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Joven de 27 años, padre de dos niños, lleva cuatro días perdido

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Desesperados e intranquilos se encuentran los familiares del guardia de seguridad Jorge Palma Aros, de 27 años, luego que el viernes pasado el trabajador no regresara de su trabajo.

Para su madre, Marianca Aros, la desaparición de su hijo es inexplicable, toda vez que ese mismo día en la mañana habían quedado de acuerdo de hacer un asado familiar en la noche.

"No puedo entender qué es lo que pasó. Él salió de aquí a las 9 de la mañana a trabajar. Le pidió plata para la locomoción al papá, le sentí la pura voz. Quedamos en que íbamos a hacer un asado. Me dijo 'mamita hoy día me pagan, vamos a hacer una cosita para atender a mi señora y voy a llamar a mi papá para que me acompañe al supermercado' y de ahí nada más", recordó Marianca.

Ximena, pareja de Jorge, añadió que no existe razón aparente que pueda explicar su desaparición. "Ninguna pelea, nada y él viene y desaparece de esta manera. Es algo muy extraño", dijo la joven quien confía en que Jorge regrese.

Sus familiares admiten que en otras oportunidades Jorge, padre de dos niños, salía pero siempre daba indicios de su paradero. "Por eso ahora pusimos una denuncia por presunta desgracia porque son muchos días sin saber de él", añadió la madre del joven trabajador.

Socavón casi se traga auto con matrimonio adentro

Vehículo ingresaba al supermercado Lider El Belloto cuando comenzó a hundirse en medio de un enorme charco provocado por rotura de matriz.
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Priscilla Barrera Llanos

Minutos de terror vivió ayer en la mañana una pareja que a bordo de su automóvil ingresaba a la zona de estacionamientos del supermercado Lider El Belloto, ubicado en calle Baden Powell en la comuna de Quilpué.

Como parte de la rutina diaria de este matrimonio, accedieron hacia el estacionamiento que estaba habilitado. Según recuerda Carla Bernal, ingresaron detrás de un automóvil y al pasar por un enorme charco de agua que cubría casi la totalidad de la calzada, en el acceso a la zona de parqueaderos, la punta del automóvil comenzó a hundirse y en segundos el agua ingresó al vehículo, al punto que a ella y a su marido les llegó hasta las rodillas.

"Veníamos llegando y al ingresar al estacionamiento había un poco de agua y seguimos avanzando y al avanzar, el auto se hundió de repente. El socavón no estaba, se hizo cuando nosotros pasamos (...) No había ningún tipo de advertencia que alertara de algún problema. Por eso pensamos que sólo era agua, nunca imaginamos que iba a suceder algo así. Quedamos mojados hasta las rodillas", relató aún nerviosa la afectada.

Carla admitió que sintieron mucho miedo y que afortunadamente recibieron ayuda inmediata de los guardias y los trabajadores del Lider.

"Teníamos miedo de salir del auto porque pensamos que se fuera a hundir más. Sentimos mucho miedo además que no podíamos dejar de pensar que recién habíamos pasado a dejar a los niños en la escuela, que podrían haber venido con nosotros, uno no sabe lo que puede suceder", añadió la joven.

Escape

La afectada insistió que al ingresar con el auto no sintieron ningún golpe ni nada que les advirtiera que podía pasar algo.

Carla venía de copiloto y su esposo Claudio Santibáñez conducía, por lo que como una forma de hacer contrapeso e impedir que el auto siguiera hundiéndose, ella optó por trasladarse hacia los asientos traseros y comenzó a sacar las cosas que tenían adentro: las sillas de los niños y su cartera.

Aunque dan gracias de que no hayan sufrido mayores y más graves consecuencias, Carla reconoció que los efectos de este "accidente" son enormes, pues no sólo implican los daños al vehículo, sino que el costo de no poder trabajar, daños sicológicos y quedarse quizás por cuánto tiempo sin auto.

"Vamos a seguir hasta las últimas consecuencias para que nos reembolsen los daños. Una persona de Esval fue muy gentil, pero necesitamos que nos respondan a la brevedad. Ya hicimos la denuncia por daños", precisó la afectada.

Su esposo Claudio reiteró la urgencia de una pronta respuesta de la empresa responsable, dado que el vehículo dañado es el único del cual disponen y lo emplean a diario para el traslado de sus niños y por razones laborales.

Carla y Claudio son padres de dos niños de 8 y 3 años, los que afortunadamente a la hora de la emergencia no viajaban a bordo del vehículo.

Rotura de matriz

Hernán Berríos, subgerente zonal Esval, detalló respecto de esta emergencia que "alrededor de las cuatro de la madrugada de hoy (ayer), nuestros sistemas de monitoreo detectaron una rotura de matriz en calle Baden Powell, en el sector de El Belloto, en Quilpué. Nuestras cuadrillas en terreno se desplazaron rápidamente el lugar para atender la situación, que afectaba principalmente al sector de Belloto 2000. Gracias a las maniobras realizadas, pudimos acotar la emergencia, afectando sólo a cerca de 80 clientes del sector con una interrupción transitoria del servicio", corte que, según el ejecutivo, quedaría repuesto durante la tarde de ayer. Berríos puntualizó que "las precipitaciones de las últimas horas, además de la obstrucción de los cauces de aguas lluvias del sector, ocasionaron que el agua generada por esta rotura se apozara en los accesos de uno de los centros comerciales, causando que un vehículo quedara atrapado parcialmente al intentar ingresar. Nuestros equipos retiraron rápidamente el vehículo, sin que el hecho tuviera mayores consecuencias. Ya estamos en contacto con los afectados, para evaluar los daños del vehículo y apoyarles en todo lo necesario". Según se conoció, la pareja efectuaba ayer la evaluación de los daños de su automóvil en un taller para entregar a la sanitaria el presupuesto. Asimismo, la sanitaria estaría disponible a apoyar a esta familia con el arriendo provisorio de un vehículo a la espera de la reparación del propio.