Plaza Aníbal Pinto y Cumming: las dos caras de día y de noche
A una semana de la muerte del joven animalista punk por defender a un perrito, uno de los sectores más conflictivos del plan porteño sigue en la mira. Carabineros pondrá punto fijo nocturno en el sector para resguardar la seguridad.
Guillermo Ávila N. - La Estrella de Valparaíso
Es de noche. Huele a marihuana. Huele a orina. Huele a marihuana y a orina. También a copete.
La brisa nocturna golpea en el rostro -casi tanto como el ruido que ruge desde los bares- mientras un dealer a toda confianza ofrece en la calle su mercancía estrella: la falopa.
Detrás de él, un desfile de ambulantes y sombras al carrete se toman -literalmente- desde Cumming hasta las inmediaciones de la Plaza Aníbal Pinto. Un Woodstock. De finde. Y con joda permanente.
"Justicia para Camilo"
Es de día. Más abajo, a sólo metros de distancia, al frente de la Aníbal Pinto, bajo el edificio de la Radio Portales, una animita. Una reciente animita que está custodiada por tres perritos vagos a sus costados, como le hubiese gustado al joven animalista punk que aquí yace en espíritu, al menos así prefieren creerlo dos señoras que están sentadas en la banca que está a un metro de distancia. "Es triste lo que le sucedió a ese muchacho. Era tan joven...", reflexionan.
Cerca de ellas, un grupo de turistas observan curiosos la escena del crimen. Consultan y se asombran. Lo mismo que dos pololos que hacen la señal de la cruz en homenaje.
La animita tiene un mensaje: "Justicia para Camilo". Así se llamaba Camilo Navea Del Canto, el estudiante técnico en veterinaria del Duoc, de 19 años, quien la madrugada del sábado pasado fue ultimado por un vendedor ambulante. Un capítulo negro para la defensa pro canes que le costó la vida.
A la animita la rodea ramos de flores con rosas rojas y blancas, además de girasoles. Un peluche en forma de cachupín ilustra su causa a este sitio de veneración informal.
A 20 metros en diagonal, el área la custodia un retén móvil de Carabineros -en realidad una patrulla- que las hace de cuadrante fijo. A su lado, una unidad policial. La pareja uniformada acaba de tener pega: al parecer redujeron a un sospechoso. Representan a la Segunda Comisaría de Valparaíso (en un área que correspondería a la Octava).
Uno de ellos, reconoce que el territorio es de cuidado. Que antes cuando operaba una fuerza policial permanente durante las noches era más seguro. Aboga, como la gente que circula a diario por acá, porque algo así vuelva a ocurrir, ya que no se imagina cómo contener a una turba de enajenados bajo los efectos de estimulantes en plena madrugada.
Algo que sufrió en carne propia con el casi volcamiento de su vehículo policial hace unos años. Por eso desliza que ya se han reunido con vecinos del sector. Buscar soluciones a la seguridad es un asunto de urgencia. Inmediata.
El punto fijo de esta pareja de Carabineros acaba a eso de las 22 horas. Si hay turnos, entonces antes. De allí en adelante, hasta más allá del mediodía, este perímetro es tierra de nadie, como reconocen comerciantes acá.
Sólo dos cámaras a distancia, una de la Intendencia y otra de Carabineros, instaladas en los edificios aledaños a la Plaza Aníbal Pinto, son testigos silenciosos de este 'Lejano Oeste' noctámbulo.
Ante este escenario, el prefecto de Valparaíso, coronel Mario Ramírez, toma la palabra para La Estrella. "Tanto con la Municipalidad, como con la Gobernación y los jueces de policía local, nos hemos estado reuniendo para ordenar esa zona. De hecho, hemos estado trabajando en eso en los últimos cuatro meses", asegura.
La autoridad policial reconoce en la Plaza Aníbal Pinto y alrededores como lugares con serios problemas de ambulantes y foco de delincuencia. "Acordamos implementar un servicio diurno, de 15 a 22 horas, con presencia de personal nuestro... con cuartel móvil y contingente".
Y apunta a lo que todo ciudadano aquí anhela: "Vamos a mantener presencia policial ahora de noche". Y ese ahora, sería a contar de este fin de semana, corrobora el coronel Ramírez. Eso incluiría vigilancia especial y personal permanente, en determinados horarios.
Firma clave y JUnta
Esta semana, 10 concejales se reunieron junto al alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, para ponerle atajo al asunto: solicitar al intendente reforzar la seguridad del lugar.
Este medio trató de contactar al intendente pero se encontraba de gira en la zona interior.
Uno de esos concejales, Daniel Morales, estuvo presente en la rúbrica, algo que le representa un positivo avance. "A las instituciones que operan en Valparaíso les falta más compromiso con el territorio. Los fiscalizadores e inspectores, tanto municipales, del servicio de salud y de impuestos internos debería estar acompañados por carabineros, ya que muchas veces son amenazados y amedrentados", agrega Morales.
Al respecto, el edil Jorge Sharp, nos confirma su compromiso con aquella firma de la carta. Y aclara: "Nosotros lamentamos la difícil situación vivida la semana pasada con ese joven. Esperamos que caiga todo el peso de la ley al culpable del delito", acuña.
Para ello, aduce acción: "Queremos hacernos cargo de la situación. Por eso presentamos un proyecto en materia de delitos. Ya estamos coordinando con Carabineros. Eso con su presencia en las tardes".
En un paneo, en sectores aledaños conflictivos como Bellavista con Brasil, ya se aprecia presencia policial. Y un retén ¿Resultado? Ausencia, de momento, de ambulantes.
La escultura hecha plaza al colorido mosaico llamada El Descanso ha sido un foco neurálgico en la vida del entorno. El uno es inherente al otro.
Precisamente Waldo Burgos, presidente desde hace poco más de un año de la Junta de Vecinos 74 del Descanso, quiere a la zona, lucha por ella. Y que también incluye a Cumming, Elías y Atahualpa. Y no queda ajeno de la Aníbal Pinto y Las Pérgolas, poco más abajo.
Lo que Waldo conoció y se esfuerza en recordar fue la tranquilidad que este lugar vivió en tiempo pasado. Incluso hasta no hace mucho, relata, el sector era acogedor, más placentero. Y menos inseguro.
Para Burgos, se veía venir lo ocurrido con el asesinato del estudiante. Y en un momento en que, de acuerdo a él, resulta más intervenido el cuadrante en cuanto a vigilancia. "Pero deben extender lo que hacen en el día a la noche. Me refiero además de la seguridad y fiscalización, también lavado de calle".
Como vecino, cuenta, la idea es civilizar el asunto. "Se puso una onda rara. Antes Cumming era más bohemio y respetuoso. Eso cambio hace ocho años".
Afirma que como junta de vecinos se han reunido con las autoridades, Gobernación y Carabineros. "Vamos avanzando. Pero nadie se puede tomar este asesinato como algo liviano. Los vecinos están asustados", sostiene en alerta.
El lunes fueron los funerales de Camilo. Una multitud se dio cita en el cementerio 3 de Playa Ancha. Su despedida fue emotiva, como lo es la animita que hoy lo recuerda en un entorno que como el libro 'El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde', brinda dos caras... en un mismo día.