuando

un llamado al teléfono del cuadrante de la subcomisaria Placilla, alertó sobre una mujer en trabajo de parto en un sector de viveros de la calle cardenal Samoré de Placilla de Peñuelas. Como un carro policial se hallaba en otro procedimiento, el jefe subrogante de la unidad, el subteniente Alejandro Palavicino Toro, se montó sobre una de las motos tácticas y acudió raudamente en auxilio de la progenitora, identificada como Elizabeth Lagos C.

Gracias a sus conocimientos de primeros auxilios, el oficial pudo atender el parto natural, cortando el cordón umbilical y abrigando a la recién nacida, a la espera de la llegada de una ambulancia con personal del Samu. La progenitora y su hijita fueron llevadas al hospital Carlos Van Buren, donde se comprobó su buen estado de salud. Hasta ese recinto llegó con un obsequio el mismo oficial que ayudó en el parto, donde recibió el agradecimiento de la madre y su familia por su encomiable acción.