Que se cortaba el agua, que no se cortaba el agua, así se pasaron los internautas el día lunes por las redes sociales, luego de que se interrumpiera el suministro de agua potable en otras regiones por efecto de los aluviones acontecidos.

Hasta que a las 7.00 de la mañana de ayer se dijo la última palabra a través de la intendencia. El corte se haría efectivo a contar de las 10.00 de la mañana y por un lapso de 12 horas.

Así, 35 mil clientes quedarían sin suministro y a merced de estanques ubicados en puntos estratégicos que muchos dolores de cabeza dieron a los vecinos, sobre todo durante las primeras horas de la emergencia.

"Instalaron el estanque, pero no le echaron agua. Ha venido gente a buscar y se ha tenido que ir. Vino una señora porque tenía que cocinarle a su guagüita y se tuvo que ir así no más, yo le regalé una de mis botellas", señaló Roxana Barbanera en el sector de Santa Julia, cuando el corte ya llevaba más de una hora.

Estanques sin agua

A las 10 horas ya casi no quedaba agua en las redes y, tras hacer un recorrido por Santa Julia a eso de las 11.30 de la mañana, se detectó varios estanques vacíos y a clientes que tuvieron que volver a sus casas con las botellas y baldes sin el vital recurso.

"Nos dicen que el estanque está lleno, pero que el agua no está clorada, así es que tenemos que esperar media hora más. Yo me desperté esta mañana y ya no había agua así que espero que a eso del mediodía pueda llenar mis bidones", sostuvo un vecino en Reñaca Alto.

La escasa información fue lo que también se criticó en las poblaciones, los vecinos alegaban que el corte era un secreto a voces, pero que nadie entregó una información oportuna, lo que generó un desajuste en los hogares.

"Hay partes de la población Wilson en Villa Alemana y en el centro que no estaban incluidas en los mapas que se han dado a conocer por las redes sociales y que también quedaron sin agua. Hay un desorden total", reclamaba otro vecino afectado.

Ríos turbios

Por parte de la sanitaria, fue el gerente general José Luis Murillo, quien entregó los antecedentes que explican la decisión tomada.

"Tuvimos un inconveniente por la noche del lunes, pero es un problema que viene derivado de las lluvias torrenciales en la cordillera que hicieron que la fuente principal, que es el Aconcagua y que hace que nosotros podamos producir agua desde Valparaíso hasta La Ligua, venía con unas turbiedades altísimas desde el fin de semana", explicó.

El ejecutivo señaló que se ha priorizado en las fuentes subterráneas para abastecer a la ciudad, pero la tarde del lunes hubo un peak de turbiedad en el Aconcagua que hizo que fuera necesario parar la planta de Concón.

"Lo que hemos hecho de una forma muy responsable fue acotar una zona donde realizamos un corte programado dentro de la emergencia para poder estabilizar el sistema y asegurarnos que vamos a poder dar un servicio adecuado dentro del resto de la zona", señaló Murillo.

Respecto de los sectores elegidos para realizar el corte, el gerente de Esval sostuvo que se trata de áreas que son relativamente más rápidas de reponer. "Si elegimos sectores más alejados de las principales conducciones, luego cuesta mucho rellenar los estanques otra vez, por lo tanto, son sectores que nos permiten asegurar que el flujo que vamos a cortar es suficiente para abastecer al resto y que además luego son relativamente fáciles de reponer. Aunque un nuevo corte no está en carpeta, el gerente de Esval no descarta tomar medidas similares en caso de que las lluvias torrenciales de la cordillera continúen generando problemas en el Aconcagua.