Matías Valenzuela
Fue tema de discusión hace algunas semanas, cuando se vieron los primeros atisbos de su construcción sobre la arena de Reñaca, por la molestia que generaba la intervención de una playa pública. Hoy, esa polémica quedó atrás, dando paso a cientos de niños que disfrutan peloteando.
La cancha fue instalada por la marca Nike, que como parte de su campaña de promoción de un nuevo zapato de fútbol, construyó el pequeño reducto deportivo que consta de una cancha de pasto sintético hexagonal con tres arcos.
La cancha está operativa en el quinto sector de Reñaca desde el 11 de febrero y funcionará hasta el 25, con un horario de atención desde las 10.00 a las 20.00 horas. Los jóvenes se pueden inscribir para participar vía internet, y si no lo han hecho, los monitores los ayudan a realizar esta operación en cuestión de minutos.
Luego, los mini cracks reciben zapatos y calcetas para que puedan participar en los entrenamientos preparados por los instructores, que organizan clases de quince minutos en la que los peloteros deben desplegar todo su talento para correr hacia los conos, conducir el balón y disparar al arco.
Las clases son monitoreadas por un sensor especial, y una vez que termina la clase, se entrega una botella de agua o bebida isotónica, y se pide un correo electrónico para posteriormente enviar una fotografía del niño entrenando, con un registro de las estadísticas que logró en el entrenamiento.
Chochos
Quienes más disfrutaron la experiencia, fueron naturalmente los niños, quienes alucinaron con la prueba de los nuevos zapatos de Nike y las clases de fútbol.
"Veníamos caminando, vimos la cancha, preguntamos de qué se trataba y mi hijo quiso jugar al tiro. Me parece una idea espectacular, muy entretenido para los niños porque hacer deporte siempre va a ser sano y saludable", cuenta Pablo Valdebenito mientras miraba jugar a su hijo de Nicolás de 12 años, a quien describió como "Una futura estrella del fútbol".
A la orilla de la cancha, se veía también a Fabiola Schwarzenberg , quien seguía de cerca los goles de su pequeño Martín, de ocho años, pelotero desde los dos.
"Esto es espectacular para los niños y la familia, que ellos puedan acceder a este tipo de entrenamiento profesional. Lo había visto en las noticias, vine a preguntar de qué se trataba y hoy día mi hijo entró a jugar, él está muy feliz", señaló.