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Emblema de Valpo está de duelo: Chalet Picante

Ayer martes fueron los funerales de doña María Estela Brignardello, la última propietaria de la pintoresca casona que es patrimonio porteño.
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Guillermo Ávila Nieves

Afuera del Club Deportivo El Relámpago, al costado de esta casona pintoresca, los microbuses 712, O y J, pasan al recorrido por el límite entre los cerros Cordillera y Toro, cerca de camino Cintura, con el aún anuncio en sus parabrisas que dice: Chalet Picante.

Se trata del famoso patrimonio histórico hecho casa que data de 1906. Una estructura original levantada en adobe en medio de un sector que, para esa época, era terreno de quintas y criaderos de chanchos. El mismo sitio que, con las décadas, fue centro de noches a la bohemia. Las fiestas. Y políticos.

Pero hoy (ayer) ese mítico Chalet Picante está de luto. Su última propietaria, la señora María Estela Brignardello León, falleció a sus 75 años de edad. Mediodía y el velorio registra a los pies del ataúd una veintena de ramos de flores, un libro a las condolencias y aquel pequeño lienzo perteneciente a la Sociedad de Carabineros en Retiro de los Oficiales Mayores, a la cual pertenecía doña María Estela ya que su marido, Benito Moraga, era carabinero.

"Telita", como cariñosamente se conocía a María Estela, ya está a punto de partir en su último recorrido, como las micros que pasan por la subida San Francisco, hacia el Cementerio Parque del Sendero, en Playa Ancha.

Palacio naranja

En el Chalet Picante, atrás quedan recuerdos. Se cuenta que su primer propietario solía jactarse de la extraña construcción, a la usanza de las mansiones "más empingorotadas". Después tuvo un dueño, Óscar Pulgar Figueroa, marinero nortino a las gestas, panificador y vendedor de gas hasta su octava década de vida, quien se hizo de "este ranchito" en 1969 "con unos pesitos".

Ahora será el turno del hijo único de "Telita", Luis, "el regalón", quien prefiere no hablar. La emoción es fuerte.

Rodolfo Montoya Brignardello es sobrino de María Estela. A sus casi 50 años, el capitán de pesca la rememora: "Luchadora, dio mucho por su familia. Mi madre Aida Brignardello fue cercana a María. Somos pocos en la familia".

Y uno de esos pocos es el nieto, Manuel Moraga, quien vino de Santiago a despedirla. "Con la muerte de mi abuela se va un pedacito de Valparaíso. Mi abuela era súper humilde, todos los vecinos la querían por su forma de ser".

Precisamente Esteban Zavala, presidente del Club Relámpago, conoció a "Telita" desde pequeña. Él con seis años y ella con 9, eran amiguitos. "Ella siempre estaba preocupada por nosotros. Hacía una olla de jurelada para los chiquillos del club".

Se viene temporal: lluvia y vientos de 70 Km/h

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Para hoy y el jueves la Dirección Meteorológica anuncia sistema frontal: en la zona central, el pronóstico es precipitaciones de intesidad normal a moderada. De acuerdo a la Armada, el jueves en Valparaíso se esperan vientos de hasta 70 kilómetros por hora y cerca de 70 milímetros de lluvias en el sector costero.

Por esta vez, literalmente, veamos el vaso medio lleno. Ponerse en modo relajo y la mente despejada. Si a eso sumamos una ráfaga en forma de remolino por los cuatro costados, la sensación, derechamente, podría resulta de peligro o "bacán".

Y eso es lo que ocurre en en calle Melgarejo con Pasaje O'Higgins, al lado de la plaza Aníbal Pinto. También conocida como la del "Cruce del viento" o la de "Los cuatro vientos".

Aquí la dinámica, cuando llega la lluvia, y con ella los soplidos, es de temer. Así lo entiende Alexis Fernández, como miembro de la cercana Octava Compañía de Bomberos de Valparaíso, quien maneja teoría. "Baja una corriente de aire por la quebrada (cerro Concepción) que choca, principalmente, con el edificio de la Intendencia. Allí esa corriente rebota. Entonces, aumenta la velocidad de la ráfaga en este sector". Luis, ex marino, comenta al lado: "La corriente de aire que aquí se forma con el viento norte y noroeste predominante en esta fecha es permanente. Siempre vamos a tener vientos, más con temporal. Es un hecho físico".

Fernández retoma la palabra. Agrega que a esta esquina también se la conoce como 'Cabo de Hornos': "Cuando hay viento, cuesta un montón pasar. He visto gente caerse. La velocidad del viento es altísima".

Un dato rosa: en Plaza Victoria con Edwards, también hay otro cruce de viento. Allá algunos escritores dicen que el viento, "no respeta faldas ni sotanas".