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El Sporting se alista para la gran carrera de América

El próximo domingo se disputará la que, según dicen, es la "Copa Libertadores" de la hípica. Argentinos, brasileros, uruguayos y peruanos se enfrentarán por 190 millones de pesos.
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Sebastián Mejías. - La Estrella de Valparaíso.

Ad portas de recibir por primera vez en su historia un Gran Premio Latinoamericano, el Valparaíso Sporting Club vive sus días más agitados en la espera de que arriben a nuestro país las distintas delegaciones que darán vida a este importante clásico, que para este año celebrará su edición 34.

Representantes de Argentina, Brasil, Perú y Uruguay, se enfrentarán por un jugoso premio 300 mil dólares al primer lugar, poco más de 190 millones de pesos, de una bolsa total de 500 mil dólares, repartida entre el primer y el quinto lugar.

Para las 19.30 horas del próximo domingo está programada la gran carrera Latinoamericana que, para los hípicos, es el símil de la Copa Libertadores, pues los mejores exponentes de la hípica de la región se enfrentan una vez al año por conseguir el título del mejor fina sangre de América. Y si bien en nuestro país se ha corrido en ocho ocasiones, esta será la primera vez que el Valparaíso Sporting Club la reciba, ya que tan sólo desde hace cinco años ingresó a la Asociación Latinoamericana de Jockey Clubes e Hipódromos, instancia encargada de la organización del evento.

Experiencia de sobra

A juicio del gerente comercial del Sporting, Hernán Robles, la experiencia a la hora de recibir esta prueba está dada por la organización del Derby, una de las pruebas que más público atrae a nivel mundial, sin embargo, "la verdad es que es bastante más complejo, pues significa coordinar una serie de elementos que habitualmente no tomamos en cuenta. Es un desafío organizacional muy grande", sostuvo.

Entre las principales novedades que deberá afrontar el Sporting se cuentan el traslado de finasangres desde el extranjero y la reserva de hotelería para las delegaciones, ya que cientos de personas coparán el reducto viñamarino, provenientes de distintos lugares del globo. Y por parte de ejemplares que corren, se espera que cada país arribe con más de cincuenta personas, contando preparadores, jinetes, cuidadores y veterinarios.

Ante el desafío que se plantea por delante, el Sporting se está preparando desde hace meses. Los cambios que se han realizado, dicen, son radicales en cuanto a la infraestructura y a los recintos.

En ese sentido, Robles asegura que la Villa Hipica, construida para recibir a los ejemplares extranjeros, es de primer nivel , e incluso ha recibido buenos comentarios de parte de los uruguayos y brasileros, primeros representantes extranjeros que arriban a Viña del Mar, quienes aseguraron que el recinto es un lujo impresionante que, sin duda, dejará la vara alta en vistas de próximos latinoamericanos.

Un premio con historia

Desde que se disputara por primera vez en 1981, el Gran Premio Latinoamericano ha presenciado carreras impresionantes, como cuando Quick Casablanca conquistó, en marzo del 2012, el primer triunfo de Chile en pistas extranjeras. El ejemplar, preparado por Juan Baeza y conducido por Gonzalo Ulloa, se adueñó de la tierra derecha del Hipódromo Argentino de Palermo, aventajando por medio cuerpo al favorito local, el trasandino Expressive Halo.

Aquella vez, nuestro país se pudo despojar del mal sabor de boca obtenido tras el Latinoamericano de 2004, cuando Comando Íntimo, ejemplar peruano, venció por varios cuerpos en la arena del Hipódromo Chile. Lo curioso es que al peruano lo montó Luis Adrián Torres, jinete que, según dicen, es el mejor que ha tenido la hípica nacional.

cencerro: campeón del internacional de chile

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Si bien esta es la primera vez que se corre esta clásico en pistas viñamarinas, el Latinoamericano no es la primera carrera internacional que se disputa en el Valparaíso Sporting Club. Hace algunas décadas se corría el "Internacional de Chile", cuya organización rotaba entre los principales hipódromo de nuestro país. Y una de las versiones más recordadas es la del verano de 1963, disputada en Viña, cuando "destapó" el que fuera, para los conocedores, el mejor caballo de la hípica nacional: Cencerro. Luego de una campaña mediocre en el pasto del Club Hípico de Santiago, donde se corre en el sentido de las manecillas del reloj, Cencerro fue traído a Viña e inscrito en la Copa Jackson (1.900 metros), que finalmente ganó. Sus dueños se entusiasmaron y lo inscribieron para El Derby, ganándolo en tiempo récord. Luego de eso se corría el Premio Internacional de Chile, con la presencia de caballos argentinos, peruanos y otros países. Resultado: Cencerro los ganó por muchos cuerpos en los exigentes 2.600 metros del Internacional de Chile.