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Canarios desplumaron una pobre defensa wanderina

El Decano cayó sin apelación en Playa Ancha por 3 a 0 ante un San Luis que aseguró el partido en un tiempo.
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Guillermo Ávila N. - La Estrella de Valparaíso

Para algunos -si bien esto está empezando-, lo de ayer en el estadio Elías Figueroa Brander ante 5 mil personas, que se transformó en un lecho de clavos para los Panzers, era un partido de "seis puntos". Porque al frente estaban dos equipos necesitados de unidades en la parte baja de la tabla del Clausura.

Casi al final del encuentro, algunos gritos cargados al "olé" sintetizaron lo que fue una debacle total y también la impaciencia de la hinchada verde. En la vereda opuesta, los canarios que vuelven a cantar. Lejos quedó aquel último antecedente que data de noviembre cuando los quillotanos -en épica remontada- doblegaron a caturros por 2 a 1.

Un tiempo y sería...

Ahora todo fue contundencia y rapidez. Desde el inicio, el duelo prendió. Y a toda mecha para los pupilos del DT Cheíto Ramírez, con un San Luis cargado a la pólvora en una sólida línea de tres y volantes que atacaban el balón para recuperarlo y distribuirlo con celeridad. Así nació, en el amanecer del primer tiempo, la apertura a los cuatro minutos: tras una serie de toques, en una jugada coral, Boris Sagredo se descuelga hasta centrar al segundo palo donde el delantero argentino Alejandro Fiorina -quien tendría una jornada de dulce y agraz- se impone para con toque sutil decretar el sorpresivo 1 a 0.

Tan solo dos minutos después, vino la lápida. Movimientos de baby fútbol en zona caturra. Y nuevamente Fiorina que se saca la presión entre cuatro defensores -con autopase incluido- para definir en puntete ante la salida desolada de Castellón. Y pudo caer el tres a cero a los 10 minutos, luego del testazo del espigado Fiorina -pesadilla para El Decano- si no fuera porque su tiro se fue sutil a las manos del golero wanderino.

A esa altura, la retaguardia de Santiago Wanderers hacía agua por todas partes, con un Mario López y Federico Pérez erráticos en la marca y a destiempo en los quites y coberturas. De las afiladas cabalgadas comandadas por el lateral Opazo, poco y nada.

El nocaut definitivo, como en el boxeo, llegó al minuto 35. Y fue de tiro libre. Un enorme Boris Sagredo que centra y el central charrúa Sebastián Ramírez que gana a lo guapo por arriba ante el feble marcaje de un impávido Luis Pavéz, un extraviado López y García que suelta la marca. Recién a los 37' remate alto de un opaco atacante Parraguez -lo opuesto a esas dos "pepas" ante la Católica- que saca el portero y "compañero" Matías Cano. Y las gradas que tragaban saliva.

Siesta verde

En el entretiempo, el café del estratega Eduardo Espinel estuvo cargado, pero no suficiente.

Sólo unas llegadas aisladas con los ingresos de un movedizo Farfán y Valenzuela por López y un Matías Fernández intrascendente, como David Terans, en medio sector.

Así, San Luis, con el partido casi en el bolsillo, sólo se dedicó a replegar naves y salir en la contra. Algunas tapadas de Cano y los farreos de Parraguéz a los 59' solo frente al arco y "Ribery" Muñoz que en los 65' elevó inexplicablemente, generando la desaprobación de la fastidiada barra verde.

Casi en la media hora final, el goleador del duelo, el che Fiorina, fue expulsado del encuentro por doble tarjeta amarilla: la primera por demorarse en salir del campo tras ser sustituido. La segunda, de forma infantil, por insultar al cuarto juez del partido.

Ya pasados los 80 minutos, San Luis pudo terminar -incluso goleando- el compromiso: Víctor Morales casi celebra de cabeza, pese a que igual los canarios quedaron ahora con 4 puntos.

Al final, silbidos, reproches al esquema de Espinel -cierto, penan refuerzos-, un alcalde Jorge Sharp presente (se homenajeó al ex símbolo caturro Moisés Villarroel) calificando al Decano "con falta de regularidad y jugando como el forro", y con el clásico porteño ad portas. Todo para un dubitativo Wanderers -bajó al puesto 12 del Clausura con tres puntos- este sábado a mediodía en Sausalito frente a un Everton que marcha arriba, con ocho unidades.

ESpinel: "Fallamos en el finiquito"

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El estratega uruguayo, Eduardo Espinel, fue foco de críticas. Aquí su visión: "Hoy hubo una vibra donde no nos salía nada. También un tema de desconcentración. Se intentó. Creo que se hizo un buen segundo tiempo, pero fallamos en finiquito. Sentimos impotencia. Cuando erras, duele. Y más ante un rival directo. Habrá que cambiar la actitud. Ahora hay que salir con todo para ganar el clásico. No habrá otro discurso". Por su parte, José Luis Muñoz, de mal desempeño, dijo: "Tuvimos esos 15 minutos fatales que regalamos. Fueron fallas nuestras con muchas desconcentraciones. Nos falta más confianza. Espero estar a la altura frente a Everton, y si marco en el Clásico, igual lo celebraré", dijo el ex ruletero "Ribery" Muñoz .