Secciones

Orgullo viñamarino: el centro dental que trabaja con los niños

El Módulo Odontológico Simón Bolívar, ubicado en la calle Limache, ha tenido que superar una serie de obstáculos para seguir llevando salud dental pública a niños y jóvenes. Hoy muchos son los que agradecen su existencia.
E-mail Compartir

Sebastián Mejías Oyaneder - La Estrella de Valparaíso

Mientras miles en nuestro país deben pasar por eternas esperas para alcanzar un cupo en la salud pública y otros tantos hacen largas filas en consultorios y postas para poder atenderse, existe en Viña del Mar un lugar que recibe con los brazos abiertos, y sin distinción, a cientos de jóvenes provenientes de distintas escuelas públicas y subvencionadas de la zona. Un proyecto que no se repite en otras comunas y que brinda tratamientos dentales, gratuitos, a los hijos de la gente de esfuerzo .

"A mi hija de siete años la trasladaron desde el consultorio para acá, decían que era muy molestosa y parece que aquí son más pacientes con los niños. Ésta es ya la segunda vez que vengo y ¿sabe qué? creo que son espacios que nos benefician a todos, sin importar en qué lugar vivamos o dónde estudiemos", cuenta Katherine Castro, una viñamarina que se identifica con el lugar.

Inaugurado en 1984 en las dependencias del Hospital Gustavo Fricke, el Módulo Odontológico Simón Bolívar debió soportar, en sus inicios, una serie de críticas hacia su funcionamiento, puesto que trabaja en base a un sistema de seis manos, correspondiente a tres personas, que colaboran en el tratamiento del paciente. Muchos dijeron que era ineficiente, otros lo llamaron rupturista, incluso algunos se atrevieron a decir que era un sistema socialista.

"Nada de eso", enfatiza la jefa clínica del centro, Jacqueline Carreño. Para ella el sistema de seis manos es representativo de una eficiencia superior, pues cada uno de los médicos odontólogos que trabaja en el lugar lo hace acompañado de un asistente o técnico paramédico. Ahí van cuatro manos. La sexta mano no es más que otra de las auxiliares, encargada de prestar ayuda a cuatro odontólogos y a sus respectivas asistentes.

"Lo que pasa es que hoy en día la eficiencia de un servicio público se mide en base a la plata que produce y no por su impacto a nivel social", sostiene la doctora Carreño. Hoy son treinta y cuatro escuelas, entre públicas y subvencionadas, las que se benefician de todos los tratamientos que ofrecen.

Cercanía con la gente

Y el impacto social es tan grande, que cuando estuvieron a punto de desaparecer en la construcción del nuevo Hospital Gustavo Fricke, fue mucha la gente que expresó su indignación. La cuestión es que cuando la primera maqueta del nuevo Fricke se diseñó, ellos no estaban contemplados. "Si ustedes no están incluidos en este nuevo proyecto, serán distribuidos en la red pública", fue la respuesta que recibieron de parte de la dirección del Servicio de Salud.

Desde entonces los funcionarios del Módulo Odontológico Simón Bolívar empezaron a moverse, para así conseguir apoyos y evitar su disolución. "Nos contactamos con los profesores, hicimos reuniones con apoderados y hasta políticos nos apoyaron. Todo el mundo estaba de muerte, así que contamos con mucha fuerza para mantenernos firmes en este proyecto. Fue así como logramos doblarle la mano a los insensatos y conseguimos este terreno, en calle Limache a la altura del puente cancha, donde nos instalamos definitivamente en noviembre de 2009", afirma Jacqueline Carreño, la jefa clínica.

Todo el mundo apoyaba la idea de que el módulo debe perpetuarse en el tiempo y que, ojalá, proyectos así se repliquen por todo el país. Dicen que más allá de la plata que el Estado invierte en esto, es una contrucción colectiva que lleva casi treinta y tres años trabajando en conjuto con colegios y otras organizaciones.

Odontopediatras

Más de cincuenta personas trabajan diariamente en el centro ubicado en calle Limache, hoy conocido como Centro de Referencia Odontopediátrico Simón Bolívar. ¿Y por qué de referencia? Porque atiende a todos los pacientes de la red pública que buscan tratamiento odontopediátrico.

Ésta vez son dos las escuelas que están participando de las jornadas formativas que el módulo odontológico prepara, durante todo el año, para distintas instituciones educacionales. Niños de prekinder pertenecientes a la D-316, República del Ecuador, y la E-353, La Parva, pasarán cinco días inmersos en tratamientos dentales y en talleres de cepillado, conducidos por una educadora de párvulos.

La boca del estudiante se dividirá en cuatro cuadrantes que serán tratados durante los cuatro primeros días de la semana, mientras que el viernes será el día en que son dados de alta. Durante la semana, los niños también juegan y disponen de los recursos interactivos que hay. Luego, una vez que el proceso ha terminado, es responsabilidad de los padres continuar con el tratamiento de sus hijos. Muchos lo siguen en los primeros años, sin embargo, las bajas son masivas en la medida que los niños se van haciendo grandes.

Asistentes dentales

Eliana Aracena ingresó al módulo odontológico dos años después de que éste abriera sus puertas a la comunidad, es decir, lleva treinta y un años trabajando. Como técnico paramédico, su rol es asistir al odontólogo convirtiéndose así, en una cuarta o sexta mano de apoyo según se requiera.

En el día a día lo que hace es traspasar el material y adelantarse a los requerimientos del médico, en tanto éste se encuentra trabajando en boca. "Por ejemplo, si el dentista va a llevar a cabo la extracción de un molar inferior, nosotros sabemos cuáles son las herramientas que debemos entregarle para que pueda llevar a cabo el procedimiento", dice la funcionaria.

Sin embargo, y si la situación lo amerita, un asistente dental también se llega a vincular con la boca del paciente por medio de los sellantes, unas cubiertas plásticas que son colocadas en la cara de la mordida de los dientes permanentes traseros -los molares y los premolares- para ayudar a protegerlos de la caries. Además realizan un procedimiento conocido como profilaxis, con el objetivo de limpiar todo rastro de placa bacteriana.

Programas sociales

Más allá del proyecto fundacional del Módulo Odontológico Simón Bolívar- que ya ha atendido a más de 97 mil niños en sus treinta y tres años de existencia- se han hecho partícipes, en los últimos años, de una serie de programas sociales destinados a cubrir las necesidades de otros sectores de la población.

Para este año recibirán alrededor de cien mujeres, sin importar edad, como parte del programa Más Sonrisa, un avance de lo que todos conocimos un día como "Sonrisa de Mujer". Y a pesar de que la cifra de pacientes a atender se reducirá en sesenta, en comparación a los dos primeros años, creen que es un buen número para un país que poco invierte en salud pública.

Además, contarán este año con un beneficio especial para todos aquellos estudiantes de la zona que terminen sus estudios secundarios, pues consideran que, en este país, "la salud dental es un punto importante a la hora de ir a buscar un trabajo por primera vez". En total serán 122 estudiantes de cuarto medio que, tengan dieciocho años o no, podrán acceder a este beneficio. No hay límites. Hasta aquellos que van en liceos nocturnos podrán participar.

Como puede ver, los programas que tiene el Módulo Odontológico Simón Bolívar son variados. Por eso es que, para quienes trabajan ahí, representan un bastión de la salud pública al que quisieron derrotar pero, aún así, no pudieron.