Priscilla Barrera Ll.
Al caso de Juan Francisco Benavides Abarca, el abuelito de 88 años que fue dado de alta con profundas escaras en su cuerpo desde el Hospital Gustavo Fricke, se suma ahora el de una paciente de 78 años que ingresó el pasado 27 de abril a raíz de un accidente cerebro vascular y que, según denunció su hija, fue agredida por una enfermera y dada de alta con enormes escaras.
Tan grave sería el caso de Mónica Pardo Saez, que su hija, Connie Latrille, no sólo ingresó una denuncia en el centro hospitalario, sino que recurrió al Consejo de Defensa del Estado (CDE) para que fuera este estamento el que se pronuncie respecto de un caso que ella cataloga como grave negligencia.
"Mi mamá sufrió un tercer accidente cerebro vascular el pasado 27 de abril y estuvo 3 o 4 días en la unidad de urgencia del Hospital Gustavo Fricke. A ella la trasladaron de noche. Pedí autorización para cambiarle el pañal porque tenía una escara y se veía que estaba apareciendo una segunda. Advertí esto al personal, pero me dijeron que lo verían al día siguiente. Las escaras de mi mamá crecieron como crecen estas lesiones y la dieron de alta. Yo no sabía que no debía aceptar el alta en esas condiciones", admitió Connie.
La mujer agregó que su madre no sólo fue dada de alta con estas lesiones sino que además con una neumonía. A diferencia de Juan Francisco, Mónica no ha contado con hospitalización domiciliaria por lo que ha sido su familia la que ha debido asumir las curaciones y sus costos.
"Conseguí a través del consultorio que pueda venir el enfermero a hacerle curaciones dos veces por semana. Los costos hemos debido asumirlos nosotros como familia. Yo llevo 11 meses a cargo de su cuidado", precisó Latrille.
Cde
Mónica Pardo se encuentra actualmente postrada, con su lado derecho paralizado y la mayor parte del tiempo inconsciente. De sus escaras ha ido evolucionando favorablemente.
"Yo hice una denuncia por agresiones. Una enfermera maltrató a mi mamá cuando le estaba poniendo una sonda nasogástrica. Mi mamá tuvo una reacción refleja e intentó sacársela. La enfermera le dio una palmada. Recibí respuesta a mi reclamo del servicio de salud en la que me piden excusas pero la enfermera dio otra versión. No entiendo entonces por qué se disculparon entonces", precisó Connie Latrille.
Disconforme con estas respuestas, decidió recurrir a la Superintendencia de Salud donde me aconsejaron acudir al CDE.
"Me atendieron muy bien, me orientaron , me dijeron paso a paso qué hacer. Acogieron mi reclamo. Vamos a pedir inde mnización económica por los daños morales y físicos", puntualizó la hija de la paciente afectada.