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¿Cómo mantener a un adicto alejado de los casinos de juego?

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Carta de autoexclusión

La Superintendencia de Casinos cuenta con una normativa , la Circular N°44, que permite a las personas adictas a los juegos de azar autoexcluirse voluntariamente de ingresar en las dependencias de los casinos. Para ello, cada sociedad operadora debe contar con un formulario para que se pueda efectuar la declaración. Dichos documentos pueden encontrarse en los sitios web de los diferentes casinos del país y también en el sitio web de la Superintendencia.


Contar con un apoderado

"El formulario de autoexclusión voluntaria debe ser suscrito personalmente por el titular, conjuntamente con un apoderado designado por aquél, quien no podrá tener, a su vez, la calidad de autoexcluido ante el mismo casino de juego", indica la circular 44, de la normativa. El casino tendrá la facultad de ponerse en contacto, con quien haya asumido la responsabilidad de apoderado. Otro punto que se menciona en el documento es que quien haya solicitado su autoexclusión, podrá revocarla.


Las prohibiciones de los casinos

De acuerdo a su normativa, los casinos de juego están autorizados para prohibir el acceso a las personas en los siguientes casos: "Cuando se trate de menores de edad; en caso personas privadas de razón. Tampoco podrán ingresar al recinto, quienes se encuentren en manifiesto estado de ebriedad o bajo influencia de drogas. Además, existirá restricción para quienes provoquen desordenes, perturben el normal desarrollo de los juegos o cometan irregularidades".

[psicología y salud]

Sepa cómo reconocer si tiene a un ludópata en casa y qué pasos seguir

Especialistas sostienen que las personas que sufren este problema no pueden controlar su pulsión por apostar, pueden experimentar irritabilidad cuando están lejos del casino y piensan casi todo el tiempo en juegos de azar.
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Camila Espinoza López

En prisión preventiva quedó esta semana Stiven Mi Abuamsha, quien fue formalizado tras disparar a un guardia e intentar provocar un incendio en el casino Monticello, de San Francisco de Mostazal, luego de varios días seguidos jugando a las cartas.

Los defensores del apostador aseguraron que su representado era un ludópata no diagnosticado y que su objetivo, al actuar de forma violenta, fue tomar más fichas para jugar y "recuperar el dinero" que, según su razonamiento, perdió temporalmente apostando.

Se trató de un caso que puso en el debate lo difícil que puede resultar para las familias de un apostador patológico, vivir con alguien que podría perder hasta lo que no tiene.

"La ludopatía es un tipo de adicción en donde el sujeto no puede controlar sus impulsos hacia los juegos de azar", explicó Jonathan Martínez, docente de la Escuela de Psicología de la Universidad de Las Américas-UDLA.

El especialista añadió que, dentro de los principales síntomas de esta enfermedad, "está la excesiva preocupación por el juego y aparición de pensamientos ligados a esta actividad. Además, el sujeto debe ir aumentando, por ejemplo, las apuestas, para mantener la misma emoción".

Otra señal a considerar, dijo, es que la persona adicta se siente irritable cuando se abstiene de jugar.

Martínez comentó que esta adicción puede afectar diferentes ámbitos de la vida de quien la padece y de su entorno.

"El juego es una manera de evasión, muchas veces, de la realidad, y puede presentar mentiras reiteradas, lo que puede llevar a la pérdida de control y gatillar conductas reñidas con la ley, la ética y la moral", sostuvo.

Asumir la enfermedad

Al pensar en cómo ayudar a las personas que tienen esta adicción, el académico recomendó recurrir a un especialista de salud mental.

"En este tipo de adicciones, lo más difícil de trabajar es la conciencia de enfermedad, vale decir, que el sujeto comprenda que tiene un problema", dijo Martínez.

Rodrigo Vidal, docente de la carrera de Psicología de la Universidad de Viña del Mar (UVM), también se refirió al tema.

"La última persona que va a aceptar que tiene el problema, es el ludópata. Los mecanismos de coacción son un poco estrictos, especialmente cuando son menores de edad o muy jóvenes, y la familia tiene que actuar con autoridad", recalcó el psicólogo.

Reunión familiar

El especialista planteó que ésta es una patología grave y que, en un primer momento, se debería recurrir al apoyo familiar.

"Antes de conversar con el paciente, la familia tiene que comunicarse. Hablar los papás con los hijos, con los hermanos y problematizar la situación", dijo Vidal.

Se debe ser claro en explicar cómo afecta la adicción a la persona. "Hay técnicas, que vienen principalmente de Estados Unidos, que tienen que ver con hablar con toda la familia y también con el especialista que podría atender al paciente", dijo.

Una vez que se sigan estos pasos, recomendó confrontar a quien padece la adicción.

"Puede ser incluso en la consulta de un psicólogo y que cada uno cuente su experiencia y cómo le ha afectado la ludopatía del familiar. Por ejemplo, la mamá puede decir: 'hijo acuérdate que te gastaste la plata de la universidad'", contó.

Vidal añadió que, para ayudar a un ludópata, se debe tratar de aislarlo del entorno social que favorece su acceso al juego.

"El restringir el acceso al dinero, primero, y a los lugares de juego, es fundamental para la rehabilitación de estas personas", enfatizó Vidal.

"Restringir el acceso al dinero, primero, y a los lugares de juego, es fundamental para la rehabilitación de estas personas"

Rodrigo Vidal, academico de la UVM"