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Con un piscinazo clásico, Kika Silva cumplió con la tradición festivalera

Luego de la suspensión del sábado, la reina de Viña del Mar se tiró tres piqueros. Dijo que cambió su atuendo por uno más sencillo porque "no era el momento de celebrar", debido a los aluviones y las protestas.
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Claudia Carvajal R.

Periodistas, camarógrafos y reporteros gráficos en modo zombie. Música a todo volumen, la vaguada costera que parece no dejará salir el sol. Mediodía en el hotel O'Higgins. El Festival de Viña del Mar ya terminó pero aún falta el esperado piscinazo con que la reina del certamen sella su triunfo.

Los presentes quieren que todo termine pronto, pero Kika no aparece. Para hacer más amena la espera una persona vestida de dona -de una marca que auspicia el evento- baila y se hace la chistosa. Luego, un conductor anuncia un desfile de modelos en bikini, un "regalo" para los esforzados profesionales que están ahí.

Jane de la selva

Y hasta que llega el momento. La reina de Viña del Mar, que se caracteriza por seguir un estilo de vida saludable y practica deporte a diario, sale a escena. Junto a ella todos los miembros de su equipo y algunos rostros. Francisco Saavedra, el generalísimo; Nacho Pop y Juan Pablo Queraltó están ahí para no perder detalle.

Y la rubia avanza ataviada con un exótico atuendo, acompañada de cuatro bailarines. Hacen una coreografía como inspirada en Tarzán, donde Kika vendría siendo Jane. O tal vez una princesa raptada por una tribu de aborígenes.

Luego le sacan todos esos accesorios y queda en un sencillo bikini negro. Se lanza al agua en un piquero clásico, pero ella generosa y traviesa, luego se tirará otro, esta vez más elaborado que incluye una vuelta en el aire. Alrededor suyo todos quieren sacar la mejor imagen, aunque no faltan los mal acostumbrados que dicen "ni un brillo el piscinazo" o lanzan un franco "más fome". Esos prefieren más piel, claro está.

Pero Kika está feliz, nada por debajo del agua, sonríe y posa para todas las fotos. Hasta repite su clavado. También contesta algunas preguntas. Aclaró que lo de ayer no era lo que originalmente tenía preparado para el piscinazo: "El bikini no era el mismo y tenía cuerpos pintados...pero lo cambiamos, creo que hay que seguir con la tradición pero hoy no es el momento de celebrar", dijo, en alusión a los aluviones en la zona central y a las protestas de los vecinos de la toma Felipe Camiroaga.

Kika es generosa con su tiempo y se mantiene en el agua. "Que bueno que salió el sol para este momento, antes había poca luz", comentó al salir del agua, mientras los reporteros dejaban atrás el Festival número 58.