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[Cultura Urbana]

Escribir para los niños no es un cuento fácil

El escritor Mauricio Paredes nos explica su fórmula para ser uno de los más leídos por los peques.
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Redacción. - La Estrella de Valparaíso

Chile es un país que necesita leer más. El crecimiento personal y nacional depende en gran medida de que más libros lleguen a nuestros niños y que éstos, ya de adultos, sigan perseverando en este buen hábito.

Estudios recientes indican que entre el 52% y el 53% de los adultos chilenos se declara no lector; sólo un 22,3% afirma tener entre 26 y 50 libros, mientras que un 18% tiene entre 1 y 10 libros.

A partir de la necesidad y escenario descrito, adquiere especial importancia la realización de la "Feria del Libro Infantil" (FLIN) que organiza la Universidad Santo Tomás Concepción y a la cual asistirá Mauricio Paredes, escritor infantil, y autor de "Cómo domesticar a tus papás" (2009) y "Verónica la niña biónica" (2005), entre otros.

A horas de su partida a Concepción, este ingeniero civil eléctrico de la Universidad Católica, transformado -devenido- en uno de los literatos favoritos y más leídos de los pequeños, nos cuenta sobre su historia creativa y cómo se puede convertir a un niño en un gran lector.

-¿Hace cuánto escribe para niños y cuántos libros ha publicado?

"Me lancé a escribir de manera profesional y a tiempo completo en abril del 2001. Actualmente, hay 15 títulos infantiles míos disponibles en librerías de Chile y uno para grandes llamado 'Perverso', de terror psicológico, y que se puede comprar en e-book directamente en mi sitio mauricioparedes.com. Este año se publican 'Supertata vs. Míster Vil' (10+ años, Editorial Santillana) y una novela juvenil-adulto titulada 'Almas de la Tierra' (Editorial Planeta México)".

-¿Cómo nace la idea de escribir para ellos?

"Es porque a mí me encantan los libros para niños. En realidad me gustan los libros que desbordan creatividad y el género infantil da la oportunidad de llevar la imaginación a nuevos límites. Por eso pienso que grandes escritores como Dickens, Wilde y Tolstoi escribieron para niños. Es un anhelo que tenía desde el colegio cuando leí los libros de Roald Dahl, C.S. Lewis, Quino y Goscinny. A Papelucho lo conocí de grande y me encantó, pero no puedo decir que fuese una influencia, por mucho que me hubiera gustado. Siendo muy sincero, no escribo pensando en los niños actuales que van a leer mis libros, sino que invento historias que creo le habrían gustado al niño que yo fui, al Mauricio Paredes de nueve o diez años".

Calidad literaria

-¿Cuáles son las características que debe tener un texto que despierte el interés de los niños?

"Lo más importante es que debe ser un buen libro, me refiero de calidad literaria. No sirve darles un libro lleno de buenas intenciones y valores, pero que está mal escrito. Los niños tienen una gran sensibilidad estética y estoy convencido de que es responsabilidad de nosotros los autores tratar de escribir el mejor texto que seamos capaces. Después yo creo que todos queremos leer libros que nos conmuevan, que nos transformen, que seamos alguien distinto una vez que hayamos terminado la última página. Y esos son temas universales, que no dependen de la época o el avance de la tecnología. Un buen libro infantil es el que recuerdas con cariño cuando eres adulto".

-¿Qué es lo más difícil de escribir un libro para niños?

"Los adultos. Hay algunos pocos papás, profesores y hasta críticos literarios que creen que un libro debe ser una herramienta para adoctrinar a los niños. Una especie de medicamento que reemplazaría su responsabilidad como padres de inculcarles valores morales. Entonces se horrorizan con libros como 'La familia Guácatela' o 'Cómo domesticar a tus papás'. Por suerte los niños inteligentes no le hacen mucho caso a los adultos tontos, eso siempre ha sido así y gracias a ello es que la sociedad avanza".

Critica de Arte

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Síntesis de líneas

En la sala de exposiciones del pasillo superior de la Galería CasaPlan de Valparaíso de presenta una muestra de trabajos en papel de Ethel Presser. Algunas de sus obras tienen como característica principal el ser papeles tratados con trazos de color negro, como aguadas de ese color aplicadas con soltura sobre un fondo de papeles blancos y preferentemente verticales. Es un juego de síntesis del tradicional contraste entre esos dos colores tan definidos.

Ese contraste entre dos tonos es lo fundamental ya que produce movimiento entre formas asimétricas donde juega con el equilibrio y de alguna manara con lo óptico para dar la sensación de movimiento constante que de alguna manera afecta la visión del espectador. Sin duda es derivación de la geometría. Pero una geometría que se relaciona con la síntesis y la dispersión. Eso hace que las obras se salgar de la monotonía que muchas veces acompaña este tipo de obras.

Otros trabajos están colocados saliendo del muro y enfrentando al espectador. Eso es lo más interesante de su propuesta ya que las obras tienen dos miradas y en ambas caras donde se enfrentan la racionalidad y el tránsito entre el negro blanco con el gris y la ruptura permite una transparencia visual provocada por la intencionalidad del montaje. De allí que la luz y las sombras del espacio de la sala también se integran a la exposición.

Hay precariedad en los materiales pero hay buenos efectos visuales y sin duda consigue crear un espacio que puede verse real o imaginado. A ello se agrega la modificación de todos los ángulos lo que contribuye a un mayor efecto de las tramas especialmente en los cuadrados que después ya no lo son tan rígidos.

"una geometría que se relaciona con la síntesis y la dispersión. Eso hace que las obras se salgar de la monotonía que muchas veces acompaña este tipo de obras"."

Nombre: "Entre líneas" Ethel Presser.

dirección: Galería Casaplan, Brasil 1490.