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Palabra de tatuador

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Gonzalo Vega es tatuador y forma parte del estudio Tinta y Piel de Quilpué. Si bien él considera que en gustos no hay nada escrito, hay dibujos que se niega a realizar, como el nombre de la pareja. "Uno no sabe cómo va terminar esa relación, especialmente si son jóvenes", advierte.

En cuanto a las motivaciones de quienes llegan a su taller, menciona que hay dos grandes tipos de personas. "Algunos vienen por un tatuaje muy significativo, que puede representar el fallecimiento de un ser querido o la llegada de alguno; o que represente un momento trascendental en su vida y que no quieren olvidar ".

Otros van porque simplemente quieren dibujarse en la piel y también por un tema netamente estético. "Buscan disimular la cicatriz de una operación o el corte que les dejó una caída. También buscan superar un trauma. A veces tienen cicatrices súper visibles o marcas de nacimiento que los acomplejan y uno tiene la oportunidad de ayudarlos en ese sentido".

Muchas mujeres llegan motivadas también por el tema estético. Y se tatúan zonas que les generan inseguridad, como el vientre, para que no se noten las estrías del embarazo o la cicatriz de una cesárea.

En cuanto a las edades, son los jóvenes quienes llegan con mayor frecuenta hasta el estudio Tinta y Piel. "Yo no tatúo a menores de edad a menos que vengan con sus papás, pero generalmente vienen desde los 18 a los 27-30 años".

Los diseños más solicitados últimamente son dibujos de origen japonés, retratos y piezas a todo color. "Hay tatuajes que son por temporada. Hace un tiempo se hacían hartos escorpiones, soles o yin yang".