Matías Valenzuela

U n nuevo capítulo de la saga de balaceras escrita en la región se escribió durante la madrugada de ayer. El confuso pero violento incidente aún no está del todo claro, pues faltan muchas páginas para entender la historia de principio a fin, pero lo que sí se sabe es su sangriento final: un muerto y un herido de gravedad.

A partir de pruebas, relatos de testigos, imágenes de las cámaras de seguridad y las pericias policiales, se reconstruyó parcialmente el ataque en el que dos hombres fueron acribillados a las afueras de un local nocturno en plena avenida Errázuriz.

El hecho ocurrió cerca de las 04.30 de la madrugada de ayer, horario en que los locales nocturnos cierran las puertas y se produce el éxodo de los jóvenes para regresar a sus casas.

En ese momento, N.J.O., de 29 años, se disponía a sacar su vehículo Hyundai Géminis de color amarillo, en compañía de su amigo, I.P.S., de 25, ambos provenientes de Viña del Mar, específicamente de Miraflores.

Los dos amigos estaban de fiesta en uno de los locales nocturnos que se apilan en esa calle, el cual está siendo identificado por la PDI. El vehículo estaba estacionado en la vereda, al frente del restaurant "Buenos Aires" y al lado de la discoteca "Mero".

Cuando estaban sacando el auto, otro vehículo, un Hyundai Veloster de color gris, pasó por el lado izquierdo y desde el interior percutaron a lo menos quince disparos que impactaron de lleno la puerta del conductor y dejaron a ambos ocupantes con heridas severas.

El móvil de los atacantes abandonó el lugar en cosa de segundos, mientras los testigos del hecho quedaron anonadados con el violento suceso. En ese momento, otros sujetos, a bordo de un vehículo Toyota Tercel de color rojo, auxiliaron a los heridos y en los dos automóviles acudieron hasta el hospital Van Buren.

El auto perforado por los disparos llegó a duras penas a la posta de emergencia y su conductor, casi moribundo, fue atendido por los profesionales del hospital porteño cuando sufría un paro cardiorespiratorio. Luego de recibir las respectivas maniobras de reanimación, no pudo seguir viviendo.

Su compañero mostraba heridas de bala en su brazo derecho que le causaron fracturas en dedos y antebrazo, pero sin riesgo vital. Una vez que fue estabilizado, lo derivaron al hospital Gustavo Fricke de la Ciudad Jardín.

Herida mortal

El director del hospital Van Buren, doctor David Gutiérrez, explicó que, producto de la condición en la que llegó N.J.O., era imposible salvarle la vida, pues uno de los proyectiles le impactó la cabeza y aunque increíblemente no murió en el acto, sufrió un traumatismo encéfalo craneáno de carácter grave; aún así tuvo la fuerza para llegar conduciendo hasta el hospital Carlos Van Buren.

"Hay que precisar que el primer afectado viene con una herida necesariamente mortal. Ingresa en paro cardiorespiratorio y por un tema de protocolo se realizan las maniobras de reanimación que corresponden, no obstante, no se logra rescatar", indicó el doctor Gutiérrez. Agregó que "el segundo (herido) viene con heridas de bala de carácter grave dado que se producen fracturas del antebrazo y dedos de su mano derecha. No son heridas de riesgo vital y de acuerdo a los protocolos, se traslada al hospital Gustavo Fricke".

¿ajuste de cuentas?

En un primer momento, las pericias las tomó la Sip de la Segunda Comisaría Central, pero luego el caso pasó a la Brigada de Homicidios. Considerando la serie de muertes por heridas de balas que ocurrieron hace poco, era natural pensar que había relación con esos episodios, pero preliminarmente no se estableció ese nexo.

El subcomisario de la Brigada de Homicidios, Rodrigo Gallardo Oyarzún, indicó que se están estudiando los registros de las cámaras y empadronando testigos, incluyendo a los hombres que ayudaron a los heridos.

Todo esto para identificar a los victimarios y establecer las razones del violento ataque.

Al respecto, el subcomisario Gallardo advirtió que "en un principio, no habría ocurrido en ese local (Mero). Sí se habla de unas rencillas en algunos locales nocturnos de Valparaíso y posteriormente se desencadena esta balacera en el sector de calle Errázuriz. La dinámica no está bien establecida. Estamos recién iniciando la investigación. Lo que sí se tiene claro es que al parecer por un problema que ocurre adentro de un local nocturno, se desencadena lo ocurrido".

Según los primeros antecedentes, no habría habido intercambio de disparos, sino que habría sido un ataque de un grupo a la pareja de amigos, sin que éstos tuvieran opción de defenderse.

"Por el momento solamente tenemos a un solo grupo de personas que son los que efectúan los disparos, pero no se descarta que pueda haber otro tipo de participación", precisó el subcomisario Gallardo.

Comercio afectado

Desde la discoteca "Mero", ubicada al lado de donde se percutaron los disparos, se emitió un comunicado en el que se enfatizaba en que los involucrados en el tiroteo no mantienen relación con el local nocturno.

"El hecho se produjo a las 04.20 horas, lo cual es posterior a nuestro horario de cierre de las noches de jueves (04.00 horas), por lo que en ese horario nuestros clientes ya se encontraban en camino a sus respectivos hogares. El hecho fue protagonizado por personas ajenas a nuestro local, quienes de ninguna forma son parte de nuestros miles de clientes que asisten cada fin de semana", se lee en el texto.

Por su parte, el propietario del restaurant "Buenos Aires", Nelson Espinoza, lamentó lo sucedido y explicó que nunca había pasado algo así.

"Acá es tranquilo, no hay mayores problemas. Es algo fortuito. Mi local es diurno. Nosotros nos cambiamos hace poco (ocho meses) y no habíamos visto muchas peleas, así que llama la atención lo que ha ocurrido acá. Nos sorprende mucho", declaró el dueño del local, el cual no pudo abrir en forma normal por las pericias policiales de la PDI.