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Otro crimen achacan a tercer imputado de baleo en B. Puerto

Rechazan prisión preventiva, pero quedó recluido para cumplir condena anterior.
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Priscilla Barrera Ll. y - Fabián San Martín D.

En la intersección de calles Esmeralda y Almirante Martínez, en las afueras de la oficina de su abogado, fue detenido por la PDI Jonathan Manuel Chávez González, tercer implicado en la balacera ocurrida en la Av. Errázuriz el pasado 12 de mayo, donde murió un joven y otro quedó gravemente herido. Ayer fue formalizado por homicidio calificado y homicidio calificado frustrado en el tribunal de garantía.

El jefe (s) de la Brigada de Homicidios, comisario Claudio Alarcón, informó de la aprehensión del joven de 23 años, que cuenta con amplio prontuario policial. "Si bien es cierto ya tuvimos una captura internacional de un sujeto que estaba implicado en España en coordinación con Interpol Chile y España, el segundo implicado lo tuvimos esta semana, y ayer (miércoles) fue la detención de este tercer imputado", precisó Alarcón, quien añadió que existen diligencias pendientes en la investigación.

Añadió que a los tres involucrados en esta causa los une un vínculo de amistad.

Formalización

Detalles de la forma en que se desencadenaron los trágicos sucesos del 12 de mayo reveló ayer la fiscal del caso, Magdalena Castillo.

De acuerdo a lo expresado por la abogada en la audiencia de formalización, los hechos se registraron de madrugada al interior de un local del Barrio Puerto, donde se desarrollaba un evento de reggaeton. De acuerdo a lo revelado por testigos, en la pista de baile se toparon integrantes de dos grupos. Unos liderados por el "Cachulo" y otros por "El Gaby". Los del "Cachulo" eufóricos tomaban whisky y fumaban marihuana, cuando uno vertió licor en la vestimenta de un miembro del otro grupo. Aparecieron las bravatas, empujones y combos, hasta que intervinieron los guardias y expulsaron a los liderados por "Cachulo".

"Vamos a regresar con pistolas para cargar a estos huevones", "Volveremos con fierros a llenar de tunazos el local", gritaron en tono amenazante.

Uno apodado "Zafrada" usó su celular para pedirle a dos de sus amigos -Jonathan Chávez y José Ahumada según la fiscal- para que bajaran desde cerro Los Placeres con armas de fuego para concretar la venganza. Lo hicieron en un Renault Clio que tres días antes robaron en Reñaca, y que ocultaban en calle 21 de mayo. A bordo de éste buscaron a su rivales, que en el intertanto fueron al estacionamiento de un servicentro a buscar su automóvil deportivo amarillo.

La idea era seguir la fiesta en un after hour, pero el destino quiso otra cosa. En avenida Errázuriz ocurrió la emboscada. Fueron 18 los proyectiles que impactaron en el vehículo, y otros en las paredes de locales nocturnos. El más damnificado fue Nicolás Jelvez, que recibió una bala en la cabeza y murió en el Van Buren. Uno de sus amigos recibió tiros en otras partes del cuerpo, pero se salvó. La fiscal citó el testimonio de un testigo presencial protegido que declaró en la causa, el que involucra a los tres imputados en los crímenes, más un cuarto no identificado. La fiscal pidió prisión preventiva, pero el juez la rechazó, argumentando que no está acreditada la participación de Chávez en el delito. La fiscal apeló ante la Corte.

De todas formas el sujeto quedó preso, ya que debe cumplir condena de un mes por un robo por sorpresa en Limache. Hay 130 días de plazo para la investigación.

Al término de la audiencia la fiscal Magdalena Castillo sorprendió a los presentes al notificar al magistrado que existe una investigación desformalizada contra Jonathan Chávez. Esta se refiere a un robo con homicidio ocurrido el 1° de febrero de 2016, donde un grupo de antisociales entró a robar una garita de micros en La Pólvora, a un costado de la cárcel. El nochero y ex carabinero Luis Antonio Rojas, 65 años, se enfrentó a los antisociales, que le dispararon en el abdomen y lo mataron. En el lugar quedó sangre de uno de los criminales, que la BH supone sería de Chávez.

La Fiscalía pidió que el imputado entregara muestras de ADN y dejara fotografiarse voluntariamente una lesión en la oreja, para vincularlo al asesinato. A través de su defensor el imputado accedió a la solicitud, incluso requirió que la diligencia se realizara lo más pronto posible.