Nicole Valverde S.

La mayoría de las personas residentes en Villa Prat y la Población Montt -ubicadas en Playa Ancha- son de la tercera edad, o padres y madres con niños pequeños.

Todos deben ingresar hacia sus respectivos hogares por calle Bío Bío, que a decir verdad, y sin querer exagerar, estimados y estimadas lectoras, está para la embarrada.

Más que una vía parece una carretera de rally, con tremendos hoyos en medio de lo queda del pavimento, que hasta para los más capos del volante son imposibles de esquivar.

Sin locomoción

Pero no sólo la imposibilidad de utilizar sus vehículos particulares por calle Bío Bío tiene preocupados a los vecinos. Sino que la locomoción colectiva de la línea 51, 94, 1 y 21 también se niega a circular por la maltratada vía. Por lo que muchas veces deben cancelar el doble del valor del pasaje ($1.200) a los colectiveros para que estos se dignen a llevarlos cargando sus bolsos y sus niños pequeños.

De lo contrario, deben tomar la única micro que pasa (505) o caminar largas cuadras para regresar a sus hogares o salir a tomar locomoción a la avenida Quebrada Verde. Y en la noche se arriesgan a ser asaltados.

Doña Mafalda Fernández y doña Ester Vivar son de la tercera edad, y ambas deben utilizar bastón para poder dar pasitos más seguros. Ambas se han visto muy afectadas con el pésimo estado de la calle, ya que deben caminar mucho para llegar a la Avenida Quebrada Verde cuando los colectivos se niegan a ingresar por Bío Bío.

Manifestación

Es por eso que ayer las y los afectados se reunieron en Bío Bío con Levarte donde se manifestaron con gritos y carteles aprovechando la presencia del senador Ricardo Lagos Weber y el concejal municipal, Mauricio Barraza.

"Tenemos problemas de acceso de vehículos de la locomoción colectiva por los eventos que hay acá. Hace nueve meses manifestamos el problema en la Municipalidad de Valparaíso junto al concejal Barraza, y hasta el momento no hemos tenido ninguna solución", afirmó José Rojas, presidente de la Junta de Vecinos N°29.

Y agregó: "Como ustedes ven los hoyos son gigantes y afectan nuestra calidad de vida porque la gente debe bajarse en el mirador y ya no tienen acceso a sus domicilios".

En la alerta número 15 que va del año por este fenómeno, la Autoridad Marítima dio aviso de un nuevo ciclo de marejadas para el territorio chileno desde golfo de penas hasta Arica. Dicho evento traerá olas de hasta 4 metros para toda la costa de la región de Valparaíso, lo que llevó a las autoridades a que la población tome las medidas de resguardo suficientes y no se acerquen a los roqueríos para así evitar accidentes.

Según señaló jefe del Centro Meteorológico Marítimo de Valparaíso teniente Felipe Rifo "este evento está asociado al mismo sistema frontal que afectará con precipitaciones a gran parte del litoral sur y central del país durante los próximos días. Este evento no reúne las características para ser emitido como marejadas anormales, esperando que la altura máxima de la ola llegue a los 4 metros, aviso que incluyendo hasta el archipiélago de Juan Fernández".

Con un severo daño sicológico permanece una villalemanina quien asegura que fue secuestrada y violada por su expareja. Aunque el sujeto fue formalizado en el Tribunal de Viña del Mar por violación, lesiones y permanece en prisión preventiva desde el pasado miércoles, ella insiste en que F.J.C.B. de 41 años la secuestró y buscará acreditarlo .

La relación partió hace unos cinco años, todo era miel sobre hojuelas, pero cambió radicalmente, comenzaron las agresiones verbales que los llevaron a terminar y volver varias veces.

"Él me amenazaba, era violento en las discusiones, no me pegaba, pero me amenazaba con que me iba a dejar encerrada, no me dejaba llamar a mi mamá, no me daba comida, me decía que estaba fea, que mi cuerpo es feo, que fuera al gimnasio, que era gorda... era una constante agresión sicológica. Yo no supe frenarlo, mi familia me decía que no volviera con él, pero siempre lo perdonaba", relató la mujer de 34 años.

El sujeto asegura ser paciente siquiátrico, con esquizofrenia y cuando no se medicaba, se ponía agresivo. Tendría más de 20 denuncias de distintas mujeres y otras de violencia intrafamiliar, según asegura su última víctima quien lo perdonaba después de casa golpiza.

"Llegué el jueves al departamento en Recreo, discutimos, estaba muy molesto. Tomó mi celular y se enviaba mensajes al celular de él y a otras personas donde yo quedaba como loca. Me pegaba mucho, no me dejaba salir, me apretaban la boca, me ponía el cuchillo en el cuello, me tapaba la boca con una almohada. El sábado en la noche fue lo peor, me mordía, me trababa de ahorcar, tengo las costillas moradas, las rodillas, la cola la tengo toda morada. El domingo en la mañana me trató de tirar por una ventana, me sentí como Antonia, él me estaba llevando a que yo me suicidara, me tenía pisoteada sicológicamente".

Conserje

Y agregó: "Después va al baño me di cuenta que se iba a demorar y busqué las llaves que, haciéndome la tonta, había descubierto donde las había dejado, abrí y salí corriendo con calzones y una polera. Me vestí en el tercer piso, le pedí ayuda al conserje quien me preguntó ¿usted era la que pedía auxilio?. Pedí auxilio todo el fin de semana, me hizo grabar un video, pero no me acuerdo qué dije. Él me sacaba del departamento, me paseaba por los pasillos, me daba besos, me abrazaba, todo bajo amenaza de que iba a matar a mi hija y me volvía a encerrar, ¿cómo nadie se dio cuenta de eso?", relató mientras mostraba los moretones en su cuerpo, heridas en su cara y un ojo en tinta.