Matías Valenzuela
Querámoslo o no, el verano ya está llegando a su fin y hay que mentalizarse para enfrentarse a las obligaciones del temido marzo, y una de estas es la tediosa tarea de comprar los uniformes para los niños, y la Feria de las Pulgas se postula como una opción económica y confiable.
Entre las decenas de puestos de ventas que ofrecen prácticamente de todo, se pueden ver algunas camisas, zapatos y cotonas que destacan entre el resto de locales, pues la oferta de prendas escolares es bastante amplia.
Marco López empezó a vender poleras y buzos escolares desde el 1 de febrero en la Feria de las Pulgas de avenida Argentina, pero advierte que el grueso de la clientela llega a fines de este mes y principios del siguiente.
Ofrece prendas para las escuelas A-23, Grecia, Sagrada Familia y San ignacio, entre otros.
"En marzo llegan casi todos, a última hora, como el típico chileno. Nosotros vendemos hasta fines de marzo para los rezagados, y después ya sólo trabajamos con encargos", explica el vendedor.
Los precios de las poleras fluctúan entre los $5.900 a los $7.900, y los buzos parten desde los $12.000 y llegan hasta los $17.000.
"Hasta el momento las ventas han ido súper bien, porque conviene comprar ahora. En marzo tienden a subir los precios", aconseja el porteño.
Para los más chicos
En la Feria, también hay lugar para los escolares más chicos, incluso para aquellos que aún no llegan a la escuela.
Nadia Bobadilla ofrece prendas para alumnos d eprimero básico, kinder y prekinder, con una amplia colección de camisetas de algodón, cotonas, delantales para preescolares y buzos deportivos.
Para los preescolares, las tallas van desde la 2 hasta la 8, y para los más grandes entre 4 a 16. Los precios varían entre los $3.500 y los $4.500.
Además, ofrece buzos universales, de color azul marino que sirven para prácticamente todos los colegios. La tarifa va entre $2.500 y $3.500.
La porteña ha trabajado en este rubro hace algunos años y en esta oportunidad quiso empezar con la venta de prendas escolares el día de ayer, ya que es el periodo en que hay mayor demanda.
"Yo he trabajado hartos años con artículos escolares. Yo ahora empiezo ahora en febrero porque esa es la fecha en que la gente pregunta más por estos productos", explica la vendedora.
Como puede haber, aún está a tiempo.