Gian Perfetti Cornejo - La Estrella de Valparaíso
Claudio Cáceres vive junto a Rosa Valdebenito en la Villa Los Pajaritos, entre los cerros Rocuant y San Roque de Valparaíso. Ambos registran domicilio en Las Catitas, una calle que figura en el plano regulador porteño, pero que en la realidad poco y nada existe.
Si bien la vía aparece en los documentos como una calle pavimentada, lo cierto es que lo único que demarca la arteria son los postes de luz que se encuentran en ella. No cuenta con acceso para peatones, ni menos para vehículos.
Es por ello que los residentes que, supuestamente, viven en este pasaje deben hacer uso de otros terrenos para bajar al plan, dependiendo del uso que los propietarios les puedan dar a estos en un futuro cercano.
Pan de cada día
Claudio Cáceres nos recibe en la entrada de la Villa Los Pajaritos. Generalmente llega hasta el interior de la población en su auto para después continuar su travesía a pie, pero esta vez ha tenido que ir y volver de su trabajo en locomoción colectiva. La caminata comienza de antes.
Claudio relata que su familia llegó a la villa después del terremoto de 2010. "Antes vivíamos en Ramaditas, cerca de donde está la Iglesia Andacollo. Nos tuvimos que cambiar por obligación", nos cuenta mientras recorremos un camino de tierra. "Empezamos a construir en un terreno que me pasó mi suegro acá arriba, del cual ahora mi señora es propietaria", agrega.
En medio de una curva, Cáceres nos dice que "aquí hay que empezar a subir". Día a día, él y su esposa suben y bajan estas escaleras. "Siete años subiendo por aquí", asegura. Varios metros más arriba, las escaleras terminan. La casa queda aún más arriba.
Claudio nos guía por un sendero que él mismo construyó con sus manos para poder llegar a su hogar. "Imagínate en invierno lo complicado que es subir por aquí", destaca mientras continúa el camino. Pese a lo anterior, reconoce que esa es opción más fácil, puesto que "por Las Catitas, que es donde nos correspondería, no hay cómo subir".
Durante años, la pareja ha desmalezado los terrenos contiguos a la casa para construir accesos y, de paso, evitar la propagación de incendios forestales. Sin embargo, Claudio Cáceres no puede hacer uso permanente de estos senderos.
"Hace poco hice un camino por un terreno que estaba desocupado. Estaba transitando por ahí, y ahora están dejando material para construir y me cortan la pasada", señala Claudio mientras muestra otro terreno que está limpiando para poder pasar por éste. "Si lo vienen a ocupar, ahí si que quedo aislado", afirma.
Más afectados
Juan Cruz Jorquera vive hace 40 años en la villa, a un costado de la casa de Claudio y Rosa. Tanto él, como su esposa usan muletas, por lo que salir de la vivienda resulta prácticamente imposible. "Paso por dos sitios que están desocupados. Entonces, cuando llegue gente ahí voy a sonar", asegura don Juan.
La esposa de Claudio Cáceres, Rosa Valdebenito, ha ido en múltiples ocasiones a la Dirección de Obras de la Municipalidad de Valparaíso para buscar una solución al problema.
"Hace como dos años, mi señora está haciendo los trámites para que vengan a trabajar y puedan limpiar", indica Claudio.
Pese a este complicado panorama, Cáceres reconoce que su casa tiene algo que otras no tienen. "La tranquilidad y la vista es impagable", valora.