Priscilla Barrera Ll.
Qué duda cabe que el terminal rodoviario de buses de Viña del Mar es, como en toda ciudad, uno de los principales accesos para los turistas que vienen de visita y por lo mismo, la primera imagen que se llevan de la ciudad.
De ahí que causen preocupación las actuales condiciones que se aprecian fundamentalmente en el exterior del recinto, donde ambulantes, personas en situación de calle y hasta perros vagos en los accesos del terminal generan malestar entre usuarios y la propia administración del recinto.
Si bien los encargados del terminal mantienen el edificio limpio, ordenado, con vigilancia y servicios operativos, admiten que han recibido quejas puntuales por situaciones que se suscitan en las afueras y puntualmente en torno a un sujeto - apodado como "El Aguja" - que pulula por el interior a la espera de algún viajero despistado para robar sus pertenencias.
Para el gerente general del terminal, Rodrigo Vicencio, la situación es compleja y ha prosperado, a pesar de los esfuerzos que se han realizado.
"No estamos llenos de denuncias, sí hay quejas por un tipo y otro que circula por el terminal. No lo han podido sorprender in frganti, pero está plenamente identificado por lo que los guardias lo siguen y el tipo se va, pero no podemos detenerlo porque no lo hemos pillado en delito. Lo tenemos fotografiado y todo. Él trata de ubicar a algún pasajero que descuide su maleta y se la lleva...es lo que ha hecho en un par de oportunidades", precisó Vicencio.
Las otras quejas tienen que ver con lo que ocurre en el exterior, donde se ha producido una situación de descontrol que complica al recinto.
"El tema de la delincuencia la tenemos controlada (...) Con lo que debemos lidiar es con lo que pasa afuera: perros vagos, ambulantes, gente que duerme en los accesos. Eso nos complica", admitió el ejecutivo, quien en más de una ocasión admite ha recurrido al municipio y a Carabineros para solicitar apoyo en este tema.
El terminal rodoviario cuenta con 6 guardias de seguridad, una empresa de seguridad externa para el subterráneo, 20 cámaras de televigilancia y una empresa privada de vigilancia.
Usuarios
"Si me preguntan el edificio es bonito, limpio, adentro es seguro, pero cuando sales o cuando entras, te topas con una infinidad de cosas feas: ambulantes que están justo en la entrada, gente tomando alcohol a plena luz del día, otros macheteando afuera. Si a eso sumas los perros, es cierto que la imagen no es buena", comentó Valeria quien viaja todos los días a Santiago por razones laborales.
Más de 25 mil personas circulan a diario por el Terminal de Buses de Viña del Mar en temporada alta, cifra que desciende a 18 mil en baja.