Fatal huida de banda delictual: tres murieron al chocar un cerro
Tras ser sorprendidos de madrugada abriendo vehículos en un auto robado, dispararon a Carabineros y escaparon a Laguna Verde donde se accidentaron. Uno sobrevivió.
Una cinematográfica persecución, que incluyó un enfrentamiento a balazos con Carabineros, terminó ayer de la peor manera para una banda de antisociales, que en un vehículo robado se estrelló a gran velocidad contra un cerro en el camino a Laguna Verde. Tres fallecieron en el lugar, y el cuarto se debate entre la vida y la muerte en el hospital Carlos van Buren.
Todo partió cerca de las 04.00 de la madrugada, cuando testigos alertaron a personal de la Octava Comisaría Florida, sobre cuatro sospechosos que circulaban en un automóvil por calles de la parte baja del cerro Alegre, tratando de abrir vehículos estacionados para sustraer accesorios. A los pocos minutos arribaron los uniformados, que descubrieron a los hampones en calle San Enrique intentando forzar una camioneta. Fueron conminados a detenerse, pero lejos de amilanarse los sujetos embistieron el carro policial, dispararon a los efectivos y en marcha atrás salieron raudamente hasta calle Montealegre. Enfilaron a toda velocidad hacia la parte alta del cerro.
A través de la Cenco se verificó que el automóvil fugado era un Hyundai Accent año 2010, matrícula CJTK-88, color azul celadón, que fue denunciado por robo la mañana del 18 de marzo en la Segunda Comisaría de Quilpué, tras ser sustraído en la vía pública.
Una patrulla de la tenencia Cordillera trató de cortar el paso de los hampones, pero el chofer quiso arrollar a los funcionarios que repelieron el ataque con sus armas de servicio. La espectacular persecución se trasladó hasta la parte alta de Playa Ancha con camino La Pólvora, donde el cuarteto siguió por la ruta a Laguna Verde. Se desplazaban a gran velocidad, se estima que por lo menos a unos 140 kph, cuando al enfrentar una pronunciada curva hacia la derecha, acceso al restaurante El Plateado, el conductor perdió el control y desvió su trayectoria hacia la izquierda, atravesó la pista contraria y terminó chocando de frente contra una roca y ladera del cerro.
Un sobreviviente
Fue tal la violencia del impacto que el chofer y los pasajeros quedaron estrellados contra el parabrisas. La policía uniformada solicitó la presencia de una ambulancia del Samu, que constató sólo uno sobrevivió. Bomberos trabajó durante varios minutos para rescatar los cuerpos, especialmente el cadáver del conductor atrapado entre los fierros retorcidos. Diseminados por la calzada quedaron gorros, zapatillas y otras especies de las antisociales, así como restos del interior y exterior del automóvil casi desintegrado.
Dos de los muertos portaban su cédula de identidad. El conductor Pablo Leandro López Vera, 20 años, domiciliado en la villa Primavera de Concón, y Edwin Andony Suárez Martínez, 23 años, de la población RPC, también de Concón. Ambos poseedores de nutrido prontuario delictual. El mayor con antecedentes penales y policiales por robo por sorpresa, riña, robo con violencia e infracción a la ley de propiedad intelectual. Mientras el conductor tenía prontuario por porte de elementos para cometer delitos, hurto simple, robo por sorpresa, robo con violencia, consumo de pasta base, y robo en bienes nacionales de uso público. Uno de ellos actualmente cumplía una pena remitida.
El tercer fallecido y el sobreviviente no contaban con documentos y en principio figuraron como N.N. Las pericias posteriores de Labocar, consistentes en la toma de huellas, revelaron que la tercera víctima fatal era el viñamarino Juan Carlos Pérez Arancibia, de 24 años, y el herido grave (ver recuadro) Pablo Andrés Vicencio Torres, de 18 años, residente de Glorias Navales.
El fiscal de turno dispuso que la Siat de Carabineros, fuera la encargada de los peritajes para determinar las circunstancias en que se produjo el fatal siniestro, mientras que unidades especializadas -como la Sebv- indagaron el móvil y a los ocupantes. "Tendremos que determinar la cronología y dinámica de cómo se gestaron los hechos, y medios de prueba asociados al caso. Son individuos que se dedican a abrir y sustraer vehículos y andaban en un automóvil encargado por robo en Quilpué", señaló el mayor Marco Jiménez, jefe del departamento OS-9 Valparaíso, que confirmó que los sujetos portaban un control remoto universal, elemento de moda para abrir vehículos con fines delictuales. Además revisan la trayectoria de la persecución, para buscar cámaras de seguridad que hayan registrado parte de los hechos.
El Laboratorio de Carabineros participó de las diligencias. Fueron los encargados, junto a un médico legista, de revisar los cadáveres para establecer la causa de muerte y buscar otras evidencias. "Estamos periciando el sitio del suceso y levantando evidencias orgánicas, balísticas, muestras de sangre y otra información importante para el fiscal", sostuvo el mayor Cristián Mansilla, de la Dirección de Investigación Criminal.
Dijo que la autopsia del Servicio Médico Legal establecerá si las personas fallecieron por politraumatismos tras el impacto con el cerro. No confirmó ni descartó la presencia de impactos balísticos en los cuerpos, situación que establecerá la autopsia. Si se ratificó el hallazgo de un par de vainillas en calle San Enrique, donde se originó el procedimiento. Trascendió que en el automóvil siniestrado se descubrió un cartucho de escopeta. No estaba el arma, la que fue buscada por los carabineros en los metros previos al accidente, en caso de que la hubieran arrojado por la ventana en su fatal escape.