Aunque había concitado más de 3 mil "me gusta" y que incluso un número superior manifestara que asistiría, al final ayer no llego ni un alma a la fiesta "Satánico, la revancha del chimbombo", promocionada por Faecebook y que tendría como escenario el pulmón verde más importante de Viña del Mar: el Jardín Botánico Nacional.

Quienes sí llegaron y en importante número, fueron efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros: dos carros lanzaguas, un "zorrillo" y una patrulla policial custodiaban el ingreso al parque y vigilaron que nadie burlara la decisión de la administración de mantener cerrado el acceso. Fue a mediados de esta semana que el secretario técnico de la Fundación Jardín Botánico Nacional, Jorge Stambuk y el gobernador provincial de Valparaíso, Jorge Dip, los que dieron a conocer la decisión de cerrar las puertas del recinto durante la jornada del jueves y así custodiar la seguridad del parque e impedir que un evento no autorizado, pudiese generar conflicto.

En la oportunidad, Stambuk precisó que la decisión de cerrar por una jornada el parque es una medida excepcional pero que se determinó a modo de prevenir problemas. El ejecutivo dijo que durante marzo, se realizaron diversas actividades de recpeción universitarias, todas debidamente coordinadas y autorizadas y que se desarrollaron sin inconvenientes.

Casi la totalidad de la población penal de la cárcel de Casablanca fue derivada al complejo penitenciario de Valparaíso.

Gendarmería indicó que el traslado de 64 internos a distintos penales de la región, obedece a que el próximo lunes se entrega el terreno para el inicio de los trabajos de reposición del muro perimetral, garitas y pasarela, con una inversión de 186 millones de pesos. De los trasladados, 44 estarán en Valparaíso por 110 días. La mayoría de los funcionarios de Casablanca continuarán desempeñándose en el de Valparaíso, mientras que otros fueron destinados a otras unidades de la región o se mantienen en Casablanca para resguardar las instalaciones, y hacer de contraparte con la empresa constructora.

Priscilla Barrera Ll.

Fueron los continuos llamados de vecinos de la Población Riesco reclamando por desórdenes y consumo de alcohol los que motivaron la llegada de efectivos policiales hasta el lecho del estero de Viña del Mar, lugar donde un grupo de universitarios realizaba la ya tradicional recepción mechona a los novatos.

A pesar del amplio despliegue que pudo apreciarse en el lugar y que motivó la presencia de varios curiosos en el puente Cancha, lo cierto es que la labor policial fue sólo preventiva debido a que las denuncias daban cuenta de desórdenes y consumo de alcohol.

"Fueron llamados de personas de la comunidad que daban cuenta que había estudiantes haciendo desórdenes y consumiendo alcohol. Vinimos y constatamos que el evento se estaba desarrollando en completa normalidad. Efectivamente había consumo de alcohol y lo que se ordenó fue que se destruyera lo que se mantenía de alcohol y se continuó con la actividad. No hay detenidos. Se habló con los dos encargados ", detalló el subteniente Jeremías Toro Nuñez, de la Sección de Intervención Policial de la Primera Comisaría de Carabineros de Viña del Mar.

Carácter social

Juan Guillermo Vera, uno de los organizadores de la actividad, lamentó los reclamos de la comunidad y manifestó que se trató de una actividad que realizan cada año y que siempre ha tenido un carácter social, pues los novatos deben traer alimentos no perecibles y útiles de aseo para entregarlos a una ONG que trabaja con las personas que viven precisamente en el estero.

"Esto siempre lo hemos hecho acá y nunca habíamos tenido un problema. Es una lata lo que pasó, estábamos haciendo juegos y sólo eso. No queremos que se distorsione esto o que se saque de contexto", planteó el estudiante, a lo que otro alumno agregó que lo ocurrido fue sólo un "lamentable impasse".