Ayer en un control en el kilómetro 106 de la ruta 5 Norte, Carabineros de la tenencia Hijuelas detuvo a un conductor que manejaba sin licencia, y que portaba 15 cajas de cartón contenedoras de 750 cartones de cigarros (150.000 cigarrillos). No supo acreditar procedencia ni destino del cargamento. Junto al copiloto fueron detenidos por contrabando e infracción a la ordenanza de aduanas. Quedaron en libertad.
Por atentando contra la autoridad con resultado de lesiones leves, fueron arrestadas dos jóvenes en el plan porteño. Cerca de las 02.40 horas en la plaza Neptuno en calle Condell con O'Higgins, personal de la Segunda Comisaría Central fiscalizó a G.L.V. y V.C.S.H. Cuando fueron notificadas que serían infraccionadas por ingerir licor en la vía pública, éstas se ofuscaron y rompieron las boletas frente a los uniformados, y se alejaron gritando en su contra. Pero las enfiestadas retornaron a plaza Aníbal Pinto, donde una comenzó beber una botella de cerveza frente a los policías. Le dijeron que iba a ser multada nuevamente, y ella respondió arrojando un botellazo al cabo 2° C.S. R., que sufrió una lesión leve en el dedo anular de la mano izquierda. Mientras el sargento 1° C.T.P., tuvo una distensión muscular leve en el hombro derecho, al forcejear con las imputadas.
Con desforramiento y fractura expuesta de muñeca y mano derecha de carácter grave, resultó ayer M.C.L.M., 33 años, domiciliada en El Bosque. Iba junto a tres personas bajando por Santos Ossa en un automóvil que a las 06.30 horas impactó el muro de contención de avenida Argentina, para luego volcar frente al colegio Juana Ross. Todos fueron atendidos en el Van Buren. Carabineros de la Tercera Comisaría Norte fue al siniestro.
Un delincuente especializado en el robo de accesorios a vehículos estacionados, fue detenido por la Sección de Investigación Policial (SIP) de la Segunda Comisaría Central de Valparaíso.
Pasadas las 19.00 horas personal de civil patrullaba por la intersección de calles Simón Bolívar y Victoria, cuando observaron un arresto ciudadano. Estaba reducido un conocido antisocial identificado como A.E.G.G., 18 años, alías "Chucky", domiciliado en Rodelillo. Momentos antes el joven destrozó el parabrisas trasero de un Chevrolet Aveo azul estacionado en calle Van Buren, para sustraer especies desde el interior. Fue sorprendido por el propietario y un amigo, quienes salieron en su persecución por avenida Uruguay y lo alcanzaron en calle Victoria. La fiscal de turno, Marcia Rivas, dispuso fuera derivado al tribunal de garantía por robo frustrado.
Ya se fue el primer fin de semana largo del año, y como ya es costumbre, llegaron miles de argentinos que aprovechan el viaje para comprar diversos artículos en el comercio local, y contrario a lo que uno pensaría, los libros también son parte de lo que buscan.
Desde el local de la Feria Chilena del Libro, en el Mall Marina Arauco, Patricio Rebeco, vendedor de la tienda, explica que es muy común que para los fines de semana largo aumente importantemente la cantidad de gente en busca de buena literatura, y la Semana Santa no fue la excepción.
"Sí, normalmente sube la venta. Lo que sí vino mucho cliente argentino este fin de semana", indica el vendedor, aclarando que la diferencia de precios entre las librerías chilenas y las argentinas (estas últimas tienen un impuesto mucho menor) no coartó en nada a los compradores argentinos.
"La verdad es que compran harto. Yo creo que de hecho tienen más variedad allá, pero el cliente viene acá y compra de varios libros. Yo creo que el argentino se mantiene leyendo durante las vacaciones. Yo creo que para ellos es parte de las vacaciones salir a la playa con un libro y un mate", reflexiona Patricio.
Respecto de los gustos del lector argentino, indica que muchos se inclinan por los autores chilenos.
"El argentino normalmente compra mucho libro de escritores chilenos que acá no los compran mucho como Maturana, Varela o Rafael Echeverría. Mucha mitología y novela histórica también", señala.
El mendocino Luciano Cano llegó junto a su familia desde el miércoles y cuenta que "cuando el día está nublado uno se viene directo al mall", ya que los precios de la ropa y la tecnología son mucho más bajos.
Respecto de la literatura, reconoce que en su país son mucho más convenientes.
"Sí, eso sí seguro, pero yo por suerte dejé de estudiar así que ya no necesito tantos libros. Un libro conocido debe valer unos 400 pesos", explica.