Secciones

Futvalores: pasión y amor por la redonda más allá de la cancha

Este año, como ya es tradición desde 2013 -gracias a la Corporación La Matriz, ente fundador-, pequeños de 6 a 15 años podrán participar de este programa. Uno que potencia y mejora la calidad de vida en niños y niñas de la zona.
E-mail Compartir

Guillermo Ávila N.

Gol de Ivo Basay. ¡Gol de Chile! Aún el eco de esos dos gritos martillea en la memoria de la infancia de quien escribe. Era el año de la goleada por 4 a 0 al "Scratch" y esa Roja pre "Bengalazo" llegaría a la final de la Copa América en un crudo y lejano invierno de 1987.

Con ello, el short 'Pato' Yáñez y una vuelta al inconsciente: aquel olor a pasto mojado de esos antiguos "potreros" con los toperoles salpicados al barro. Pasión pichanguera a la vena, arengan algunos.

Hablamos del antibiótico perfecto para aquella sangre que hierve en plaquetas cargadas a los microbalones de fútbol.

Algo más allá de la fiebre del "Deporte Rey": vivir lo que los gladiadores sentían antes de salir a la arena o lo que perciben las bandas de música cuando suben al escenario. Ese es el éxtasis que ocasiona saltar a la cancha. El gol.

Y, de algún modo, esa experiencia hoy trasciende a un grupo de niños y niñas que se apronta a vivir un proyecto deportivo con garra. O, si lo prefiere, con espíritu de equipo que inculca valores en pos de la vida sana. También con poder de llegada que ha sabido consolidarse a lo grande en la zona.

Por eso este sábado 27 de mayo, a contar de las 11.00 de la mañana, Futvalores tendrá su jornada inaugural en el frontis de la iglesia La Matriz, en pleno corazón del Barrio Puerto.

Desde el tablón

Ya en la pizarra, Futvalores es un programa que partió en 2013. Esto a través de una iniciativa de la Corporación La Matriz que postuló a un proyecto del Gobierno Regional. Tras ver la luz esa primera versión, varios de los monitores pusieron pecho en la continuidad de esta idea... en forma voluntaria. Con ello, las miradas y la incorporación paulatina de refuerzos de peso al plantel estelar: Santiago Wanderers, Fundación Futuro de Valparaíso, la Corporación Municipal de Valparaíso, Duoc UC Viña del Mar y, desde el año pasado, La Estrella de Valparaíso.

Un programa de alto impacto que tiene su alcance en la comunidad: 300 fueron los menores que en 2016 potenciaron una nutrida participación. Esto motivó, por ejemplo, el interés de la Corporación Municipal de Quilpué, que este 2017 aportará con ocho escuelas.

Motivación que, por lo demás, inyectó de Futvalores a las familias de los participantes. Por eso sus rifas. Por eso las amanecidas. Por eso el espacio forjado a pulso en el aprendizaje pelotero. Todo por un sueño: cumplirle a los peques. Que aquí en Futvalores van de los 6 hasta los 15 años de edad.

En el terreno de la "caprichosa", los entrenamientos son con gente que sabe de esto. Los futuros Alexis o Vidal están dirigidos por alumnos titulados de la Escuela de Salud. de Duoc UC. Ellos son los encargados de desarrollar los aspectos técnicos y tácticos de la disciplina deportiva en establecimientos de municipales y la comunidad del sector de La Matriz.

La modalidad es simple. Se activarán dos campeonatos durante la temporada: se premia por categoría a los ganadores y el niño que mejor represente el espíritu de Futvalores recibirá una distinción especial.

Lo dijo Jorge Valdano, aquel campeón del mundo y filósofo che: "en el potrero se aprende las nociones de solidaridad, repartición de roles y dignidad".

Y así también lo cree el párroco de la iglesia La Matriz, Gonzalo Bravo. Curtido en el arte de poner freno con cruz en mano a esas pichangas bravas tras una palabrota o trancada, su prédica a lo Bielsa va ensalzada de valores. Al hueso y alma: "Somos una escuela de valores que utilizamos el fútbol como una herramienta pedagógica y didáctica para enderezar a los niños en situación de conflicto. Darle lugar a la vida a través del fútbol".

Un cincel que esculpe los distintos matices de la personalidad del niño. Para el cura Gonzalo Bravo, si a Futvalores habría que medirlo por su éxito, éste posee la vara justa: "Tienen mejores notas, compañerismo y comportamiento en casa", con un agregado, sentencia Bravo: estos talleres los trabajan por metodologías mensuales.

Y no es todo: "Como meta queremos crecer en cantidad de número de niños y niñas". Pero "les cuesta crecer", agrega. ¿La razón? El religioso acota afligido: "Porque competimos con el play, video juegos, sedentarismo y la desidia de los papás por traer a los niños". Pero hay fe en él: "Todos caben aquí. No hay discriminación".

Monitoreo al alma

Este programa sabe manejarse en el área grande (y chica). En pocos años, se lo ha exportado a 20 colegios de la Corporación Municipal de Valparaíso (Cormuval), "los cuales lo han aceptado con buena acogida", recalca seguro como el golero de la Roja, el párroco Bravo.

Ahora la palabra corre por cuenta del monitor a cargo de los talleres. Como profesor de educación física del Duoc de Viña, Cristóbal Alvarado, a sus 27 años, comenta que su desafío es lindo. Y de verde esperanza: "Gran parte de la participación de los alumnos es por Santiago Wanderers. Para ellos (niños) es importante que un club con jugadores profesionales los visiten y estimulen".

Nicole Arredondo, coordinadora de la iniciativa y quien está desde el comienzo trabajando en forma voluntaria, ya lo dijo en 2016. "La línea de trabajo es utilizar el fútbol como una herramienta de transformación social, con el espíritu comunitario de La Matriz, lo que se replicará también en los colegios".

Para Cristóbal Alvarado, quien dice que una escuela en promedio albergan a 20 niños, que son 12 los monitores en Valparaíso y 8 en Quilpué este año, su labor pasa por la entrega de valores. Esos que el fútbol, en la teoría, mueve a la unidad: compañerismo y trabajo en equipo. "La mayoría de las escuelas tienen canchas propias. Las clases se hacen dentro de las escuelas", aduce.

Herramienta eficaz

Visión que también comparte Rafael González, de Fundación Futuro, entidad que lleva su tercer año consecutivo dando espaldarazo.

"El espíritu de Futvalores constituye un mecanismo eficaz para resguardar a los niños del Gran Valparaíso y crecer como personas", comenta González, para quien estas clínicas de fútbol son una herramienta potente para promover valores esenciales en el desarrollo personal. "Creemos que el programa Futvalores permite y consolida el objetivo de formar niños integrales", afirma.

Aproximarse a la circunferencia que marca el centro del campo. Acercarse hasta aquel punto donde el balón empieza a rodar después del pitazo inicial. Empaparse en fútbol... Futvalores ya inaugura este sábado, desde donde todo comenzó: en La Matriz.

Quienes quieran inscribirse deben hacerlo en el correo futvaloreslamatriz@gmail.com o directamente en la parroquia. Las clases son todos los sábados de 11.00 a 13.00 horas.

Antes, Cristóbal Alvarado, como monitor, brinda una última arenga, a donde más llega: "Espero cambiar la mentalidad de los niños, a puros valores. ¡Así me siento pagado!".