Malabicirco acerca artes circenses a los no videntes
En el marco de las actividades del 9° Congreso Día Mundial del Malabarismo, la Cía. porteña realizó taller con los alumnos del Instituto Vicente Mosquete.
Una mañana llena de risas y nuevas experiencias vivieron los niños, jóvenes, adultos y adultos mayores que se atienden en el Instituto Vicente Mosquete de Viña del Mar. Estas personas junto a sus monitores tuvieron la visita de la Compañía Malabicirco, quienes prepararon una dinámica especialmente ideada para personas no videntes.
Organizados en grupos de 5 personas, pudieron experimentar con pelotas, globos, gorros mexicanos, además de jugar a que eran autos o árboles. También hubo dinámicas vinculadas al Payaso, las que hicieron que jugaran todos de manera integrada sin importar su condición ni edad.
La actividad se enmarca dentro del eje comunidad dentro del 9° Congreso Día Mundial del Malabarismo, organizado por la Compañía Malabicirco y que entre el 16 y 25 de junio llenarán de colores y alegría el Puerto, con actividades pensadas para toda la familia. Al respecto, Javier Morales de la compañía circense señaló que "trabajamos en torno a algunas disciplinas del Circo, partiendo por el Malabarismo y por el Payaso. Quisimos trabajar con ellos algunas variables como la percepción quinestésica, la motricidad fina a través de distintos elementos que pasaron a través de un trabajo circular". Morales agregó que "también trabajamos lo que es el payaso, sacar emociones, sacar alegrías que son fundamentales para descubrir cada uno su payaso. Fuimos vinculando ambas disciplinas en este trabajo que tuvo una duración de una hora y media. Nos enfocamos primero en que ellos reconozcan bien los elementos, los tocaran, reconocieran sus formas, texturas y luego de eso fuimos trabajando la percepción quinestésica, que es la relación del tiempo y distancia. Desde ejercicios muy simples, fuimos avanzando a ejercicios más complejos e incluso con ejercicios donde ellos hacían lanzamientos de objetos de una mano a otra".
La experiencia, inédita para los alumnos del Instituto ubicado en Chorrillos en Viña del Mar, fue valorada por María Ester Mejías, directora del establecimiento que atiende a 43 personas no videntes provenientes de toda la región. "Los niños se entusiasmaron mucho con una visita previa que hicimos al Parque Cultural de Valparaíso y tenerlos acá es una maravilla. Es cierto nuestra misión y el sello de nuestra institución, la inclusión de las personas. Creo que las actividades artísticas, la cercanía a experiencias que no tienen todos los días es un ejercicio incalculable para ellos y para sus familias. Ellos están haciendo cosas que nunca se imaginaron que podían hacerlas y eso los fortalece como personas", destacó.
Sobre lo que más le sorprendió, Morales señala que "la buena disposición, el entusiasmo, pero por sobre todo la repetición. Algo que agota bastante en esta disciplina es la repetición. Hay mucha gente que lo deja de practicar por la paciencia y la paciencia es algo que está instalado en ellos, es un pilar del instituto. Veíamos como se les caían una y otra vez las cosas, trabajando con niños hasta con gente de la tercera edad y veíamos cómo se agachaban a buscar el elemento y a repetir el ejercicio. Me sorprende la paciencia que tuvieron para desarrollar cada uno de los ejercicios".