Con la suerte del campeón: Colo Colo venció en el último suspiro a Everton
Viñamarinos lo habían igualado a los 91'. El 2-2 era de justicia, la "U" se escapaba en punta, pero...
Si el fútbol fuese siempre de justicia, quizás no tendría ese morbo y atractivo que suele atrapar y/o embrujar a los amantes de esta actividad. Es por ello que también se dice que los partidos no terminan, hasta que el árbitro infle sus pulmones para dar con el pitazo final. Y aquellos fueron parte de los elementos que se conjugaron ayer -en un lluvioso mediodía en Sausalito- en donde las emociones estuvieron al final y por raudales, tanto por el lado evertoniano, como también entre los visitantes de Colo Colo.
Al final, el 3 a 2 del forastero, quedará en los registros. Y de los merecimientos del Cacique... que se encarguen los medios de la capital. En el caso de Everton -que tenía todavía una ilusión mínima, por pelear algo- puede sonar a farra. De la entrega de los jugadores de Pablo Sánchez, nada que decir. Hubo lucha, garra y pierna fuerte, pero también muchos errores... arriba y abajo. En lo ofensivo, Cerato, Echeverría y Almeyda fallaron cuando no podían fallar. Y atrás, Eduardo Lobos se vio particularmente feble... otra vez ante su ex equipo. Pero sus reacciones -lentas o nulas, como en el tiro libre de Ramón Fernández- también son consecuencia de jugadas en donde sus defensores, no le acompañaron.
De meta y ponga
Pese a las dificultades que implica jugar en una cancha mojada, el partido fue intenso y llamativo. Paredes, con una media vuelta rápida, sorprendió al meta viñamarino, cuando la visita insinuaba más (19'). Everton no podía tomar el mediocampo ante un Colo Colo que ya a los 8' había azotado el poste, con un remate de Barroso. No obstante, ya cerca del final del primer tiempo, apareció Franco Ragusa, quien, con un impecable tiro libre, superó la resistencia del meta Salazar.
Tras el descanso, Colo Colo -con una obligación mayor (ya que sólo ganando, retomaban la punta)- trató de inclinar la cancha a su favor. Pero por contrapartida y vía contragolpe, fue Everton el más peligroso. Maxi Cerato, por ejemplo, lo tuvo dos veces a los 74' (meritorias tapadas de Alvaro Salazar); luego Echeverría remató ancho a los 79' y a los 83' Almeida desbordó por derecha, levantó la cabeza, centro... pero no llegó nadie a conectar. Y por parte de Colo Colo, no era mucho el asedio -con llegadas de riesgo- hacia la portería de Lobos. No obstante, un candidato tiene siempre individualidades, hombres de buen pie y uno de ellos, Ramón Fernández, dejó parado al golero Lobos, con un impecable tiro libre a los 85'. El 2-1 parecía definitivo, pero Everton, a través de Raúl Becerra, logró un hasta ese momento heroico empate que era festejado por los hinchas de Everton y la Universidad de Chile... que se mantenían arriba, al tope de la tabla. El 2-2 era lo más justo, Becerra lo tuvo a los 93', pero a los 94' apareció el peruano González y con un remate bajo al primer palo, dejó a Colo Colo acariciando un nuevo título.
Manuel Gómez Poblete
manuel.gomez@estrellavalpo.cl