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[Cultura Urbana]

Viñamarino de 6 años es el futuro Claudio Arrau

Familia de Quilpué realiza campaña para comprar un piano y una pedalera a su hijo pródigo para el piano.
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Adita González - La Estrella de Valparaíso.

Con un oído absoluto, capaz de identificar cada nota musical sin equivocarse, Vincent Triviño puede tocar avanzadas piezas de música, desde Bach pasando por Beethoven y Mozart para también interpretar cosas más actuales. Precisamente esta habilidad lo llevó a adjudicarse la última versión del concurso de piano Claudio Arrau, realizado en la Ciudad Jardín en enero, en su categoría de 5 a 9 años.

Genio desde pequeño

Cuando tenía 3 años, sus papás se dieron cuenta que tenía una facilidad increíble para reproducir cualquier melodía, por lo que lo ingresaron al conservatorio Sergei Prokofiev de Viña del Mar. Desde ahí comenzó a progresar inmediatamente.

Aunque su vida es el piano, no hay día en que por gusto no practique, Vincent es un niño muy normal para todo, "le gusta correr, jugar con otros niños, andar en bicicleta, nadar y su pasión es averiguar sobre el universo usando un software llamado Celestia y viendo vídeos del espacio, el tamaño de las estrellas, comparándolas con nuestro sol y otros planetas" asegura su padre Héctor Triviño.

Pero para Vincent no ha sido fácil. Pese a su gran talento el pequeño no tiene un piano donde practicar, sólo un teclado que ya no es suficiente. Por lo mismo su familia ha dejado los pies en la calle buscando apoyo para su hijo quien necesita un piano y una pedalera (para que pueda alcanzar los pedales del piano) que no ha tenido resultados todavía.

Su padre, Héctor, junto a su señora, y a un familiar radicado en España, optaron entonces por un crowdfunding que es un sistema on line a través del cual se da a conocer una causa y a través del apoyo de muchas personas con poco dinero, se alcanza una meta. El sitio elegido fue Kickstarter.

-¿A quiénes les han pedido ayuda?

-Partimos la campaña enviándole el video del proyecto a contactos de Facebook y amigos los cuales prometieron su ayuda, cosa que no ha sucedido en más de un 95 %, seguimos con personas de Emporchi sin tener resultados aún, nos hemos dirigido a empresarios del sector privado, sin buenos resultados aún, a diario le escribimos al sitio oficial de Facebook del Señor Leonardo Farkas enviándole también el proyecto sin resultado alguno hasta hoy y, luego, hemos recurrido a la prensa escrita y radio, con algunos resultados.

- ¿El monto que desean juntar para qué estaría destinado y por qué tan alto?

-El proyecto está considerado para comprar un piano de segunda mano en excelente estado. Cotizado en una importadora de pianos en Santiago, el valor de uno de estos es de $3.500.000 aproximadamente más un extensor de pedales (pedalera) cuyo valor es de alrededor de $300.000 la cual sólo la fabrican en el extranjero e importar una unidad en el servicio más barato es casi el mismo valor de la pedalera. El sitio de kickstarter se quedará con el 12 % más o menos del proyecto, cosa que descontarán si se llega a la meta, si se tratara de un piano nuevo de buena marca estaríamos hablando de $6.000.000 hacia arriba. El proyecto está subido desde España, debido a que kickstarter no tiene filial en Chile, por lo tanto si se llega a la meta, transferir los fondos a Chile es otro descuento más, que no es menor.

-¿Es muy difícil costear una pasión cómo esta?

-Muy difícil cuando no se cuenta con los recursos y un poco más dolorosa cuando tienes un niño con talento sin tener los medios para poder ayudarlo. Porque Vincent cuenta este año con la beca Claudio Arrau para estudiar en el conservatorio y además es ganador del concurso Claudio Arrau que se realizó en enero de este año en la categoría de 5 a 9 años.

- ¿Qué música toca?

-Sus estudios son de piano clásico, tocando piezas de Bach, Mozart, Beethoven, Prokofiev y ahora se encuentra preparando como parte del premio del concurso Claudio Arrau un concierto como solista y otro con la orquesta de cámara de la Pontificia Universidad Católica bajo la batuta del maestro Pablo Alvarado. También le gusta tocar música popular como por ejemplo el hombre Araña, a George Harrison y pequeños trozos de música de David Gilmour las cuales toca de oído.

-¿Qué quiere ser Vincent cuando grande?

-Quiere ser astronauta, pianista famoso y componer como Vangelis.

-¿Qué le dirían a las personas para que cooperen con su causa?

-Les diríamos que no muchas veces en la vida se tiene la oportunidad de decir: "yo ayudé a un niño a convertirse en un gran artista", pues esta es una de esas pocas y Vincent no quiere un piano por un capricho, sino porque realmente lo necesita.

Pantalla grande

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"Guardianes de la galaxia 2"

Es curioso lo que ocurre con esta secuela y su primera versión: inauguran una suerte de nuevo subgénero, el de la comedia de ciencia ficción o comedia cósmica; ya que mezcla elementos de un futuro espacial fantástico con el humor, logrando entretener al espectador y hacerlo reír de buena gana.

Tanto "Guardianes de la Galaxia 2" (2017) como la primera del mismo nombre de 2014, fueron escritas y dirigidas por el cineasta estadounidense James Gunn, quien ha demostrado un especial talento para desarrollar una galería de personajes, de la editorial de cómics Marvel, que deben cuidar el Universo, pero que en realidad son un grupo de antihéroes, rudos pero muy humanos, aunque en realidad varios de ellos claramente no son terrícolas.

Gunn, de 46 años, había dirigido anteriormente otros dos largometrajes: "Slither" (2006) y "Super" (2010), en que había demostrado capacidad para la parodia y el humor negro, características que mantiene y desarrolla en las dos películas de los Guardianes; y que le ha dado un éxito tal que ya está anunciada la tercera versión.

El grupo central lo conforman Peter Quill (Chris Pratt), mitad humano y mitad celestial y que le encanta la música de los 80; Gamora (Zoe Saldana), atractiva extraterrestre de piel verde; Drax (Dave Bautista) fornido y simpático alienígena; el pequeño árbol Groot y el rudo y gracioso mapache Rocket.

En esta secuela se unen al team Mantis (Pom Klementieff), cuyas antenas le dan un especial poder; Nébula (Karen Gillan), la hermana díscola de Gamora; Yondu (Michae Rooker), el padrastro de Quill que se redime; su piloto, Kraslin (Sean Gunn) y en representación de los Devastadores, su comandante, Stakar (Sylvester Stallone). Deberán enfrentarse al padre de Quill, Ego (Kurt Russell), un Celestial que quiere destruir el Universo; a los renegados liderados por Taserface (Cris Sullivan) y al ejército de las sacerdotisas, guiadas por Ayesha (Elizabeth Debicki).

A los elementos del humor y la fantasía, Gunn suma otros ingredientes a su exitosa receta: romance, acción y efectos especiales al servicio de la historia; lo que, sumado a las buenas actuaciones, configura un filme sin pretensiones estéticas, pero que entretiene con buenas armas, como las viejas películas de matiné, que tanto se echan de menos.